A pesar de que la economía de Castilla y León ha sido una de las que más ha crecido en el conjunto nacional en lo que llevamos de 2023 (en España la economía creció a un ritmo del 0,7% en el primer trimestre del año mientras la de Castilla y León lo ha hecho a casi un 4,5%), este dinamismo "es forzado y ficticio" por lo que "podría entrar en recesión técnica el año que viene, que podría agravarse y ser más profunda aún en 2025".
Son las previsiones que ha hecho públicas hoy Juan Carlos de Margarida, decano del Colegio de Economistas de Palencia, Zamora y Valladolid (Ecova), referidos al Observatorio Económico de Castilla y León del primer trimestre de 2023.
Todo ello a pesar de que este organismo calcula que el PIB de la Comunidad se situará en el 2% a cierre de este año gracias al buen momento por el que pasan las exportaciones. Sin embargo, el año que viene la economía de Castilla y León experimentará una desaceleración constante hasta un crecimiento del 1,8% del PIB en 2025 y de un 1,6% en 2026.
Se prevé que 2023 cierre en Castilla y León con una inflación del 3,9%, (lejos del 11% alcanzado el año pasado) y que la subyacente continúe por encima, en torno al 5,5%. Una inflación que "sigue siendo alta y que requiere de nuevas medidas por parte del BCE que ya ha anunciado una subida este mes de julio de 25 puntos porcentuales en los tipos de interés y que advierte de que seguirán subiendo hasta poder controlar los precios", indica De Margarida.
La subida de los tipos de interés del BCE para controlar la inflación "es enfriar la economía, que haya menos consumo, menos hipotecas y menos actividad económica, para poder así bajar precios". Tanto el BCE como los gobiernos autonómicos y nacional "tienen que saber hasta dónde llegar y dónde parar, por lo que las decisiones en variables deben estar muy consensuadas".
"La política fiscal se está comiendo la política económica. El grave problema que tenemos cuando suben los tipos es que hay que tener suficiente capacidad de trabajo para que las familias tengan suficiente renta para seguir pagando sus hipotecas, porque sin esa capacidad de pago, se produce un círculo vicioso que no permite solucionar ningún problema". Los Estados miembros "deben dejar actuar al BCE", ha recomendado De Margarida.
En la actualidad, la economía de Castilla y León "sigue moviéndose en términos de mucha volatilidad, incertidumbre y desaceleración" debido en buena parte a una realidad geopolítica que impide hacer previsiones.
Si bien es cierto que las cuentas "han ido mejor de lo esperado", lo cierto es que De Margarida lamenta que no haya servido para reducir en mayor medida el déficit público: "Se ha evitado una recesión técnica hasta el momento, pero para mantenerla lejos hay que reducir el gasto público, cosa que no va a suceder estando como estamos en año electoral".
Respecto a la población activa, los datos indican que se encuentra "en retroceso" si bien "la caída del desempleo en Castilla y León en un 1,5% en el último mes es un dato favorable, con una tasa de paro por debajo de la media nacional y situada en el 10,3%".
El número de empresas en la Comunidad es de 157.730 empresas activas en 2022, un 0,4% más que en 2021, pero es el incremento más bajo de toda España. "Y de estas, más de la mitad no tiene asalariados", advierte el decano del Ecova.
Es el superávit comercial "lo que ha ido salvando la economía de Castilla y León gracias a la buena marcha de las exportaciones, pero también se incrementó la deuda pública hasta los 13.322 millones de euros, lo que supone casi un 21% del PIB regional", indica.
Dinamismo económico pero sólo a corto plazo
La Comunidad se encuentra ante un dinamismo que tiene a la estabilidad a corto plazo y estancamiento a medio plazo con una moderación salarial, incremento sostenido de exportaciones, mantenimiento de un consumo que no termina de despegar y con una incertidumbre en el empresario y consumidor, que no desaparece.
Las tensiones financieras, el impacto de las subidas de los tipos de interés y el endeudamiento público, "seguirán marcando los riesgos de una desaceleración general".
El crecimiento se ha sustentado en un desproporcionado gasto público, pero no de inversión, por lo que es necesario tener en cuenta "antes de gastar, qué posibilidades hay de devolver esa deuda". Además, muchos de los gastos públicos que debían ser coyunturales, se están convirtiendo en estructurales, por lo que se requiere un mayor control del gasto.
Por todo lo expuerto, De Margarida cree que "sería conveniente que la UE pusiera orden en el gasto presupuestario de España".
Los tipos podrían escalar hasta el 5%
La inflación ha caído pero "seguirá siendo demasiado alta demasiado tiempo", lastrando así el consumo y la pérdida de poder adquisitivo.
Existe el peligro "de que se produzca una segunda ronda de inflación, con una espiral de precios y salarios desorbitada", por lo que recomienda que "la subida de salarios se efectúe sólo si mejora la productividad".
Respecto a los tipos de interés, en el 4% actualmente y con la certeza de un incremento del 0,25% este mes, De Margarida anuncia que "seguirán subiendo incluso hasta la barrera del 5% debido al efecto de segunda ronda que ya se está produciendo".
Esto podría tener un grave efecto sobre las ya ajustadas economías de los castellanos y leoneses, que tienen que destinar casi el 26% de su sueldo a pagar el préstamo de su hipoteca. Unas firmas de hipotecas que han caído a mínimos desde 2020 (año de pandemia), según datos del INE.
[Una cuota de 470 euros al mes: la hipoteca se lleva ya el 25,5% del sueldo en Castilla y León]
Por todo ello, el presidente del Ecova considera que "el BCE debería retrasar su objetivo de llegar al 2% de inflación para evitar una recesión sin precedentes".
Es una realidad que la economía de Castilla y León ha tenido un dinamismo que no se esperaba, "pero tiene un problema de productividad porque es una economía muy inestable por la inseguridad jurídica nacional y un exceso de burocracia".
Castilla y León crece pero ese crecimiento "empieza a perder fuerza" por lo que las decisiones económicas deben estar orientadas al medio plazo dada la alta volatilidad e incertidumbre.
"Es imprescindible que el rigor, prudencia y sentido común, sean el estandarte de las políticas del Ejecutivo para garantizar el crecimiento económico a medio y largo plazo", ha insistido.
Noticias relacionadas
- Castilla y León acumula 13.272 millones de deuda pública, 327 millones más que hace un año
- Castilla y León continúa reduciendo su deuda pública mientras se eleva en la media nacional
- "Los fondos europeos no vienen a solucionar la pandemia, sino a construir un nuevo futuro"
- El comercio exterior aúpa la economía de Castilla y León gracias a la mejora de la competitividad