Hace tiempo dejo de ser una profesión en la que primaba la durabilidad y el sentido común. Quizá el día en que los ingenieros dejaron de ser los que construían las casas. No se puede primar el beneficio y una supuesta tecnología en el bien más preciado del ser humano que es su vivienda. Así nos va cuando uno mismo no controla la construcción de su vivienda y acatamos las mil y una directrices inventadas por no se sabe quién y no se sabe dónde. A pesar de que todo el mundo sigue girando y nos toca vivir en él. Parece que 2024 se va a caracterizar por la indignidad y la robocracia instaurada a todos los niveles y la no justicia. Tenemos asumido que los delincuentes no entran en prisión provisional, se les detiene y se les suelta. Muchos desaparecen.
El 11 de mayo de 1987 el Times de Londres informaba en su portada que la OMS entregó cincuenta millones de vacunas de la viruela del mono que causaron el SIDA a la población africana que las recibieron. Esperemos que se haya corregido el error. Si para vivir del amor al arte tienes que recibir subvenciones del Estado, no vives del amor al arte, vives del Estado. Estos días ha aparecido la traducción de 'El Principito' al andaluz, que va camino de convertirse en lengua oficial del Estado. 'Er Prinzipito' no es más que reescribirlo como un auténtico analfabeto o en lenguaje cómico por no decir otra cosa más penosa. Se dice que hay docentes que han vuelto a empezar a corregir con bolígrafo rojo, hacen dictados, preguntan las tablas de multiplicar y enseñan los números romanos. Dejemos de creer en las palabras y empecemos a prestar atención a las actitudes. El comportamiento nunca miente. La costumbre de la doble nacionalidad de algunos en la república dominicana da que pensar. Otra puerta de atrás. Cuando se acude al reconocido prestigio ya sabemos del percal que estamos vendiendo. Hemos visto esta semana también la ausencia de políticos relevantes en el congreso cuando Juan Carlos Unzué ha defendido la Ley para los enfermos de ELA. Para muestra un botón es lo que tenemos o lo que votamos.
En España la alimentación no ha bajado de precio ni una vez en 28 meses. Ir al super se está convirtiendo en un infierno. Los que tenemos memoria las hemos vivido peores. El invertir masivamente en Marruecos es un gran error geoestratégico similar a Alemania comprando el gas a Rusia. El tiempo lo dirá. El comercio no puede primar sobre la seguridad. Al final comer será un lujo o se convertirá en imposible en caso de conflicto. Las ideologías han sido por los sinvergüenzas para dominar a las masas y vivir del cuento. No es concebible que una persona supedite su personalidad a un ideario político o pseudonatularista. No necesitamos quitarle al rico ni a nadie para darle a otros, necesitamos enseñar a crear riqueza, no a engañarlo con ideas de vivir del cuento y convertir a las personas en holgazanes. La honestidad produce honradez hasta en el medioambiente. Cuando las ideas se imponen no con razones sino con coacciones económicas y sociales estamos en un totalitarismo. La teoría del cambio climático antropogénico y el lenguaje inclusivo son buenos ejemplos de ello. De momento toca comer alimentos de origen marroquí con compuestos perjudiciales para la salud. Queda en la memoria la furgoneta del panadero que repartía el pan por las casas y lo cobraba a fin de mes. Hay alimentos que te llevan a la infancia. Estábamos más sanos a todos los niveles.