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Tierra de Miranda quiere justicia en el reparto de ganancias de las presas que solo benefician a Lisboa

16 julio, 2020 09:43

Desde hace muchos años las Tierras de Miranda –Miranda do Douro y Mogadouro- arrastran problemas con la ubicación de las presas de las que, aseguran, sufren “injusticias” en cuanto que los beneficios de las mismas no reportan nada económicamente a estos territorios de frontera, “tan sólo sale beneficiada Lisboa”. Son los embalses de Miranda do Douro, Picote y Bemposta que, ahora, serán vendidos por parte de la EDP. Para reivindicar la justicia que les pertenece, surge el Manifiesto Cultural de la Tierra de Miranda –que han hecho llegar a NOTICIASCYL-, con cerca de 1000 firmas y cuenta con el apoyo de varias asociaciones de la región y de los municipios afectados.


Van ser vendidos los tres embalses del Duero Internacional (Miranda, Picote y Bemposta), que generan 1/3 de la totalidad de la energía hidroeléctrica producida por la EDP y son los más rentables del país. El valor total de la venta es de 2.210 millones de euros.


Los beneficios fiscales generados por esta venta, por la contribución de beneficios anuales de estos embalses, bien como IVA de la venta de la energía, benefician solo al poder central. En la Tierra de Miranda no queda prácticamente nada. En esta situación injusta y caduca, lo que queda para la región en que son explotados los recursos naturales son los impactos ambientales negativos de construcción y de explotación de los embalses. En el centro de la ciudad de Miranda do Douro y en el corazón de las Arribes del Duero subsiste una cantera de grandes dimensiones, de donde fue retirado el granito para las presas, a cielo abierto y abandonada, que nunca fue reparada. Lo mismo acontece en Picote y Bemposta.


Este modelo de apropiación de la riqueza generada por el poder central y el abandono de las poblaciones a los costos respectivos va en contra de los valores de justicia, equidad, solidaridad y cohesión territorial.

Esta riqueza es producida por recursos naturales y debe ser restituida en una proporción justa a las poblaciones del territorio donde se genera.

Los firmantes de este Manifiesto no pretenden aumentar el gasto público, sí una reordenación de recursos y su utilización en el desarrollo más productivo, transformando la Tierra de Miranda en un centro de producción cultural y de atracción del turismo cultural, histórico y ambiental, que serán, a su vez, factores de sostenibilidad y de prosperidad de la Tierra de Miranda. Es esa la vía que escogemos para reparar el conjunto de injusticias que existen.

Reiteran que “este Manifiesto cuya base se encuentra en la sociedad civil de la Tierra de Miranda, independiente y apolítico. El único propósito de este Movimiento es la reivindicación de los puntos descritos en el Manifiesto”.

La idea del manifiesto surgió después de una conversación entre el músico y etnógrafo Paulo Meirinhos y el ex subdirector general de Justicia Tributaria y Aduanera, José María Pires, ambos naturales de Miranda do Douro.

Aníbal Fernandes, que fue presidente del extinto consorcio Eneop (Eólicas de Portugal), explica que la factura anual de explotación de los embalses es de 200 millones de euros, de lo que los municipios afectados salen perjudicados. Por ello, José María Pires habla de “un aspirador central”, en referencia a Lisboa. “Las facturas fiscales generadas benefician solo al poder central. Mismamente los impuestos municipales benefician también casi exclusivamente a Lisboa por encontrarse allí la sede de EDP”.