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Región

Valladolid busca cobijo para dos niños saharauis de nueve años

3 junio, 2017 13:51

Son más de 40 años los que el programa de acogida Vacaciones en Paz lleva vigente para dar un verano especial a niños saharauis que viven en campos de refugiados en situaciones, muchas veces, de extrema precariedad ante los problemas bélicos y meteorológicos que se dan en ese basto y baldío territorio.

Este programa de la Asociación Cultural Amigos del Pueblo Saharaui goza de una gran implantación en Valladolid y provincia y aunque en los últimos años ha bajado un poco el cupo de familias dispuestas a acoger, en verano de 2016 fueron 34 los niños que pasaron dos meses en varios puntos de la geografía vallisoletana.

Este año la intención es que sean 45, los cuales llegarán a finales de junio, una vez pasado el Ramadán, pero dos pequeños no han encontrado una familia que pueda acogerlos para poder escapar de la realidad diaria de los campos de refugiados de la zona de Tinduf, al suroeste de Argelia.

Se trata de dos varones de nueve años para los que no han encontrado cobijo por falta de familias que los acojan, por lo que la Asociación Cultural Amigos del Pueblo Saharaui está haciendo un llamamiento para que no se queden sin uno de sus veranos más especiales.

Concentración en apoyo a los refugiados en Valladolid.

Para poder acogerlos, la Asociación Cultural Amigos del Pueblo Saharaui ha puesto a disposición varias vías de contacto: por teléfono -657805775-, vía correo electrónico -saharacyl@gmail.com-, o rellenando un formulario que tienen alojado en su página web - http://www.ashva.es-.

Como explica a Noticiascyl Blanca López, coordinadora del programa Vacaciones en Paz, Valladolid es una provincia “muy solidaria”, y lo ha demostrado cada año, pero ella acusa cierta “indiferencia” ante la situación del pueblo saharaui. “Ahora estamos más concienciados en los sirios, lo cual me parece perfecto, pero estos niños se encuentran en una situación penosa”, ha relatado.

En su último viaje, esta voluntaria casi a tiempo completo ha podido constatar que “cada vez tienen más problemas de alimentos”, ya que las instituciones se están mostrando “menos implicadas”.

Más que solidaridad

Este programa de Vacaciones en Paz no supone solo una ayuda para los pequeños saharauis, de 8 a 12 años, salvo excepciones que aumentan la edad, que llegan a todo el territorio español, sino que supone una hermandad entre pueblos donde se comparten culturas y raíces de sitios muy dispares como el Sahara y España.

Para Blanca López se trata de algo “más que solidaridad”, una defensa de un mundo mejor que supone una experiencia entre dos mundos desconocidos el uno del otro en la que se comparten vivencias. Además, destaca que no solo se ayuda a los niños sino que también se hace a las familias de las que proceden. Es, por lo tanto, una manera de “unir dos pueblos” a través de una medida solidaria que engrandece a las dos partes.

Campo de refugiados saharaui./ Foto: Asociación Cultural Amigos del Pueblo Saharaui.

Este programa supone una experiencia “muy enriquecedora” para las familias que deciden acoger a niños. “Vivimos en una sociedad opulenta en la que tenemos de todo, y esta experiencia nos baja a la realidad”, reconoce López.

Además, destaca que la mayoría de familias de acogida suele repetir en años posteriores a su primera experiencia, pues se trata de una “vivencia personal” en la que se ayuda a un “pueblo abandonado por todos”.

Con esta iniciativa, en la que los pequeños están en España hasta el 30 de agosto, supone un pequeño grano de arena para hacer un mundo mejor desde la lejanía. Una lejanía que muchas veces se usa de pretexto para el inmovilismo que nos suele caracterizar como mundo rico al que no le faltan los bienes más esenciales.