El ave fénix fue capaz de renacer de sus cenizas. Mitologías aparte, fue exactamente lo mismo que le ocurrió a la empresa de alimentación Cascajares cuando el pasado 26 de enero un fuego arrasó por completo su fábrica de Dueñas (Palencia).
Las muestras de cariño que recibió el CEO de la empresa, Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, desde el minuto siguiente a conocerse la noticia, permitieron a este empresario y a su equipo humano soñar con volver a empezar. Aunque tuviera que ser desde cero.
Llamadas de algunos de los empresarios más importantes de la Comunidad, como Ginés Clemente, CEO de Aciturri; de Cipriano García, director general de Caja Rural de Zamora; así como del propio rey Felipe VI, inyectaron la confianza suficiente para que Cascajares comenzara de nuevo.
En esta historia de fuego, destrucción y renacer, toma protagonismo ahora la Sierra de la Culebra (Zamora), que el fuego devastó en el peor incendio que se recuerda en la historia de España. Cerca de 30.000 hectáreas de monte y bosque convertidas en cenizas y 17 localidades que tuvieron que ser desalojadas por la voracidad de las llamas, entre las que se encontraba Villardeciervos. Ellos también han tenido que empezar de cero.
Ahora, será posible replantar en esta zona hasta 30.000 especies de árboles y plantas autóctonas gracias a la iniciativa puesta en marcha por Cascajares y que cuenta con el apoyo de Caja Rural de Zamora.
Un proyecto que se ha ido gestando en el último año y que han presentado hoy en Valladolid el CEO de Cascajares; el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Caja Rural de Zamora, Narciso Prieto y la directora general de Aciturri, María Eugenia Clemente.
"El pasado 26 de enero pasamos de tenerlo todo, de estar en el mejor momento de la historia de Cascajares, a perderlo todo en 45 minutos", recuerda Jiménez Rodríguez-Vila. Fue entonces cuando, esa misma mañana, empezaron a llegar llamadas preguntando cómo podían ayudar a este conocido empresario de Castilla y León.
"Ese mismo día me llamó también el chef José Andrés y me preguntó qué podía hacer por nosotros, y le pedimos que nos hiciera una receta para nuestra pularda".
Así nace Ave Fénix, la pularda de la que Cascajares quiere vender 30.000 ejemplares en la campaña de Navidad, cuyo beneficio económico servirá también para reforestar 40 hectáreas de la Sierra de la Culebra. Por cada pularda de Ave Fénix vendida, se plantará un árbol.
Pero para levantarse y volver a empezar de cero, era imprescindible contar con apoyo financiero. "Desde el primer momento contamos con el apoyo de un banco cercano y fácil, de un banco amigo, como es Caja Rural de Zamora, y enseguida pudimos contar con un préstamo de 12 millones de euros para levantar la nueva fábrica de Cascajares y empezar de cero".
El director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Caja Rural de Zamora ha agradecido a Cascajares dar la oportunidad a esa entidad de crédito de "participar en el lanzamiento de un producto que no es sólo un producto, sino que tiene alma, de igual forma que una parte del alma de la Sierra de la Culebra se quedó allí durante los incendios" del verano de 2022.
Como "motor de desarrollo social que somos", ha añadido, "es un lujo trabajar en este proyecto con Cascajares".
Aciturri da el primer impulso: la pularda será el regalo de empresa por Navidad
Según fue tomando forma la idea de recuperar el mercado en Navidad, momento de mayor volumen de ventas para la empresa, la multinacional Aciturri, con sede en Burgos, decidió ser el primer gran cliente de este Ave Fénix con la compra de 3.000 unidades de este plato típico navideño ya precocinado y listo para comer, como regalo de Navidad de la empresa a sus trabajadores.
"Cuando me enteré del incendio que estaba asolando la fábrica de Cascajares, llamé a mi padre (Ginés Clemente, CEO de Aciturri), y él llamó directamente a Alfonso para ver de qué manera podíamos ayudar", explica María Eugenia Clemente.
Así surgió enseguida la idea de que los primeros productos que Cascajares volviera a poner en el mercado, tuvieran asegurados sus primeros 3.000 clientes.
"Sin clientes no somos nada, así que sólo tenemos palabras de agradecimiento también para Aciturri que desde el primer momento quiso ayudarnos como pudiera", indica el CEO de Cascajares.
"Para nosotros Cascajares es un ejemplo de valores, de empresa familiar, de compromiso con los trabajadores y sus familias y también con la sociedad", asegura Clemente.
Un producto, el Ave Fénix, que ya cuenta con el interés de otras empresas de Castilla y León por seguir la senda iniciada por Aciturri para ayudar a la compañía de capones a levantar el vuelo en el que es ahora "el proyecto más importante para nosotros después de haber conseguido levantar una nueva fábrica", asegura Jiménez Rodríguez-Vila.
El producto estará disponible tanto en la web de Cascajares como en las principales tiendas de alimentación y centros comerciales.
La famosa subasta de capones regresa a Valladolid
Una de las acciones benéficas que más trascendencia mediática y social tiene de las que lleva a cabo la empresa Cascajares, es sin duda su famosa subasta de capones que tradicionalmente se lleva a cabo en el Hotel Ritz de Madrid.
"Queremos que este año se celebre en Valladolid para devolverle a tanta gente tanto cariño y apoyo que hemos recibido en estos meses tan duros", ha indicado el CEO de la empresa.
Así, la XXIV subasta tendrá lugar el próximo 29 de noviembre en el Teatro Calderón, que ya ha colgado el cartel de 'lleno' para adquirir una entrada y poder participar y presenciar este encuentro.
Todo lo recaudado irá destinado a la Fundación Sifu, cuyo objetivo es integrar laboralmente a personas con alguna discapacidad para que puedan ser económicamente independientes y mejoren así su calidad de vida.