La entrada en vigor de la reforma laboral impactó de lleno en la actividad de las empresas de trabajo temporal (ETT), con la prohibición desde el 30 de marzo de 2022 del contrato por obra y servicio y un desplazamiento hacia el fijo discontinuo. Los datos que facilita el Ministerio de Trabajo y Economía Social, recogidos por Ical, evidencian que las ETT suscribieron en 2022, un total de 161.872 contratos de puesta a disposición en Castilla y León, lo que supone 54.202 menos que en 2021, con un desplome del 25,1 por ciento. Las cesiones de trabajadores también se vieron afectadas, con 103.428 el año pasado, 13.423 por debajo del dato del año anterior, y una merma relativa del 11,5 por ciento.
Los contratos por obra y servicio se emplearon solo en los tres primeros meses del ejercicio, con 7.971, cuando un año antes se suscribieron 34.081. Asimismo, cabe destacar que los de circunstancias de la producción sumaron 133.332, con un descenso del 25,9 por ciento. Por el contrario, se firmaron 5.513 de interinidad, formación y aprendizaje en prácticas, más de doble de los 2.064 del año 2021. Y sobre todo, se tuvo que recurrir al contrato fijo discontinuo, de los que las ETT firmaron en la Comunidad, 15.056.
Una oportunidad
El director de Adecco en Castilla y León, José Julián Nieto, reconoció a Ical que la reforma laboral “nos ha afectado de manera clara” con un descenso de los contratos de puesta a disposición por encima del 25 por ciento. Nieto indicó que el nuevo marco regulatorio les ha obligado a sentarse con sus clientes para diseñar nuevas soluciones, arquitecturas contractuales, para dotarles de flexibilidad, y dar una respuesta a sus necesidades temporales.
El alto ejecutivo defendió que en el contexto actual las ETT “somos más imprescindibles que nunca, para lograr una gestión de la temporalidad en manos de profesionales”. “La reforma pone el foco en la gestión y la causalidad, por lo que somos más imprescindibles para generar flexibilidad profesional para los clientes, así como par generar empleo y ser un canal para la atracción de talento y generar oportunidades para trabajar”.
José Julián Nieto defendió el desarrollo de la figura del fijo discontinuo, facilitando a las ETT usar este tipo de contratos para la cobertura de “posiciones permanentes”, porque ahora solo les permite para temporales. “Si el cliente tiene una necesidad estructural no puede ser cubierta y puede haber una oportunidad si se desarrolla la figura del fijo discontinuo par cubrir posiciones permanentes”, remarcó, para defender que “daría más seguridad a los trabajadores, generaría más empleo, y dotaría de flexibilidad a los empresarios”.
Nieto reconoció que la reforma laboral ha impulsado la estabilidad en el mercado laboral, con una bajada de los contratos temporales del 50 por ciento, mientras que los indefinidos se han multiplicado por cinco. Asimismo, con la eliminación de los contratos por obra y servicio, el 75 por ciento pasa a responder a circunstancias de la producción. “La reforma genera estabilidad, está claro, peor hay que ver si va a generar empleo sostenible y de calidad en el tiempo”, argumentó.
En este sentido, puso de relieve que “algunas cosas no ha tenido en cuenta y hay un montón de rotación en los indefinidos, del 30-40 por ciento, en estos contratos”. Además, se ha producido, dijo, “una clara reducción horas trabajadas” y “queda mucho por hacer” en los “contratos formativos, que afecta directamente al empleo juvenil”. Asimismo, constató un aumento de los contratos en lo que el trabajador no supera el periodo de prueba.
“Hay un debe que es cómo ser capaces de atraer talento en nun me3rcado laboral donde es muy escaso y con proyectos a corto plazo; hay que generarlo y construirlo, porque es lo que necesitan las organizaciones y generar estabilidad”, razonó.
Por último, apeló a poner el foco en los contratos formativos para impulsar el empleo juvenil, dar oportunidades a todo tipo de trabajadores, ayudar a la convivencia intergeneracional en las empresas y contar con mecanismos de flexibilidad.
Provincias
Los contratos de puesta a disposición mermaron en todas las provincias de la Comunidad el año pasado en comparación con 2021. En concreto, se contrajeron en Ávila (7.098), un 42,6 por ciento; en Segovia (12.154), un 32,32 por ciento; en Salamanca (7.043), un 30 por ciento; en Soria (4.222), un 27,8 por ciento; en Valladolid (52.418), un 24,6 por ciento; en Palencia (34.287), un 23,8 por ciento; en Burgos (25.610), un 20,5 por ciento; en León (8.560), un 18,1 por ciento; y en Zamora (10.480), un 17,5 por ciento.
En cuanto a los fijos discontinuos, las ETT firmaron 5.372 en Palencia; 3.983 en Valladolid; 2.159 en Segovia; 2.037 en Burgos; 807 en León; 288 en Salamanca; 205 en Ávila; 125 en Soria, y 80 en Zamora.