El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha pedido hoy disculpas, acompañado del concejal de Urbanismo y los responsables técnicos de las áreas de urbanismo y obras del Ayuntamiento, por el desplome de la fachada del edificio número 31 de la avenida de la Feria mientras se encontraba en pleno proceso de demolición, que ocasionó la invasión de escombros en la calzada con el consecuente peligro para viandantes y conductores.

“Es un hecho grave y lamentable”, no ha dudado en calificar Guarido, quien ha celebrado que afortunadamente no haya habido daños humanos ni materiales más allá de una farola y una valla. “Sentimos lo sucedido, pido disculpas por el susto, que se quedó en eso”.

El alcalde ha atribuido a “un error de cálculo de la propia empresa” adjudicataria del derribo, que no previó que la fachada se iba a desplomar mientras trabajaba en la parte de atrás del edificio y que, por tanto, no procedió al corte del tráfico tal y como estaba contemplado en “momentos críticos” de la demolición.

“Existe un plan de seguridad para este derribo que consideramos correcto si se hubiera aplicado bien, con corte del tránsito de peatones y de vehículos en momentos determinados que debía realizar la propia empresa según el ritmo de la demolición”, apunta, “de hecho nos comunicaron que se había cortado la circulación minutos antes del desplome, pero parece evidente que no fue así”.

La empresa no es novata en estas lides en Zamora, de hecho según el alcalde es la empresa que más demoliciones ha realizado en la ciudad en los últimos 40 años, por lo que lo ocurrido se considera un hecho “fortuito”.

La empresa se comprometió desde el primer instante a asumir todos los desperfectos ocasionados, incluso el lavado de los vehículos aparcados en las proximidades que quedaron cubiertos de polvo. El equipo de Gobierno, por su parte, ha trasladado estas explicaciones a los grupos de la oposición y se compromete, si los grupos así lo consideran oportuno, a crear una comisión especial para aclarar todo lo ocurrido.