Polo de la Automoción, la marca sectorial desarrollada por Facyl que integra a este ecosistema empresarial en Castilla y León, ha dado un paso adelante en la búsqueda de soluciones que permitan a esta industria adelantarse al tsunami de cambios que están afectando a la movilidad en toda Europa.

Se trata de adelantarse al mercado para poder ser más competitivos partiendo del futuro y no del pasado. Por este motivo, Facyl ha invitado hoy en Valladolid a Marcos Urarte, presidente de la consultora estratégica Pharos y uno de los más reconocidos geoestrategas económicos y experto en megatendencias del panorama internacional, para analizar qué siguientes pasos ha de tomar el sector automotriz en el actual escenario de digitalización, descarbonización y cambios de tendencias en los consumidores.

Su participación en el segundo Think Tank de Polo de la Automoción ha valido, entre otras cuestiones, para poner el foco en la necesidad de "de colocar el futuro en la agenda del presente" para anticiparse a un mercado que en los últimos años ha experimentado uno de los escenarios más inciertos y de profunda metamorfosis de toda la industria.

En la misma línea se expresaba Félix Cano, presidente de Facyl (Foro de Automoción de Castilla y León), quien ha resaltado la importancia de los pasos dados por este sector en la Comunidad, con un Think Tank que es "reflejo fiel del dinamismo" de este tejido productivo.

Cano ha calificado el contenido de este encuentro como "una oportunidad que debe ser aprovechada" para aprender del análisis de expertos como Urarte y tomar las decisiones estratégicas adecuadas en situaciones como las que ha vivido la automoción tras el estallido de la guerra en Ucrania o el desabastecimiento de chips procedentes de Asia.

"Las empresas han utilizado hasta ahora el pasado como punto de arranque" a la hora de establecer sus planes de desarrollo. Sin embargo, este estratega considera que "las empresas deben partir del futuro".

Prospectiva estratégica

Pero ¿y de qué manera? Urarte ha explicado que un análisis del futuro con la información, la experiencia y la tecnología actuales, permite "trazar un camino hacia el presente". Es lo que se denomina la aplicación de la prospectiva estratégica.

El hecho de no pensar en el futuro a la hora de establecer los pasos a seguir por una empresa, hace que "las decisiones estén basadas en el pasado", lo cual no permite transformar el presente.

Esta forma de adelantarse a los mercados ha de evaluar los impactos sociales, demográficos, medioambientales y políticos así como todos los escenarios en los que se desarrollan, para reducir riesgos entre las compañías.

Urarte ha insistido en este punto: si la industria no está preparada para detectar qué cambios se van a producir, perderá fuerza y competitividad, máxime con la velocidad con la que se están produciendo los cambios en la última década. 

Descarbonización, nuevos modelos de consumo tendentes al alquiler y no a tener coche en propiedad, normativas que reducen la presencia del automóvil en las ciudades, pérdida de población... Son hechos que se suceden rápidamente, que modifican las costumbres y las sociedades de ayer, y que exigen una adaptación de los modelos productivos de la automoción también, si quiere sobrevivir a estos.

Por eso Urarte ha querido aportar un dato que escenifique claramente esta apuesta por pensar en cómo será el futuro a través de los cambios del presente: "El 20% del tiempo que destinamos a pensar se convertirá en el 80% de los ingresos de mañana", por lo que ha definido esta práctica como "la mejor inversión".

En este sentido, el invitado de Facyl ha planteado la necesidad de que "las empresas de automoción cuenten con un mapa de riesgos con una visión holística que vaya más allá de los riesgos financieros", ha concluido.