La “Bárbara” Venezuela
Esta semana, participé en un acto on line, con Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y, a su vez, presidente encargado del país para muchos Estados, entre ellos el nuestro. Y debo decir que, a pesar del horror que vive el país, Guaidó estuvo sereno y convincente en su intervención, lo que resultaba algo sorprendente por lo que está ocurriendo allí donde a la falta de libertad, quizá por ello, se une la carencia de alimentos, productos farmacéuticos y hasta gasolina, siendo Venezuela uno de los más importantes productores de petróleo.
Cuando oía a Guaidó, no podía menos de acordarme de un ilustre compatriota suyo, Rómulo Gallegos, gran escritor y también político, y que llegó a ser presidente de la República a mediados del siglo pasado. Gallegos, en su gran novela “Doña Bárbara” publicada en 1929, describe el país bajo la dictadura de Vicente Gómez, en la novela Santos Lizardo, donde campa a sus anchas la corrupción, la traición, el despotismo, la falta de libertad, el latifundismo, la injusticia y hasta la brujería. Y es que, ahora, bajo el dictador Maduro, la realidad, desgraciadamente, es muy parecida a la de hace casi 100 años, como nos relataba el escritor en su novela y ahora Guaidó en su intervención.
Por ello, ahora sólo queda la esperanza de que se cumpla lo que dijo Don Rómulo, “el mal es temporal, la verdad y la justicia imperan siempre”, algo similar a nuestro “no hay mal que cien años dure”, como parece que está sucediendo ahora, pues de lo contrario la situación para nuestro hermano país no solo sería insostenible, que ya lo es, sino también irreversible. Y es que, el tiempo pasa y el sufrimiento de los venezolanos no admite más dilaciones.
El apoyo de Europa y de sus instituciones como el parlamento, quedó patente en la citada comparecencia, pero, sin embargo, aunque Guaidó dijo que el apoyo del ejército al régimen de Maduro no es total, las apariencias y también la división de la oposición son más elementos de angustia para dicho pueblo venezolano, cuya capacidad de resistencia está siendo heroica.
Los que hemos visitado Venezuela y comprobado su belleza y sus atractivos naturales, Canaima, Los Roques, Isla Margarita, etc…, además de sus recursos energéticos y la laboriosidad y entusiasmo de los venezolanos, se nos encoge el corazón ante lo que está pasando en un país que ocupa ya el penúltimo lugar en PIB, cuando, lo lógico, es que estuviera en los primeros lugares del continente americano.
Por mucho que se quiera eludir de esta catástrofe, no pueden ser ajenos a ella unos políticos que, con sus delirios bolivarianos, como si Bolívar no hubiera sido un gran líder, son ahora unos burdos imitadores sin preparación y sin escrúpulos y que están causando una ruina atroz.
No sabemos lo que pasará en diciembre con las elecciones presidenciales, pero si Maduro continúa gobernando o, mejor dicho desgobernando, el mal del que nos habla Rómulo Gallegos seguirá imperando. Esperemos y deseemos que no por demasiado tiempo.