De la Iberoamericana de Toro
La primera exposición "Iberoamericana de Toro", un collage de artes visuales del siglo XXI con protagonismo femenino que ha tenido a México como país invitado acaba este miércoles. Se ha desarrollado en edificios históricos de Toro, Zamora, en los que las obras han convivido este verano con el arte sacro toresano. Unas 150 obras de diferentes disciplinas firmadas por una treintena de mujeres se han completado con mesas redondas y espacios de reflexión y debate sobre la igualdad y la presencia femenina en el arte.
Su comisario Víctor del Campo tanto en la clausura como en la inauguración ha reivindicado el papel del arte y la cultura como elementos movilizadores para cambiar la visión que la sociedad tiene sobre diversas cuestiones como la igualdad entre hombres y mujeres. Es de loar la iniciativa que ha tenido el ayuntamiento de Toro y su alcalde Tomás del Bien que ha propiciado que la cultura pueda germinar en cualquier parte. Una ciudad como Toro de gran valor histórico y artístico se ha vuelto a erigir como protagonista de la cultura y ha hermanado de nuevo a las Españas que no deben de estar separadas.
De lo acontecido en la muestra los que la hemos visitado y asistido podemos sacar muchas reflexiones. Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás, pero quizás sea la única, según Einstein. Es por ello que uno de los valores humanos que más se aprecian es el de la libertad cultural y de expresión que englobarían a la física, política, religiosa y más se nota su auténtico valor cuando, como el preso, se está privado de ella. Son tiempos difíciles para la libertad y para la mujer. La muestra plantea el problema filosófico de sí el ser humano es realmente libre, no se plantea sobre este tipo de libertades, cuya posesión o falta son obvias, sino en el seno mismo de la decisión ¿está nuestra decisión predeterminada por causas que no dependen de nosotros?
Nos planteamos el problema de sí podemos decidir o hacer libremente lo que queremos y en particular las mujeres. El tipo de libertad física, social o aparente, que más se airea y del que más se habla, sin negar ni mucho menos su importancia, no es desde el punto de vista filosófico tan importante, lo es más la cuestión de la libertad de la voluntad, libertad de querer o libre albedrío. Se trata de averiguar si lo que queremos lo queremos libremente, es decir, si cuando actuamos con un acto voluntario tal acto es libre y hubiera sido posible haber querido realizar un acto distinto y sentirnos igualmente libres. Parece que, caso de ser libre la voluntad humana, esta libertad sería algo exclusivo del ser humano dentro de los seres del Universo, de ahí la importancia de la cuestión.
Los seres inorgánicos no actúan libremente, el planeta Venus no ha elegido su órbita, tampoco los vegetales y ni siquiera los animales parecen gozar de libertad, ya que suelen actuar encadenados por un conjunto de reflejos e instintos. Sólo en el ser humano se ha planteado este problema, ya que se ha planteado desde los inicios el pensar filosófico.
¿Es libre la voluntad en sus decisiones o no lo es? La voluntad humana no es nada previsible ya que siempre hay seres humanos que podemos decir obran sin juicio, otros con juicio pero no con juicio libre. El juicio del ser humano no es sólo instintivo respecto de acciones particulares, sino racionalmente discursivo, obra con libertad de juicio, pudiendo decidirse por cosas opuestas, incluso por cosas que le perjudican. Luego necesariamente, siendo un ser racional, que tiene conciencia de su existencia, es, por lo mismo, al menos libre en su albedrío, en su manera de ser.
Víctor del Campo en la clausura señalaba que "las ideas sin valedores no tienen viabilidad y el alcalde de Toro y su excepcional equipo humano ha hecho posible la celebración de este evento. El alcance de la Iberoamericana va más allá de las visitas en Toro, ha saltado el ámbito nacional gracias a la visibilidad de los medios y redes sociales; se ha situado donde merecen a artistas mujeres que siguen en desventaja en el ámbito artístico, y se espera poder llevar a cabo una segunda edición en el verano de 2022". El éxito ha puesto de manifiesto la necesidad de dinamizar la cultura fuera de las grandes ciudades