La IGP Carne de Ávila, un ejemplo de desarrollo rural sostenible gracias a la calidad de la raza avileña y a sus 545 ganaderos
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha visitado esta mañana en la provincia de Ávila algunas de las fincas y los cebaderos donde se crían los animales de raza avileña cuya producción está amparada por la Indicación Geográfica Protegida Carne de Ávila, primera figura de calidad de carne fresca reconocida en España.
“En Castilla y León se ubican 36.000 explotaciones ganaderas que generan más de 70.000 empleos directos en el sector primario y facturan 2.300 millones de euros anuales. Esto nos convierte en la granja de España como han demostrado nuestros ganaderos garantizando que, incluso en situaciones muy difíciles como las que hemos vivido, los alimentos lleguen a nuestras mesas” ha recordado el consejero.
Carnero ha recalcado que “tenemos que valorar la importancia de un sector primario que garantiza el presente y el futuro del campo y, desde la modernidad y calidad, continúa mejorando sus procesos para ser cada vez más competitivos y sostenibles”.
Figuras de calidad
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha explicado que “es importante el volumen de producción cárnica de la Comunidad pero lo es tanto o más la calidad que atesoran estos alimentos. En Castilla y León se localizan 69 figuras de calidad, de ellas 18 son de carnes frescas y productos cárnicos. Ninguna Comunidad Autónoma tiene tantas y tan variadas figuras en este sector, lo que nos sitúa en un lugar privilegiado dentro del panorama nacional y europeo”.
Los distintivos garantizan al consumidor la procedencia de los alimentos y certifican su calidad. Las empresas e industrias amparadas por estos 18 sellos, a los que se une el apoyo de la marca de garantía Tierra de Sabor, generan un valor económico anual de unos cien millones de euros. Pero su importancia va más allá de lo económico ya que están presentes en todas las provincias de la Comunidad, se localizan en su inmensa mayoría en el medio rural, ayudan a fijar población y luchar contra el reto demográfico y son un motor económico y de desarrollo rural de los pueblos de Castilla y León.
Raza Avileña
La raza Avileña es un ejemplo de sostenibilidad en la producción. En el fomento de la raza autóctona hay 545 ganaderos socios, presentes en diez comunidades autónomas. En 2020 había más de 50.000 animales inscritos en los registros del libro genealógico.
El ganado apto para suministrar la carne que ha de ser amparada por la IGP Carne de Ávila, será de raza Avileña-Negra Ibérica y el procedente del primer cruce entre reproductoras de raza Avileña-Negra Ibérica y sementales de las razas integradas Charolesa y Limusina.
La zona de producción de las explotaciones con ganado cuya carne es apta para ser amparada por la IGP incluye comarcas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, La Rioja y Madrid.
Una de las particularidades que hace especial a esta carne es la práctica de la trashumancia, un sistema de explotación de pastoreo en continuo movimiento. Durante los meses de otoño y verano los pastos transitados son los de alta montaña, mientas que en primavera e invierno se trasladan a las dehesas.
En esta ocasión, el consejero de Agricultura ha visitado una ganadería situada en la localidad abulense de Cardeñosa, cuyo titular, Juan Francisco Mayo, cuenta con 250 vacas nodrizas criadas en pureza (raza Avileña pura). Además, también tiene ochenta vacas de la variedad Bociblanca, que está en peligro de extinción. “La diversidad genética y la adaptación de las razas autóctonas son elementos diferenciadores de calidad por los que está apostando la Junta de Castilla y León”, ha resaltado Carnero.
Además de participar activamente en el programa de cría de la raza Avileña-Negra Ibérica, el titular de la explotación es miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Criadores, vocal del Consejo Regulador Carne de Ávila, vocal del Consejo Rector de SAT Vacuno Avileño de Calidad y de la Comercializadora de Vacuno Selecto Avileño-N.I. S. Coop.
IGP Carne de Ávila
La IGP Carne de Ávila fue la primera figura de calidad de carne fresca reconocida en España y se ha convertido en un modelo de producción sostenible vinculado al medio rural. Su sello es sinónimo de producto de calidad y saludable. El Consejo Regulador de la IGP es el encargado de controlar, calificar y promocionar el producto.
La IGP Carne de Avila siempre ha sido muy activa y dinámica, bajo esta figura de calidad se aúnan diferentes aspectos. Por un lado, es un ejemplo de sostenibilidad de producción en extensivo y de fomento de la raza autóctona. Además, gracias a proyectos como el cebadero comunitario en Riocabado, que también ha sido visitado por el consejero, o ICAV (Comercializadora de Carne de Avileño) se suministra carne de calidad, natural y saludable a la distribución y hogares, cerrando el ciclo de producción y dando mayor valor añadido al producto. Actualmente, participan en proyectos de investigación para mejorar la fertilidad de la raza y están estudiando el apoyo a la recría de animales.
Este es un alimento de alta calidad, ya que la carne, consumida con moderación, es fundamental en la dieta mediterránea por la importancia de sus proteínas, de alto valor biológico.
Actualmente, están amparadas por este distintivo 227 ganaderías y 65 explotaciones de cebo, con más de 3.000 animales. El valor total comercializado de su producción supera los cinco millones de euros anuales.
Castilla y León desempeña un papel muy importante dentro de esta IGP, ya que es tanto zona de producción como de elaboración y la más extensa de todas las que incluye la figura. En la Comunidad se encuentran 168 de las 227 explotaciones activas que producen animales para la IGP y la sede del Consejo Regulador está situada en la ciudad de Ávila.