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Región

CSIF atribuye el cierre de camas a la ausencia de sustituciones

30 junio, 2017 14:45

La Central Sindical Independiente y de funcionarios (CSIF) de Valladolid ha atribuido el cierre de más de 600 camas en los hospitales de Castilla y León y alrededor de 130 en Valladolid a la ausencia de sustituciones de los profesionales en sus periodos vacacionales, y no debido una menor necesidad o demanda de pacientes, pues la enfermedad "no se va de vacaciones".

En este sentido, el cierre de camas es uno de los factores que contribuye a que aumenten las listas de espera de pacientes pendientes de una intervención, al tiempo que no contratar personal sanitario en el periodo estival para mantener las plantillas y rebajar capacidad de los hospitales reduce la actividad de atención sanitaria, además de ser una medida de ahorro económico parcial "contraproducente", ha señalado la presidenta provincia de CSIF Valladolid, María José San Román.

En concreto, la Central Sindical ha previsto que el Hospital Río Hortega cierre 37 camas del 28 de julio al 10 de septiembre. En el Hospital Clínico Universitario se espera el cierre de la planta cuarta sur -la unidad de ictus- para acondicionarla, lo que supondrá el cierre de 32 camas. Además, se suprimirán las terceras camas de la habitación número 15 de cada planta, lo que implica 33 camas menos, una supresión que se alargará más allá del periodo estival, salvo que las necesidades obliguen a reinstalarlas. En el caso del hospital comarcal de Medina del Campo, se prevé el cierre de la planta de cirugía, con 26 camas, entre el uno de julio y el 30 de septiembre.

San Román ha apuntado que la prueba de que los centros hospitalarios no tienen menos carga de trabajo durante el periodo estival es que las listas de espera crecieron entre junio y septiembre de 2016, según los datos facilitados por la propia Junta y su portal de Salud.

El número de pacientes de prioridad 2 (plazo de espera de 90 días) y prioridad 3 (plazo de demora de 180 días) pendientes de intervención quirúrgica o tratamiento en Valladolid, subió de 530 pacientes en junio a 784 en septiembre. En el conjunto de los hospitales de Castilla y León, esa lista de espera (de las prioridades 2 y 3) de pacientes se incrementó de 4.974 a 5.995, entre los meses de junio a septiembre de 2016.

El "supuesto" ahorro económico que se obtiene al reducir camas no compensa el "deterioro" de la calidad de vida del paciente que espera ser atendido, el alargamiento de bajas laborales que supone un coste para la Seguridad Social y una reducción de productividad, o que las dolencias pueden agravarse y los tratamientos pueden alargarse, lo que aumenta su coste, ha remarcado la presidenta provincial de CSIF Valladolid.

Aumentan las respuestas críticas

Además, la circunstancia de que los hospitales de Valladolid son referentes de la Comunidad en diversas especialidades, hace que haya muchos pacientes desplazados, procedentes de otras provincias de Castilla y León. De este modo, ha recordado CSIF, se atiende a más población de la que les corresponde a los hospitales de Valladolid, por lo que el cierre de camas en sus hospitales también afecta a pacientes de otras provincias.

Las consecuencias de estas medidas serán estrés y tensión entre los profesionales y los pacientes, además de las familias de estos, que cada vez es más habitual que paguen su frustración con enfados y agresiones verbales, o incluso físicas. Por esta razón, la central sindical ha recordado que, durante el año 2016, 180 trabajadores de Sacyl fueron agredidos, y en el 31 por ciento de los casos la causa de la agresión fue la "disconformidad" con la asistencia, según datos oficiales.