Tomas-Hidalgo

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Opinión

Un millón en Barcelona, no! Un país

8 octubre, 2017 22:44

Siempre, después de una concentración multitudinaria es preceptivo menospreciarla o dotarla de valor por la cantidad más o menos cercana de asistentes.

Unos dirán que han asistido tantos y, otros, tantos más 1.

Pero lejos de todo eso y, visto que las cifras no sirven para justificar nada, solo es valorable el objeto y el objetivo de la concentración, la causa, la razón de la misma.

En la concentración de banderas y ciudadanos que se ha producido esta mañana en Barcelona, la justificación o la causa era obvia, la defensa de la convivencia (en Democracia) en una comunidad de España (Cataluña) y la unidad de un país (España) pero sobre todo, la vuelta de la Justicia para todos los Catalanes, la que sanciona actuaciones ilegales y la que otorga y defiende derechos.

Unos Derechos que nos vienen dados por la Ley de Leyes, la Constitución aprobada en el año 1978 y que votaron en aquellos tiempos y, más en concreto en la región donde se ha violentado, un 90,46% de su población y que, por extensión en todo el país, recibió el apoyo del 91,81% de los votantes.

En esa Constitución como fundamento principal, pues es el punto 2 del primer artículo, queda claro que la soberanía reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

 Los estados modernos tienen como elementos primordiales entre otros poderes el político, judicial, legislativo, una sociedad y, sobre todo y este aspecto es el que me interesa puntualizar, un espacio territorial “soberano, sin injerencias externas”. Soberanía de la que es titular todo el pueblo con la plena libertad de decidir por sí mismos su destino.

La deducción por todo ello es muy clara, si de lo que trataba esa concentración era de defender la soberanía de un pueblo, lógico por ello es decir, que no estaba conformada pues por 1.000.000 o tantos ciudadanos, esa concentración representaba la soberanía de 46,4 millones de españoles.