Llegó la esperada lluvia durante las últimas semanas, sobre todo con el paso de dos borrascas, de nombres Ana y Bruno, que trajeron precipitaciones de forma generalizada a la provincia de Salamanca. Sin embargo, no es suficiente para mermar la sequía acumulada desde la pasada primavera.

Así lo muestran los datos de agua embalsada que registra la Confederación Hidrográfica del Duero, actualizados a este mismo sábado 30 de diciembre. En concreto, en el río Tormes, el pantano de Santa Teresa está al 36% de su capacidad, y lo mismo ocurre con Almendra, el mayor embalse de Europa que apenas está a un tercio de su capacidad.

Peor es la situación en el río Águeda, donde el embalse del mismo nombre apenas está al 15% de su capacidad, y no mejora mucho el pantano de Irueña, de reciente construcción, con sólo la cuarta parte de agua embalsada.

Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, el valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre hasta el 26 de diciembre se cifra en 125 milímetros, lo que representa un 44% menos que el valor normal correspondiente a dicho periodo.