isaac barrientos opinion articulo valladolid 1

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Valladolid

Regalado muestra el camino

16 junio, 2017 16:29

Dos situaciones confluyen este viernes en una completa metáfora sobre el devenir de la ciudad. La calle Regalado de Valladolid pasa desde este 16 de junio a ser peatonal, una medida siempre relevante para la movilidad en el centro de una ciudad y que hoy, sin embargo, se diluye dentro de algo más grande: el corte al tráfico en el centro desde la mañana del viernes hasta la noche del lunes por la elevada contaminación avivada por la ola de calor.

La peatonalización de Regalado es un ejemplo de cuál es la voluntad del actual equipo de Gobierno del Ayuntamiento, pero también del deseo de los comerciantes, que apoyan la medida con claridad y que confían en el dinamismo que aporte y en que se ocupen los seis locales que ahora están vacíos. Una reflexión que nadie quiere generalizar a todo el centro, porque el argumento extendido para las asociaciones empresariales siempre es que el coche pueda llegar casi hasta la puerta del comercio es lo que garantiza la supervivencia.

También hubo reticencias en la peatonalización de la calle Mantería y a nadie se le escapa que es una de las vías comerciales más exitosas de la ciudad actualmente. Mucho tiene que recorrer Valladolid todavía para acercarse al estado del centro, mucho más compacto también es verdad, en ciudades como Zamora, Segovia o León. Por eso Regalado marca el camino, aunque se tenga que recorrer despacio.

Todas las buenas palabras hacia una calle Regalado peatonal, se han tornado es ávidas críticas de sectores comerciales y políticos hacia el corte al tráfico en el centro. No seré yo el que vaya de experto medioambiental o en factores de contaminación. Por eso entiendo que hay que respetar y valorar el trabajo de los técnicos, de los expertos y, evidentemente, no cuestionar las obviedades científicas que transmiten los datos y las recomendaciones que de ellos se deducen.

El corte del tráfico en el centro no es una decisión extrema, no es una prohibición radical. Es una acción que busca evitar que la situación empeore en los factores que humanamente se pueden controlar, ya que queda fuera del alcance la ola de calor y las elevadas temperaturas que condicionan este desenlace. ¿O eso también se puede politizar?

La vida política en permanente clave electoral hace difícil el consenso casi en cualquier actuación. Algo que hemos dado por habitual pero que dificulta transmitir un mensaje claro a la ciudadanía de que no todo es ideología. Difícilmente se puede encontrar a alguien a estas alturas que se aventure a defender aspectos positivos del tabaco, por ejemplo. Pero siempre hay gente para todo.

Hace ya una década, cuando Aznar extrañaba ya su estancia en la Moncloa, el expresidente se aventuró a criticar con dureza la última campaña de la Dirección General de Tráfico, que llevaba por lema ‘No podemos conducir por ti’, a lo que Aznar se preguntó públicamente “¿y quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mi?”, para después espetar que “a mi no me gusta que me digan no puede usted ir a más de tanta velocidad”.

En el caso del cierre al tráfico en el centro, el PP ha criticado la medida con dureza y hasta los comerciantes de Avadeco la han calificado de “precipitada”. Quizá tengan razón y no haga falta tomar ninguna medida, quizá los técnicos se equivocan o los medidores fallen. Puede que lo más importante sea que la música siga sonando, como cuando la banda del Titanic seguía tocando mientras el inmenso barco se hundía ya sin remedio.