Desde un tiempo a esta parte los residuos orgánicos se han convertido en una potencial materia prima para la creación de energía y, en consecuencia, de progreso. Además, no solo eso, sino que esta renovable que se está comenzando a impulsar en España y especialmente en Castilla y León también da respuesta a una problemática: dar salida a todo el residuo que se genera. Todo ello es gracias a la proliferación de las plantas de biogás, que con su transformación en biometano les permite inyectarlo directamente a la red. Además, la Comunidad podría convertirse en una potencia nacional en este sentido, al contar con uno de los sectores primarios (agrícola y ganadero) más potentes del país.

Una de estas compañías que han apostado fuertemente por este sector es Nortegas, que ya en su planta del municipio soriano de Ólvega se encuentra inyectando el biometano en red y pronto iniciará su proyecto de Valencia de Don Juan, en León. Además, en próximas fechas se anunciará otro nuevo en el sur de la provincia de Valladolid, según ha podido conocer este periódico.

Su responsable de Desarrollo de Negocio, Luis Navedo, explica en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León cómo es todo el proceso de generación del biometano, que además de tratarse de una energía renovable cuenta con un alto valor añadido: "Son una solución medioambiental. La parte energética quizás es la más vistosa, pero todo esto se basa en que las plantas de biogás no dejan de ser una solución a un problema de residuos que no desaparecen por arte de magia", subraya el directivo.

Responsable de Desarrollo de Negocio de Nortegas, Luis Navedo Foto cedida por Nortegas

"Muy fácilmente homologable" al sistema digestivo

Navedo explica que todo el proceso para la generación del biometano es "muy fácilmente homologable" al funcionamiento del sistema digestivo de una persona o un animal. La parte de la boca es la que se encargaría del pretratamiento de los residuos. "Tenemos que masticarlos y triturarlos para convertirlos en algo digeribles", añade el responsable de Desarrollo de Negocio de Nortegas.

Seguidamente pasaría por el esófago (tuberías) hasta llegar al estómago (los digestores). Aquí, en ausencia de oxígeno, existe una serie de bacterias que van haciendo que todo el carbono orgánico se vaya convirtiendo en gas. "Yo creo que es obvio que significa el biogás cuando alguien está comiendo", bromea el directivo de Nortegas.

Tras producirse la reacción se quedan dos partes. Por un lado está el biogás, compuesto por CO₂ y metano. Cabe resaltar que este dióxido de carbono está considerado "neutro", ya que este es recogido directamente de los cuerpos orgánicos y posteriormente devuelto, sin generar nuevo a mayores. "Muchas veces se genera la confusión de 'cómo que es neutro', pero se considera así porque es CO₂ captado por los animales en esa etapa de generación de residuo, no es generado nuevo", recalca Navedo.

Una vez se tiene esto, a través de un sistema especial, se separan los dos gases, dando como resultado el biometano con alrededor de un 97% de pureza, que es posteriormente inyectado a la red.

Digestato

La segunda de las partes que se genera a través de todos los procesos es lo que se conoce como el digestato, que se canaliza por dos procedimientos diferentes. Se produce una parte sólida, resultante de todos los residuos tratados a los que se les ha sacado los componentes gasísticos y que se puede llegar a convertir en fertilizante orgánico. Por otro lado está la parte líquida, que según señala el directivo de Nortegas que es "en su gran mayoría agua", ya que el líquido elemento no genera biogás, por lo que todo lo que entra sale. "Va a salir depurada, es como si lo pasáramos por un proceso de los riñones. Llega a un agua final que puede ser reutilizada", añade Luis Navedo.

De esta manera, Nortegas convierte lo que es un problema medioambiental (los residuos) en un aprovechable en tres partes: fertilizantes, agua reutilizada y no desechada, y el biometano inyectado directamente a la red de gas y que genera energía, creando un ecosistema de autosuficiencia. Lo que viene siendo una economía circular en toda regla.

Planta de Nortegas en Ólvega, Soria.

Objetivos de la UE

Esto ha llevado a la propia Unión Europea a plantear que para 2030 todo el sistema de la red de gas en el continente suponga un 20% proveniente del biometano. Llegando aumentar este margen al 30 o incluso 50% de cara a 2050. Sin duda, unas cifras que suponen un reto para los países, especialmente para aquellos, como es el caso de España, y en consecuencia de Castilla y León, que todavía no han desarrollado del todo este sistema.

No obstante, Navedo tiene claro que esto supone unas "ventajas" a nivel social, desarrollo rural y medio ambiente, más todo lo que implica en el ámbito tan famoso de la descarbonización. "Con las dificultades geopolíticas que hay con el tema energético, si tú eliminas un 20 o 30% de tu propia generación te supone tener un mínimo de consumo energético que lo tengas garantizado", subraya el directivo.

Potencialidades de Castilla y León

Castilla y León es una Comunidad que aglutina el 50% del suelo agrícola y cultivable de España, lo que implica que la salida del digerido, que supone "un tapón y un cuello de botella muy importante", tendría salida. No obstante, en la Comunidad existe un problema de dispersión bastante patente, lo que provoca que el mallado de la red gasística esté repartida por amplias zonas, pero Navedo explica que lo realmente "importante" es que haya consumo de ese gas.

"Este tipo de plantas están en ámbitos rurales, cercanos a donde se genera el residuo, pero claro, las redes no suelen llevarse hasta allí. En Castilla y León se da la problemática de que la red no está tan distribuida como lo puede estar en otras regiones por el potencial industrial que tienen. Hay soluciones como buscar el binomio o equilibrio entre la ubicación de la red y la de los residuos de tal manera que si no es perfecto vamos a intentar encontrar un término medio donde se pueda desarrollar", aclara.

La Comunidad se ha convertido así en toda una diana para Nortegas, ya que aquí han encontrado en distintas zonas lo que ha denominado Navedo como la "triple corona": "Tiene el sustrato, tiene la posible aplicación del digerido y luego también la red de gas, como se da en casos como el de Ólvega, que es una zona industrializada, con un potente sector alimentario y además con un alto grado de consumo de gas. Nos garantizaba la red, el consumo y tiene muy buenos territorios o muy buen suelo u orografía a nivel agrícola". 

En definitiva, Europa y España se encaminan hacia la descarbonización total con una importante incidencia del biometano, que además de suponer una solución a un problema con los residuos, supone un camino hacia el progreso. Y ahí espera estar Castilla y León, que quiere convertirse en una potencia en el país y atraer a compañías como Nortegas, que han apostado muy fuerte por la Comunidad.

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