Metamorfosis democrática dolorosa

El gusano tranquilo camina por la rama comiendo, soñando, viviendo un estado de felicidad y, en un momento concreto, en el que él llega a un estadio ni esperado ni conocido por él, entra en crisis e inicia un proceso de catarsis profunda que le obliga a encapsularse, sufrir, aplicar la máxima austeridad vital, del que finaliza el proceso trasformado en una preciosa mariposa.

En el trámite de crisis, en su seno, surgen nano intrusos que tensionan el trascurso provocando situaciones de angustia que, de no ser resueltas con su eliminación, producirán el caos, que es lo que buscan, y la ingesta de la crisálida por los intrusos que crecen en la ponzoña; pero, si nuestro tranquilo amigo aprovecha el crack para eliminar a los buscadores del caos, saldrá reforzado y obtendrá la gloria de la belleza de la mariposa.

Nacimos a la democracia tras un proceso de convulsión social y política de trasformación tranquila, pese a no estar exenta de tensión. Obtuvo el cambio con un PSOE que renunciaba al marxismo y lo superaba en mor de la socialdemocracia, una Alianza Popular que superaba la posición radical en favor de un centro derecha, que se supera a sí mismo en un Partido Popular paradigma de una derecha moderna y democrática.

Se produjo un crac, una situación de crisis, no sólo económica, también moral, social, que generó tensiones que no se buscaban superar, naciendo los nano parásitos que horadan los cimientos de la democracia para conseguir el caos en el que ellos se desarrollan sin pudor. En ese caldo de cultivo, la sociedad desarrolla una faceta latente, hasta el momento, de desprecio y persecución del ladrón de guante blanco, que el pulgón busca apropiarse del resultado; pero, acto seguido, ese trámite de regeneración y cambio, en el que la sociedad exige trasparencia, obliga a la decencia y a la honradez, y culmina con una exigencia radical, la verdad, la falta de mentira, la persecución del aranero, de forma que, hasta ese momento, se aceptaba que el político miente, que en campaña se promete para no cumplir, la farsa es parte del teatro político; pero, tras la mutación, la mentira, el embuste, la carencia de verdad, es suficiente para eliminar la carrera de ese actor.

Consecuencia de la crisis, una sociedad que desarrollaba su tránsito en un sistema democrático, conseguirá la limpieza y  honradez democrática en un paso de gigante hacia una democracia de mucha más calidad, en la que aún viviremos momentos de derrames ponzoñosos de intentar silenciar a la posición, a las cámaras, a los notarios de la sociedad que, finalmente, serán expurgados y superados para, también, obtener una mayor calidad que aniquile a los nano parásitos, a la ponzoña, para acabar con aquellos sujetos de la más ínfima plebe y peores procederes, que sólo buscan acabar con la democracia e implantar una dictadura.

Sánchez, Iglesias, Rufián etc. son carcomas que serán superadas por una sociedad civil que está dispuesta a aprovechar el momento para su trasformación moral, ética, y exigir la verdad, la lealtad, una España nueva, pero sólidamente conformada y fuertemente engrandecida, para acabar siendo una mariposa y no morir siendo gusanos. Trabajemos cada uno desde nuestra posición para conseguirlo.