Castilla y León ha cerrado el segundo trimestre de 2024 con una deuda de 13.846 millones de euros, 340 más que en los mismos meses de 2023, de acuerdo con los datos del Banco de España publicados este lunes. Esa cifra representa el 18,8% del Producto Interior Bruto (PIB), casi un punto menos del 19,6% de hace un año.
Fuentes de la Consejería de Hacienda han destacado que esta ratio es inferior en 3,1 puntos porcentuales a la media autonómica que es del 21,9%, "ampliando su diferencia con respecto al trimestre pasado".
Desde la Junta han señalado que la aportación de Castilla y León al endeudamiento global de las autonomías españolas es "reducida", de acuerdo con los datos facilitados esta mañana por el organismo regulador. En concreto, al finalizar el segundo trimestre de 2024 suponía el 4,1% del total de las comunidades, de 337.474 millones de euros.
Castilla y León se ha situado como la octava autonomía con menor ratio de deuda sobre PIB, solo por debajo de Navarra (11%); Canarias (11,2%); País Vasco (12%); Madrid (12,8 por ciento), Asturias (14,9%); La Rioja (16,2%); y Galicia (16,3%).
Los últimos puestos han sido para Valencia (41,1%); Murcia (32,2%), Castilla-La Mancha (30,8%) y Cataluña (30,4%).
214,8 millones
En el cálculo del volumen de deuda autonómica el supervisor bancario incluye los créditos reintegrables que la Administración de la Comunidad concede a las empresas, cuantificados en 214,8 millones de euros.
También se incluye el llamado “factoring sin recurso” –créditos comerciales con la Administración cedidos a entidades financieras–, que añade 115,8 millones de euros, así como el endeudamiento asociado a proyectos de colaboración público-privada por 246,1 millones de euros.
El análisis de la estructura de la cartera de endeudamiento de Castilla y León en términos SEC 2010, atendiendo a quiénes son los prestamistas, revela que a 30 de junio de 2024, el mayor importe corresponde a las emisiones de deuda pública que representan el 21,3 por ciento, con 2.950 millones de euros.
En segundo lugar, se encuentra el Fondo de Facilidad Financiera, con 1.774,2 millones de euros, -en concreto, el 12,8 por ciento- correspondiente a préstamos concertados en los años 2015 y 2020.
Como prestamistas relevantes figuran también las entidades financieras multilaterales, como son el Banco Europeo de Inversiones y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, con 1.325,2 millones de euros, aproximadamente un diez por ciento de la deuda de la Comunidad.
Administración general en cabeza
Por otro lado, el 95,9 por ciento del endeudamiento castellano y leonés correspondía a la Administración general, frente al 4,1 por ciento de universidades, organismos autónomos, entes públicos de derecho privado y empresas públicas, entre otros.
Respecto a los plazos de vencimiento, el 98,2 por ciento de la deuda viva de la Comunidad está formalizada a largo plazo frente al 1,8 por ciento firmada a corto, lo que minimiza los riesgos de refinanciación.
Asimismo, el 70,8 por ciento está concertado a tipo de interés fijo y el 29,2 por ciento a variable, un reparto que permite mitigar el efecto de subidas del Euribor y, está en su totalidad suscrita en euros.
Este moderado nivel de endeudamiento es uno de los aspectos que la agencia Moody´s ha valorado favorablemente en su decisión del pasado mes de marzo de mejorar el perfil financiero de la Comunidad elevando el rating Baa1 a perspectiva positiva, ratificando de este modo la misma calificación que el reino de España.
Finalmente, cabe señalar que el Banco de España, además, contabiliza en 4.087 millones de euros la deuda de aquellas empresas públicas autonómicas que no están incluidas en el perímetro SEC 2010, sin que Castilla y León tenga asignada ninguna cuantía adicional.