El Rey Felipe VI le está cogiendo gusto a venir hasta Salamanca, y lo que le queda, porque con el Octavo Centenario de la Universidad de Salamanca tendrá demanda de peticiones. Este viernes fue para presidir la presentación del diccionario panhispánico de términos jurídicos. Para decenas de salmantinos y turistas fue la excusa perfecta para poder ver al monarca de cerca, y vaya si pudieron.

Al mediodía llegaba Su Majestad hasta el Patio de Escuelas entre los halagos de ellas y ellos, tanto por su físico como por su labor institucional. "Qué guapo es", repetían las féminas presentes, buscando la foto más cercana posible. "Pues sí que tiene buena planta", añadían otros. A lo que se añadían frases de aprobación y ánimo por la firmeza del Rey frente al desafío independentista catalán.

El monarca respondió con cercanía y simpatía, como es habitual en él, estrechando la mano de los presentes, no sólo de las autoridades, que también. Así lo hizo con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente; la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro; y el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, por cierto, este último el más reverente.

No paró de estrechar manos Felipe VI una vez dentro, tanto a los cargos académicos de la Universidad de Salamanca como uno por uno a los participantes en la elaboración del diccionario presentado. Y siempre con una sonrisa en la cara. Porque ya lo resumía una mujer de mirada embelesada: "Es el rey perfecto".