Migas y Peces de río, turismo gastronómico exclusivo en Foz do Sabor de Moncorvo
La gastronomía es uno de los mayores aportes turísticos del concejo de Torre de Moncorvo, tanto en los platos de productos del río, como del vino, como del aceite, del cordero o de los productos de la huerta, de calidad única. Unido a todos estos productos, Moncorva acoge los días 20, 21 y 22 de julio una nueva edición del Festival de gastronomía de Migas y Peces de Río, organizado por la Câmara Municipal y la Asociación de Comerciantes e Industriales de Moncorvo.
Los visitantes pueden degustar este bocado en los restaurantes adheridos a la iniciativa, junto a la Foz do Sabor en el Restaurante Lameirinho e Primavera, pero también en los restaurantes As Piscinas, The Garden House y O Artur. La animación discurre en la Playa Fluvial de la Foz do Sabor, el día 21 de julio con el programa Ferias y Fiestas de la Ràdio Onda Livre.
En esta ocasión, el viajero visita el Restaurante O Primavera, situado en la freguesía de Cabeça Boca, en el sitio conocido como Cabanas de Baixo, dentro del concejo de Torre de Moncorvo. Allí nos recibe su dueña Adriana Pereira, quien muestra todo el compendio de fogones hasta servir estos suculentos platos. Apunta que son más de 100 kilos de peces por semana los que pescan los hombres de la casa, los pequeños, como bogas, en el río Sabor, y los barbos grandes en el río Duero. Son 22 años sirviendo peces, migas y unos tomates de sabor único que con cebolla y el aceite y vinagre de la tierra, hacen una ensalada insuperable y más estos días de calor.
Unos platos de peces de río cuyo ingrediente principal es el propio pez fluvial. Una cocina de excelente cualidad, con bogas, barbos pequeños, fritos en aceite y con bastante sal... Eso sí, se advierte que no se admiten por el lugar tarjetas de crédito. El menú es de 10 euros por persona. Y casi siempre está lleno.
Invitación a conocer un paraje exclusivo
Por su parte, el presidente de la Câmara Municipal de Torre de Moncorvo, Nuno Gonçalves, quien recibió al viajero en plena playa fluvial de Foz do Sabor, invitó a todos los españoles de Castilla y León ha conocer esta gastronomía "única" y, de paso, visitar el paraje, que, a lo largo de todo el verano tiene actividades acuáticas y de ocio para pasar días de relax lejos de las altas temperaturas estivales.
Además, apuntó el presidente Gonçalves que "con esta iniciativa se pretende promocionar los platos típicos confeccionados con las migas y los peces de río, al mismo tiempo que se promociona la última aldea piscícola de Trás-os-Montes y el idílico espacio de ocio de la Playa Fluvial de la Foz do Sabor. Sin duda, ambas cuestiones, gastronomía fluvial y ocio fluvial merecen la pena una visita".
Adentrarse en los confines del Duero siempre es una aventura, allá por tierras portuguesas donde el Sabor vierte sus aguas al Douro. Es Foz do Sabor, única aldea piscícola de Trás-os-Montes, perteneciente al concejo de Torre de Moncorvo. Un lugar paradisíaco -sin duda alguna- donde es posible sestear en la hierba bajo los fresnos, como darse un baño e, incluso, acercarse a disfrutar del parque acuático mientras, por el Douro, surca un crucero fluvial.
Es Foz do Sabor, donde es frecuente observar los tradicionales barcos rabelos navegar por el Duero y el Sabor, atracados en las orillas o en plena actividad pesquera. No es menos cierto que en esta aldea residen varias familias que viven exclusivamente de la pesca.
Cuentan al viajero que los pescadores salen pronto de madrugada para dedicarse a la faena, como echar los transmallos, para entregar la pesca a los restaurantes quienes, a su vez, la venden a los habitantes. En estas aguas son pescados el barbo y la boga, aunque recientemente fueron introducidas nuevas especies como el la achigã, el lucio y la perca, pero serán los barbos y las bogas los que hacen las delicias de los visitantes.
Emplazado queda el viajero a realizar un viaje más placentero con sus amigos para disfrutar de este manjar de río y, de paso, compartir con los pescadores esas faenas que se pierden en el tiempo y Portugal, por suerte, aún conserva como un tesoro.
Quedan muy satisfechos los pescadores en el restaurante cuando el viajero emprende viaje de regreso… La hospitalidad portuguesa siempre hace gala. Le promete que pronto volverá.
REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO