Los datos son bien claros. Europa importa más del 80% de concentrados de litio que se consume a los grandes productores que son Australia, Chile y Estados Unidos. Para más inri, la dependencia es del 100% en el caso del litio procesado, acaparado por China, que es el gran dominador de las baterías eléctricas, ahora tan de moda y más en un futuro. El litio es el metal menos pesado de la tabla periódica. Tiene la capacidad de conducir calor y es necesario para el funcionamiento de las baterías eléctricas, para el almacenamiento de energías renovables y para las baterías de los productos electrónicos de consumo como teléfonos móviles y portátiles.
Lo más curioso es que España tiene yacimientos de litio, pero no se explotan, el denominado 'oro blanco' de la llamada transición verde que se ha convertido ahora mismo en lo más codiciado. Concretamente en una zona de Salamanca, hay mucho litio, lo suficiente para no depender de otros países durante muchos años en un momento en el que Europa no ha sido capaz de generar una sola tonelada de litio, pero sí de consumirlas.
Sin embargo, la actual legislación pone las cosas muy complicadas. Demasiados trámites, escollos y alguna que otra asociación poniendo trabas. La apertura de nuevas explotaciones mineras sigue estando lejos, pero se ve luz al final del camino al ser la única forma de no tener que depender de terceros países. Sin ir más lejos solo hay que recordar lo que ocurrió con el gas y Rusia. Pues bien, con el litio puede ocurrir igual. Pero hasta llegar a explotar una mina hay mucho trabajo detrás, y es ahí donde toma todo el protagonismo las empresas de investigación minera. El renombrado pacto verde que tiene como objetivo de reducir las emisiones un 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990 y alcanzar la neutralidad climática para 2050, es inviable sin recursos minerales españoles y europeos.
Technology Metals Europe es una de ellas, trabaja en un proyecto interesante en Castilla y León, porque “quizá sea la región, no solo de España, sino de Europa, que posee el mayor número de materias primas críticas identificadas, y que están listadas por la Unión Europea, por su importancia económica para el desarrollo de energías verdes y por el riesgo de dependencia de terceros países. La empresa está generando investigaciones en el entorno de la provincia de Salamanca que le permita crear un suministro de recursos minerales esenciales para el desarrollo de las empresas españolas, evitando que se procese y exporten fuera de nuestras fronteras. “Si lo tenemos nosotros, lo lógico es que lo explotemos nosotros”, explica el director de España, Jorge Gil, que incide en que “somos una empresa que investigamos, medimos y valorizamos un recurso minero. El valor económico de las materias primas, lo decide el mercado de valores ”.
Además, pone sobre la mesa la forma de actuar de China, que es “muy inteligente”. El gigante asiático no tiene minas, no quiere, “él prefiere tener participaciones y activos mineros a cambio de tener el suministro aunque no lo tenga en su tierra”, señala. Así, se asegura el suministro de materias primas para seguir siendo la locomotora económica del mundo para así, “lo compro, lo proceso y te lo vuelvo a vender en otro formato”. Así, el proceso es el siguiente, antes vendía el hidróxido de litio, pero ha dado un paso más y luego vendió la batería, y luego, “el coche entero”. “Los coches se siguen haciendo en otros países, pero los componentes son míos”, resume.
Como decíamos, el litio es el elemento esencial para la movilidad eléctrica y sus baterías. Algo que cobra importancia teniendo en cuenta que España el segundo mayor productor de vehículos en Europa y con presencia de grandes consorcios en la Comunidad. Este proyecto de investigación nace de la mano del eurogeólogo español Rafael López Guijarro y de los estudios previos realizados en la provincia de Salamanca.
De esta manera, en la actualidad, la empresa TME está desarrollando la segunda campaña de sondeos en el permiso de investigación en el municipio de Villasrubias, en base a unos recursos identificados de litio, tantalita, wolframio, estaño y feldespato. El permiso de investigación abarca un área de 11,4 Km2, en las poblaciones de Villasrubias, Robleda, Fuenteguinaldo y Peñaparda.
Una empresa que se la juega
Cuando una empresa de investigación decide analizar una zona “se la juega”, apunta Gil. “Tú no sabes cuántos recursos hay debajo de la tierra, puedes saber si hay algo, pero nunca la cantidad”, comenta. Por eso, el camino es largo y, sobre todo, cumpliendo estrictamente con normativas mediambientales, culturales y de seguridad y salud, establecidas en la normativa minera española; y bajo la observancia y criterio de la sección de minas de Castilla y León.
En 2022, adquiere de Siemcalsa, la extinta Sociedad de Investigación y Explotación Minera de Castilla y León, S.A, del permiso de investigación denominado VILLASRUBIAS. SIEMCALSA ya había desarrollado investigaciones previas en la zona. La Junta, a través de la sección de minas de Salamanca, autorizó la transmisión del derecho minero a favor de TME.
En mayo de ese mismo año, el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía, y tras la documentación presentada, resuelve conceder una prórroga ordinaria por tres años a favor de TME, en función de los informes positivos sobre el plan de restauración ambiental presentado; y del servicio territorial de Cultural. Para ello, también hay que consignar un aval de restauración en la caja de depósitos de la Junta, “para garantizar la restauración del espacio donde se desarrolla la investigación”.
Marzo de 2023 fue una fecha importante. En este periodo se autorizó una primera campaña de sondeos en Villasrubias, en torno a la antigua mina de estaño, llamada Canalita, abandonada en la década de los 50. Así, la empresa dirigida por Jorge Gil llegó a un acuerdo con los propietarios de las parcelas donde se desarrolla la investigación y comenzó una campaña de geofísica, en colaboración con investigadores de la USAL. Unos estudios intensos con drones y tomografía, que permite acotar los sondeos posteriores, “algo que sirve para minimizar el número de sondeos e impacto ambiental porque delimitamos zonas concretas en las perforaciones”, apunta, para añadir que "todavía estamos en un estado incipiente de la investigación, pero una futurible mina en Villasrubias, seria en forma de galerías, nunca a cielo abierto. En un área muy acotada, quirúrgica".
Durante la primera campaña se realizaron 11 sondeos, para un total de 1.146 metros, de 8,5 centímetros de diámetro con recuperación de testigo. Los testigos, la tierra extraída, que son recuperados son testificados y preparados para el análisis en las instalaciones que TME, tiene en Ciudad Rodrigo y remitidos a la sede que los laboratorios, ALS tiene en Sevilla.
Así se hacen las extracciones
Detrás de todos estos estudios hay mucho trabajo. Tras los sondeos se realiza una restauración sobre el terreno, reflejada en el plan de restauración, aprobada por la Sección de Minas de Salamanca y consistente el relleno de los huecos con el material original sembrado de especies revegetando la zona con flora autóctona.
Los resultados de la primera campaña han sido ya publicados, y constataron lo pensado. Había litio, había estaño, pero también wolframio y tantalita con ppm demostradas (partes por millón) del famoso coltán en “niveles iguales a los hallados en yacimientos en explotación de países africanos”, recuerda Gil. Así, el proyecto pasó a ser polimetálico.
En marzo de 2024, TME comienza la segunda campaña de sondeos en la misma zona, La Sección de minas autoriza a TME, el inicio de una campaña de 5.000 metros, repartidos en 31 sondeos. Al igual que para la anterior campaña de sondeos, el 100% las empresas contratadas para realizar las labores son españolas, los estudios geofísicos son desarrollados por Técnicas Geofísicas y en colaboración con la USAL, y los estudios e informes medioambientales los realiza GA INGENIEROS, ambas empresas de Ávila. Geoplanning es la compañía elegida para realizar los sondeos, con sede en Lérida y cuyo ingeniero responsable del proyecto, es oriundo y reside en de Ciudad Rodrigo.
La empresa certificadora de los análisis de las muestras extraídas, lo realiza ALS, ubicada en Sevilla; está previsto que la modelización 3D de los resultados de las investigaciones lo realice la consultora asturiana ASTURMINE. Además de todo esto, el transporte y suministro de agua necesario para enfriar las coronas de perforación, la restauración de los terrenos, la herrería y los suministros y logística se realizan con empresarios locales de la comarca de El Rebollar y El Alto Águeda. Con todo esto, Gil destaca la importancia que tienen estos proyectos de investigación a la economía de la comarca. “Aquí la gente duerme, come y genera una riqueza a la zona que viene muy bien y que no podría conseguir de otra manera”, explica.
Todos los trabajos que acarrean la investigación y sus permisos han sido trasladados en primer lugar al ayuntamiento de Villasrubias, donde se desarrollan los sondeos y posteriormente tanto a la Mancomunidad de El Alto Águeda, como al ayuntamiento de Ciudad Rodrigo. "Desde TME, informamos en todo momento del estado de los trabajos realizados a los organismos locales", señala su director de España.
Pero los proyectos de TME en Castilla y León siguen en marcha. Ahora mismo es titular también de los permisos de investigación minera de Aldeadavila, Hinojosa y El Payo, todos ellos en la provincia de Salamanca. Los recursos autorizados a investigar son litio, tantalita, estaño, niobio, berilio, wolframio y feldespato.
TME cuenta como socio y cofinanciando la investigación con la compañía de investigación minera australiana denominada Energy Transition Minerals (ETM), y que está listada en la bolsa de valores ASX. Y que desarrolla otros proyectos de investigación en Groenlandia y Canadá.