Cuando llevas varias semanas en silencio, cuando contemplas cómo destrozan el futuro, cómo nos engañan como a niños, cómo se burlan de nosotros ante nuestra mirada sonriente, cómo vuelven una y otra vez a realizar las barbaridades más grandes sin que nadie diga nada y nada suceda, ciertamente te apetece poco seguir siendo un Pepito Grillo o un pitufo gruñón que clama en un desierto en el que ni los propios ni los ajenos te valoran o toman en consideración.
Nos llevan irremediablemente a la ruina por una gestión energética caótica, negligente y sin sentido de lo que dirán que es cosa de la guerra, pero callarán que sus dislates con Marruecos, a cambio de nada, los enfrentamientos con Argelia sin obtener rédito alguno, de apoyar a Ucrania pero de tener a Rusia como el 4º ó 5º proveedor de gas, pasamos a comprar el gas licuado a Estados Unidos y a tener a Rusia como segundo proveedor.
De tener un suelo rico en minerales raros, con gas y petróleo suficiente para abastecernos del que se nos niega la producción en pos o en aras de una supuesta ecología de plexiglás y estúpida que no sirve para nada. De generar material para las plantas nucleares que no tenemos, y que no se quieren desarrollar, que se vende barato a Francia para comprarle, después, cara la engería en pos de ese ecologismo falso que sólo sirve para empobrecer nuestra tierra y engañar a una pandilla de ilusos, que creen que su sufrimiento servirá para algo en la protección del planeta... pobres ilusos, si aún haciendo el máximo esfuerzo nuestra aportación mundial es insignificante y no salva ni un mosquito trompetero del zarpazo de una niña.
Ver cómo nos engañaron con la nefasta gestión del covid, en la que se nos decía que éramos unos canallas que no apoyábamos cuando criticábamos que la única medida "sanitaria" era dar millones a las televisiones, cerrar el portal de transparencia, minimizar las críticas al gobierno por parte de la Guardia Civil y llevarse millones en metálico y sin control para comprar lo que se hacía en Béjar o lo que las empresas estaban dispuestas a regalar y aún no les han contestado.
Vuelven, ahora, a criticar que no apoyamos cuando se pide austeridad energética a una población a la que han encarecido la energía como nunca se había visto, le han disparado la inflación hasta cotas de la transición política y, ahora, ellos, siguen sin hacer una gestión responsable, pero somos los ciudadanos los que debemos de someternos a sus planteamientos, pasar calor en verano (ellos no), morirnos de frío en invierno (ellos no), cerrar los locales, cuando no hace ni un año nuestros hijos tiritaban de frío en clase por tener que tener las ventanas abiertas... Pero, ¿de verdad nos consideran personas o simples "perritos sin alma"?
Si un empresario no tiene un plan de prevención de riesgos laborales, o un plan de prevención de riesgos penales, le imputan un delito y fácilmente acaba en la cárcel; pero, los políticos, con una Fiscalía General del Estado que pasa de Ministra a controlar la Fiscalía, con un Poder Judicial elegido por ellos, impiden no la imputación, sino ya la investigación real y efectiva de las responsabilidades que puedan existir, no solo por no tener esas prevenciones, sino por haber transcurrido 2 años y no haber generado ni un sólo protocolo de actuación frente a crisis como las vividas.
Nos quejamos de la sequía, pero no se ha desarrollado un plan hidrológico nacional; nos quejamos de los incendios, pero desmontamos el ICONA y no se hacen labores preventivas de limpieza y cuidado de los montes; hablamos del cambio de clima, pero nos limitamos a llorar por ello sin establecer protocolos de actuación frente a los efectos de dichos cambios: cómo actuar ante una supernevada, cómo hacerlo frente a una inundación, cómo afrontar una sequía, cómo trabajar para evitar la desforestación.
Para cuándo, antes de adoptar una medida, se realizará un estudio, se testará el campo de actuación y a los expertos y/o afectados por ello, se realizarán labores preventivas y, finalmente, se asumirán responsabilidades????? Cuando en su día se exigía del gobierno el conocimiento exacto de la autoría de unos atentados, se les gritaba "asesinos"; con 150.000 muertos por la pandemia, los mayores incendios de la historia, la peor crisis energética de muchos años y la más nefasta actuación, no se les llama "asesinos" y nadie asume responsabilidades... así nos va.