El último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) advierte de que la economía de Castilla y León cerrará 2023 con un déficit del 0,3%. Un dato que dista de los cálculos del Ejecutivo regional, que sitúa el crecimiento del PIB de la Comunidad en 2023 en un 1,1% y del que el propio organismo fiscal había calculado en julio.
[La AIReF empeora las previsiones para Castilla y León y estima un déficit del 0,1% PIB en 2023]
Para el próximo ejercicio, el organismo que dirige Cristina Herrero cree que Castilla y León alcanzará un superávit del 0,7% de su PIB, mientras en este caso los cálculos de la Administración territorial lo sitúan dos décimas por debajo.
Un saldo, el de 2024, que "mejorará un punto del PIB respecto al esperado en 2023" y que será consecuencia de la evolución de los recursos del sistema por un crecimiento del empleo y tras la caída de los fondos europeos.
Precisamente los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) de hoy indican que Castilla y León ha sumado 6.000 desempleados más (hasta un total de 106.000) en el trimestre de julio a septiembre y en comparación con los meses de abril a junio. La tasa de paro se sitúa en la actualidad aún por debajo de la barrera psicológica del 10%, en un 9,47%, pero se trata de la Comunidad que más empleo perdió en España en dicho período, sólo por detrás de Andalucía.