Teléfonos y llamadas
Parto de dos hechos o presuntas realidades, primero, que los teléfonos en estos meses y últimos años, tanto las llamadas de dentro y de fuera, están incrementándose en nuestro suelo y nuestra sociedad y nuestro Estado. O dicho de otro modo, que ha aumentado exponencialmente las llamadas que vienen de fuera, y las llamadas de dentro a fuera, y las llamadas en el interior, entre todos los poderes reales o fácticos, entre todos los poderes institucionales y representativos.
También creo que cuándo se va alcanzando poder, se va ascendiendo en la responsabilidad del poder, va aumentando el conocimiento real de la sociedad y de la política y de todos los estratos, es decir, se conoce, por un lado muchos más datos, y por otro lado, se sufre o soporta más presiones de todo tipo, es decir más llamadas, por personas más importantes, o al menos, con más poder institucional real o fáctico, tanto de dentro de la propia sociedad-territorio o Estado, cómo de fuera…
Siempre indico, que yo que padecí el golpe de Estado de febrero de 1981, como soldado obligado a realizar el servicio militar, han pasado décadas, y aunque he ido recopilando una cantidad importante de datos y entrevistas y análisis, debo confesar que todavía no he entendido, ni comprendido lo que sucedió y que padecí. Puede ser, que sea falta de mi capacidad intelectual, puede ser que sea falta de datos, puede ser que sea falta de análisis apropiado...
Indico lo anterior, porque creo, estimo, me parece, utilicen ustedes el verbo y adjetivo que deseen, que lo que está sucediendo en Celtiberia-Iberia-Hispania-España en estos últimos cuatro o cinco años, y lo que está sucediendo en estos momentos, y lo que parece sucederá en las próximas semanas o meses o años… Yo, yo reitero que yo, al menos, no entiendo nada o casi nada. Es decir, creo que con demasiado inconsciencia escribo y analizo y publico modestamente artículos de filosofía política, quizás no me atrevo a decir de economía-política, sino más bien de filosofía política o algunos aspectos de política profunda o esencial o fundamental. Analizando los grandes fundamentos…
Pero debo indicar que desconozco, y creo que todos o la inmensa mayoría desconocemos, de verdad la verdadera partida de póker, ajedrez o de gó que se está jugando. Desconozco y me doy cuenta, que no solo me faltan multitud de datos y conocimientos y hechos y relaciones y funciones y variables. No sé es que si los medios de comunicación no lo conocen, no sé, si es que no es conveniente revelarlos al público en general, no sé, si se está jugando varias partidas al mismo tiempo, con varios finales, no sé, lo que se estará negociando, porque supongo que existirán mesas de negociación paralelas, porque siempre se ha dicho, mientras en la guerra del Vietnam, en las semanas de más belicosidad, existía una mesa abierta en Paris.
Desconozco lo que Europa espera y teme, lo que Estados Unidos, lo que Alemania y Francia en concreto, lo que podría hacer Rusia, lo que los países del Mediterráneo Sur esperan o temen o desean…
Pero si existe una realidad, media España, por no decir más, aunque intenta seguir una vida normal y rutinaria, incluyendo vacaciones, tiene el alma en la boca, porque media España, de oídas o de ilustración sabe que los procesos sociopolíticos y socioeconómicos graves, casi siempre han terminado en nuestro territorio como el rosario de la aurora.
Medio país sabe que se van calentando los ánimos, y que al final, los ríos se desbordan. Y que cada mes se van calentando y recalentando mas y que las consecuencias son imprevisibles. A mayor incertidumbre política, mayor incertidumbre económica, a ambas incertidumbres más incertidumbre social, a esos tres conjuntos de incertidumbre, parte de la población empieza a tomar posiciones no-moderadas, sino radicales, de un color y de otro…
Imaginemos dos horizontes posibles, que pueden existir dentro de diez años, pongamos un plazo medio de tiempo, que unos territorios del actual Estado español, tienen mucha más riqueza que otros, que esto ya es una realidad, pero sus impuestos se quedan mayoritariamente para ellos, el resto de territorios, se verán mermado drásticamente, en mayor o menor grado, su estado bienestar, es decir, todos los sistemas de interrelación que se han conseguido a lo largo de los siglos. Porque al final, que unos territorios sean más ricos que otros, se debe, no solo a la idiosincrasia de esas regiones, sino a la aportación de cientos de formas y maneras y causas de todo el Estado a lo largo de generaciones de seres humanos, de siglos.
Dicho de otro modo, cuándo parte de la población, de algunos territorios o regiones, si sucediese esa posibilidad, se den cuenta que están desnudos, que sus sistemas sociales, se han visto mermados ostensiblemente. Cuándo empiecen a percibir, que han disminuido sus parámetros sociales, a y en una serie de baterías de hechos y datos y acontecimientos. Cuándo se den cuenta, que hace diez años o veinte vivían de una manera y ahora de otra, pero inferior, entonces, estallará las revueltas psicológicas internas y se plasmarán en que las opciones no-democráticas recibirán una enorme cantidad de votos. Y después se abrirá otro capítulo que desconocemos el final, y mejor dicho, que ya en un modesto artículo no se pueden exponer.
Por consecuencia, espero que los que tienen tanta ingente cantidad de datos y tienen tal cantidad de poder, sean conscientes, que se están jugando dos partidas al menos, una la famosa secesión del Estado, en tres o cuatro Estados a medio plazo de tiempo, otra que algunas regiones del territorio, quedarían en ese mismo espacio de tiempo, en una situación de bienestar social, muy reducido, además de la crisis económica que no somos capaces de superar, de lo cual, podrían nacer y causar conflictos sociales, que se plasmarían en que fuerzas sociopolíticas no-democráticas tomarían el poder de forma democrática, y entonces se abriría otro melón.
Por consecuencia insto a los que tienen los teléfonos y realizan las llamadas, que sean muy prudentes, porque pueden abrir la caja de Pandora. Literalmente la caja de Pandora. Pero evidentemente, sé que soy parte del pueblo, y apenas sé nada de conocimientos sociopolíticos, y sé muy poco de la política real, de los datos de la realidad real. Lo que más desearía es equivocarme en los pronósticos, que no dejan de ser posibilidades… Paz y bien.