Las elecciones madrileñas II. El resultado
La actualidad manda, y hoy, en el panorama político español, nadie discutiría que el resultado de las recientes elecciones en la Comunidad de Madrid acapara la atención de todo el mundo.
Ciertamente todas las encuestas, por supuesto salvo el CIS de Tezanos, presagiaban el triunfo de Isabel Díaz Ayuso, si bien es verdad que no de la forma tan arrolladora que expresan los resultados, aunque Michavila, presidente de Gad 3, pronosticó una horquilla de 62-65 escaños anunciando que a mayor participación electoral mejores resultados.
Nadie se atreve esta vez a discutir la victoria de Díaz Ayuso, aunque cada uno trate de dar la explicación que le resulte más favorable. La mía es sencilla: las siglas del partido, el PP, y la personalidad de la candidata, una persona normal, cercana, valiente, con una gestión reconocida, un buen programa, y una muy buena campaña electoral, con un lema indiscutible, la libertad frente al socialismo primero, al sanchismo después y al comunismo al final, y mientras los demás candidatos se empeñaban en hablar de fascismo, xenofobia, provocaciones, etc., y denunciaban amenazas con cartas que contenían balas e incluso una pequeña navaja, mientras nos ocultaban que se había detenido a dos escoltas de Pablo Iglesias entre los agresores de los militantes de Vox y de los policías que les protegían en un mitin en Vallecas, Isabel hablaba de vacunas, tests, control de la entrada por Barajas, vacunaciones en empresas, y apoyaba a bares, restaurantes y pequeño comercio. Tuvo la valentía de disolver la Asamblea, convocar elecciones y adelantarse a la moción de censura que le preparaban Sánchez y Arrimadas. Y lo más sorprendente, contra pronóstico, el 58% de los jóvenes madrileños están con ella.
Frente al populismo de ambos extremos, Vox y la Izquierda Radical, Díaz Ayuso estaba en el día a día, y eso explica la acogida que ha tenido entre la gente normal que no entendía de manteros en las listas, de subidas de impuestos o del cierre indiscriminado de bares y restaurantes. Isabel, acertadamente, fijó sus dardos en Sánchez, el gran maltratador de Madrid y no en Gabilondo. Y ello explica que la candidatura del PP haya ganado en todos los distritos de la capital y en todos los pueblos de la Comunidad, salvo dos, pasando de 30 a 65 diputados, es decir, quedando a 4 de la mayoría absoluta. Y además ya anunciado su intención de reducir el número de Consejerias en su gobierno y el de Diputados en la Asamblea. Sin duda, otro acierto de la valiente presidenta.
El PSOE presentaba como candidato a Ángel Gabilondo, tras no haber conseguido un candidato de mayor fuste. Hombre solvente desde el punto de vista intelectual, trató primero de captar votos de Cs, cuya debacle estaba cantada en todas las encuestas, y al detectar su fracaso en esta tarea fue obligado a anunciar su oferta a Pablo Iglesias en un desastroso cambio en su estrategia electoral.
Pedro Sánchez le impuso la aspirante a vicepresidenta y el resto de la lista y le puenteó hasta que, al ver venir el desastre, desaparecíó de la campaña. Y tan desamparado lo dejó que no le ofreció ninguna de las sedes del Psoe para seguir el recuento, y nadie le acompañó en su comparecencia en un hotel madrileño: 24 escaños, el peor resultado socialista en Madrid. Ahora se desentiende del fracaso y ya están forzando la renuncia de Gabilondo al escaño, cosa que al final ha conseguido, no sin antes provocarle una crisis cardíaca que ha requerido su hospitalización. Esperemos su pronta recuperación.
Más Madrid fue una sorpresa, aunque se esperaba un buen resultado, llegando a superar en votos al propio Psoe e igualarlo en escaños. Mónica “pistolitas” ha hecho una buena campaña, menos agresiva que la de los podemitas cuya oferta de coalición electoral rechazó de forma inteligente e inmediata. Y puesta a cuidar los detalles votó por correo para que no la captaran las cámaras votando en el barrio de Salamanca, donde vive en un espléndido piso de 200m frente al Retiro. Otra vez, el comunismo del caviar. Por cierto, anestesista, que no doctora como figuraba en su primer currículum, pretendió y de hecho logró contar la exclusividad en la Asamblea Madrileña con su puesto en la sanidad pública por lo que tuvo que devolver 33.000 € cuando se detectó el fraude.
Vox hizo una campaña muy en su línea siendo objeto del acoso de los radicales de izquierdas, tan demócratas ellos, como siempre. Su candidata se fue radicalizando poco a poco, pero siempre desde el respeto a sus adversarios, y su resultado no fue el por ellos esperado, pues si bien han subido un escaño, no hay que olvidar que la Asamblea de Madrid está vez tenía cuatro escaños más. Al menos han comprometido su apoyo a Ayuso, claro que cualquier otra actitud sería impensable.
Y el último grupo en acceder a la Asamblea es Unidas-Podemos con 10 escaños. Ciertamente el desembarco de Iglesias le salvó de una debacle similar a la de Cs, desplazando a la candidata natural en su habitual actitud de macho alfa. El escaso resultado, su tremendo ego, y otras razones que iremos descubriendo poco a poco, le llevaron a anunciar la misma noche de su fracaso electoral su abandono de la política, lo que no deja de ser una estafa a quienes le habían votado, y un incumplimiento del compromiso adquirido con sus electores, y con su amigo Ferreras, a quien una semana antes, en la Sexta, había garantizado su intención de incorporarse a la Asamblea, fuera cual fuera el resultado. ¿Renunciará también a la indemnización por su dimisión, que no cese, como vicepresidente y que dijo que sólo cobraría hasta su incorporación a la Asamblea? ¿Al final le fichará él multimillonario comunista Roures?
Pronto lo veremos. Lo que es seguro es que no volverá al pisito de Vallecas. Como anécdota simpática, un mariachi apareció a la puerta de la sede podemita entonando “Rata inmunda”
“Yo se perder”, “y volver, volver, volver...”, entre otras. Enhorabuena por la iniciativa, Miguel Ángel...
Finalmente Cs, conforme aseguraban todas las encuestas, se quedó fuera. Arrimadas sigue conduciendo a su partido de error en error hasta el desastre final, y se empeñó en sacrificar a Edmundo Val en una misión imposible, lo que es una pena, además de excluir a todos los antiguos consejeros de la nueva lista, algo difícil de entender si su gestión había sido tan buena como aseguraba el candidato. Claro que en el pecado lleva la penitencia. A buen precio le ha salido a Arrimadas su aventura murciana...
En conclusión: en Madrid, el PP arrasa, Más Madrid lidera la oposición de izquierdas, el Psoe se hunde, Vox se mantiene y Cs desaparece, mientras en Moncloa y Ferraz cunde el pánico, que tratan de distraer provocando la dimisión de Franco, el secretario regional del PSOE, no el otro, y la dimisión y crisis cardiaca del candidato Gabilondo. Para rematar la maniobra de distracción, convoca primarias en Andalucía para deshacerse de su enemiga Susana Díaz.
Si Pedro Sánchez fuera una persona sensata, Tezanos habría sido cesado el miércoles, y esta semana anunciaría una remodelación-reducción del Gobierno para, desde un gobierno monocolor, intentar resistir.
Pero pedir sensatez a nuestro presimiente es pedir peras al olmo. Muy al contrario, y como todos sospechábamos, en los “papeles de Bruselas” aparece un hachazo fiscal sin precedentes: subida de los impuestos al diésel, los plásticos, a 4 millones de declaraciones conjuntas en el IRPF (y no precisamente a los más ricos), impuestos de patrimonio, donaciones y transmisiones que se armonizarán, por supuesto al alza y pago de tasas por circular por autopistas, autovías, vías de alta capacidad e incluso a todo tipo de carreteras, y elevación de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social. Pero claro, había que esperar a que se celebraran las elecciones madrileñas.
Y para terminar mi felicitación y agradecimiento a Isabel Díaz Ayuso por su éxito y porque ya le debemos dos, y dentro de poco, alguna más, pues la Puerta del Sol es el kilómetro cero de España.
Hasta el viernes que viene.