Ahora que Bruselas se plantea poner un veto a la importación de crudo procedente de Rusia como respuesta a la invasión de Putin en Ucrania, los empresarios de las estaciones de servicio temen que, de aprobarse esta medida el próximo lunes, se dispare el precio de los carburantes hasta los 2,60 euros el litro, tal y como informa Lorenzo Colomo, presidente de Fereclaes (Federación de Estaciones de Servicio de Castilla y León).
Un sector, el de las estaciones de servicio, que ha visto cómo la medida aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez que obliga a las gasolineras a anticipar un descuento de 20 céntimos por litro al consumidor para poder paliar las desorbitadas facturas de los carburantes, no ha impedido que cinco gasolineras familiares de Castilla y León hayan tenido que echar el cierre definitivo por falta de rentabilidad en el negocio. La última en bajar la persiana ha sido la que regentaba un matrimonio del municipio de Horcajo Medianero, en Salamanca.
Además, Colomo denuncia que "más de la mitad de los empresarios de este sector no ha cobrado aún estos anticipos". Unos anticipos que la estación de servicio hace al cliente descontándole 20 céntimos por cada litro de repostaje y que "se suponía que el Gobierno nos los devolvía luego", cuestión que no se está cumpliendo a pesar de lo que avanzó la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, hace más de mes y medio.
Esta rebaja aprobada por el Gobierno finaliza el próximo 30 de junio y "la gente está todavía sin poder siquiera facturar porque el decreto aprobado exigía unos cambios en los sistemas informáticos y de gestión que no permiten hacer todas las modificaciones a la vez", informa Colomo.
De hecho, los cambios que cada empresario de estación de servicio debe introducir en su facturación, "obliga además a hacer un desembolso de entre 1.700 y 2.000 euros por cada gasolinera" para pagar los servicios de una empresa de informática que pueda llevarlos a cabo.
La medida del Gobierno nacional no ha valido para evitar que estas empresas bajen la persiana para siempre ni para dar un respiro a los precios de los carburantes. Llenar un depósito de gasolina, con o sin rebaja, sigue suponiendo un desembolso de media de cien euros por bolsillo. Unos precios que sumados a una inflación del 8,4% registrada el pasado mes de abril. Un consumo, sin embargo, y a pesar de los elevados precios, registró un incremento del 6% entre enero y marzo de este año, aunque sigue siendo casi un 9% más bajo que en el mismo período de 2019.
Fereclaes continúa manteniendo reuniones con los distintos partidos políticos y con la Administración central a través de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), para insistir en una de sus principales demandas: bajar el IVA de los carburantes a partir del 1 de julio cuando finalice la medida de anticipo de los 20 céntimos por litro repostado, o hacerlo con el impuesto de hidrocarburos.
Noticias relacionadas
- Las gasolineras de CyL ya pierden un 55% de facturación y advierten de nuevas subidas en los precios
- Las gasolineras de Castilla y León denuncian que solo el 26% han cobrado el anticipo del combustible
- El precio de la gasolina y del diésel sube más de un 2%: registra nuevo récord histórico pese al descuento
- La luz y las gasolinas elevan la inflación al 8,3% en abril, una décima menos de lo previsto por el INE
- Castilla y León aumenta en un 6% su consumo de carburantes pese a la subida de precios y la crisis