Los emprendedores huyen de las oficinas y se refugian en los coworkings : “Me ahorro 150€ en luz y calefacción”
Autónomos y pymes de Castilla y León buscan soluciones a los elevados gastos para este invierno y encuentran una solución en compartir instalaciones
22 octubre, 2022 07:00Noticias relacionadas
Las cuentas no salen y, menos aún, con el crudo invierno que se avecina. La inflación, la subida de la hipoteca, el aumento del precio de la luz y, sobre todo, del gas para la calefacción, están provocando que se necesite más que nunca sacar la calculadora para llegar a final de mes. Y más si eres autónomo o un pequeño empresario con una pyme. Por este motivo, son muchos los que están apostando por dejar de trabajar en su casa o en su propia oficina y apostar por los coworkings, es decir, por espacios de trabajo compartidos.
En Castilla y León son cada vez más los que buscan esta alternativa para compartir gastos y evitar las elevadas facturas que tendrían que pagar de manera individual. Con la fórmula del ‘coworking’, por ejemplo, un autónomo puede llegar a ahorrarse más de 150 euros y tiene todos los servicios que necesita: desde Internet hasta limpieza, impresora, luz, agua y para este invierno, sobre todo, calefacción. “El ahorro puede ser considerable frente a un despacho tradicional”, explican desde Gazpacho de Cerezas, un centro de coworking que tienen sus instalaciones en la calle Santuario en Valladolid.
El perfil de los coworkers ha cambiado mucho desde que comenzó la pandemia, y ha ido evolucionando con el paso de los meses. Antes del confinamiento estricto, los clientes eran principalmente autónomos que querían trabajar fuera de casa y socializar con otros profesionales de sus sectores. Sin embargo, el coronavirus lo cambió todo y actualmente, el teletrabajo se ha impuesto en muchas empresas y eso ha hecho que muchas personas vuelvan a sus ciudades de origen porque ahora pueden trabajar desde allí. Es el caso de muchos de ‘coworkers’, que han vuelto desde Madrid a Valladolid y ahora trabajan en este espacio para desarrollar su puesto de trabajo que antes tenían en la capital, señala Marta Pérez, una de las socias de la empresa junto a Cristina Pinacho.
Cambio de perfil
Sin embargo, en los últimos meses esto ha cambiado de nuevo y ya no solo existe ese perfil, también se unen nuevos autónomos o emprendedores que no tienen excesivo espacio en sus hogares para montar el negocio y que, sobre todo, luchan contra facturas que les desbordan ante la elevada inflación. Teléfono, internet y ahora se suma la temible calefacción. Actualmente, sin tener en cuenta la climatización, los usuarios ya están pagando entre 30 y 40 euros menos al mes por el gasto que se evitan en electricidad e internet. Y es en un cotrabajo en el que hacen todo el consumo eléctrico del ordenador, cargas de móviles y la luz. Ahora, de cara al invierno que se avecina, el ahorro es mucho mayor. Las horas que están trabajando en estos lugares no tienen que encender la calefacción en casa. Hablamos de gente que está entre 6 y 8 horas, por lo que dependiendo del coste de los combustibles en ese momento, hay meses que la factura de la calefacción en sus hogares puede tener una diferencia de casi 100 euros, según las estimaciones de Gazpacho de Cereza.
Los autónomos han visto como pueden pasar de un espacio reducido y donde no rentabilizan su inversión en tecnología a compartir salas de reuniones, impresoras, plotters, espacio de almacenaje… Además de los servicios básicos. “Así, un puesto en nuestro espacio es más económico que afrontar todos esos gastos de manera solo en casa”, argumenta Pérez.
En su caso, su empresa está dirigida a artesanos, artistas, ilustradores, diseñadores, fotógrafos. Por un lado, los usuarios de este tipo de lugares comparten tecnología y herramientas que de otra manera son muy caras para un único autónomo, y que compartiendo sale mejor. Todos ellos confirman que gracias a este servicio se están ahorrando mucho dinero. “Tenemos calefacción central en invierno y climatización en verano para que estén confortables sin coste añadido para su puesto”, concluye.
De esta manera, y ante el duro invierno anticipado por los políticos, los sufridos autónomos siguen buscando soluciones para poder llegar a final de mes sin tener la soga al cuello.