El Real Valladolid afronta un mes de enero con curvas. Primero, con dos encuentros lejos del José Zorrilla de forma consecutiva para medir su ‘recuperación’ tras el bache de resultados; y segundo, con un mercado invernal que se presenta movido a orillas del Pisuerga. Jugadores que deben salir por su falta de minutos en el equipo, otros que han de llegar para reforzar puestos en los que está habiendo dificultades para encontrar a un inquilino regular y, como no, las habituales oportunidades invernales que siempre puedan surgir.

La portería, aparentemente tranquila

La realidad de la posición de guardameta blanquivioleta invita a pensar que será un mercado tranquilo en lo que se refiere a los porteros. Con un claro arquero titular como está siendo Jordi Masip, Isaac Becerra ha quedado relegado a jugar solamente la Copa del Rey y a esperar su oportunidad desde el banquillo. Sin embargo, dada la trayectoria de Becerra, el tema catalán podría tener en mente emigrar a otro equipo en busca de minutos.

Desde la secretaría técnica no se contempla una salida, dado que no es necesaria, pero en el caso de llegar ofertas podrían valorarse, lo que obligaría a buscar un nuevo portero. Este escenario, dentro de todos los posibles en el Real Valladolid, bien puede ser el menos plausible, por el inconveniente de tener que realizar un movimiento extra, con sus consecuentes negociaciones. Eso sí, si la oferta económica es satisfactoria para las arcas pucelanas, no se puede descartar. Aunque, por el momento, nada hace indicar que esto vaya a producirse.

El dolor de cabeza del lateral izquierdo

Llegamos a la que es la demarcación que más necesita un refuerzo, y además de forma urgente. El lateral izquierdo, con Ángel y Nacho, parecía perfectamente ocupado a comienzos de temporada. Un jugador con varios años en el equipo y un fichaje de renombre en la categoría indicaban que Luis César Sampedro iba a tener laterales zurdos de sobra para la temporada. Nada más lejos de la realidad, el gallego ha demostrado su falta de confianza hacia ambos. Primero, con rotaciones inexplicables para la grada; y después, dejando a ambos fuera de la convocatoria y utilizando a Javi Moyano a pierna cambiada.

De momento, no han aparecido nombres más allá de posibilidades y rumores, pero está claro que el Real Valladolid incorporará un nuevo defensa a su plantilla. Lo que obliga, por otro lado, a deshacerse de uno de los dos, siendo Ángel el que más posibilidades tendría de abandonar el barco pucelano, sin descartar que sea Nacho el que salga prematuramente. Mientras, Moyano continúa rindiendo a un nivel óptimo, pero se hace muy difícil de imaginar que Miguel Ángel Gómez no mueva ficha en este asunto.

Por otro lado, el resto de la parcela defensiva están completo, con un Antoñito titularísimo para Sampedro en la derecha, y cuatro centrales que, si bien están dejando dudas, no se les señala para dejar el equipo. Eso sí, y como es habitual en este tipo de mercados, las posibilidades de futuro están presentes y el Real Valladolid estará al tanto de cualquier oportunidad que aparezca para reforzar la zaga.

Suley y Sergio Marcos, claros candidatos a decir adiós

El centro del campo albivioleta es otra de las parcelas que tendrá movimientos durante este enero. Dos jugadores no cuentan para Sampedro y saldrán: Sergio Marcos, dirección a la Cultural Leonesa como todo parece indicar; y Sulley, al que el Watford ya está buscando otra cesión. Ninguno ha tenido continuidad, pues el mediocentro está bien ocupado por Borja, Anuar y Luismi, quien estaría muy cerca de ampliar su contrato con el Real Valladolid.

Un tercer nombre salta a la palestra, el de Míchel Herrero. Cierto es que ha gozado de la confianza de Sampedro, pero poco a poco ha ido perdiendo importancia en el equipo, y sus participaciones se han remitido a minutos finales de encuentros o para suplir bajas. A caballo entre el centro y la mediapunta, en ambas posiciones hay jugadores por delante, y desde la dirección técnica no descartan su salida, aunque tampoco le cuelgan el cartel de transferible como sí tienen sus dos compañeros.

Como posibles refuerzos, uno de los nombres más sonados ha sido el de Borja Lasso, jugador del Sevilla que conoce bien Miguel Ángel Gómez y por el que ha mostrado un profundo interés en su cesión invernal. Sin embargo, en los últimos días es Osasuna el que ha tomado la delantera, por lo que se presenta una operación complicada para el Real Valladolid.

Mata y la posibilidad del delantero

Por último, queda la delantera, y ahí, el nombre más mencionado es el de Jaime Mata. Su extraordinaria temporada le han colocado en el escaparate, con el condicionante de encontrarse en el último año de su contrato, por lo que desde el primer día de 2018 podría negociar su próximo contrato. Es un hecho que el Real Valladolid desea por encima de todo renovarle, pero tan cierto es eso como que Mata tiene la sartén por el mango y es él quien decide. Jugar en Primera División ayudaría a su continuidad, pero eso son palabras mayores y, de momento, irreales.

Así pues, el debate está claro. Vender a Mata en el mercado invernal supondría una inyección económica, pero también un lastre deportivo difícil de solventar. Por otro lado, mantenerle en el equipo supondría un buen puñado de goles más en lo que resta de temporada, pero con la posibilidad de no ver ni un solo euro a final de campaña si decide no renovar. Pros y contras deportivos y económicos que Miguel Ángel Gómez deberá valorar. Aunque lo que está claro, por las palabras del director deportivo, es que no tienen necesidad de venderle.

Por otro lado, la situación de Asier Villalibre es bien diferente. Por el momento no ha cuajado como blanquivioleta y apenas ha dado refresco a Mata en el estilete de ataque. En el club siguen confiando en él, pero el Numancia se ha interesado en él y desde el Athletic podrían optar por un cambio de aires. Todo, claro está, condicionado al primer delantero y su continuidad. Con uno o con otro, desde el Real Valladolid tampoco descartan la opción de adquirir un nuevo punta, una posibilidad que también se sondea en el mercado.

No hay que olvidarse tampoco de Alfredo Ortuño. Parece ya muy lejano aquella noche de fin de mercado veraniego, con nervios y tensión en las oficinas de Zorrilla. Un culebrón que no terminó como el Pucela hubiese querido y que ahora puede retomar su segundo capítulo. Hay que recordar que, de fichar por un equipo de la Liga 1|2|3, el Real Valladolid s epodría embolsar una cantidad cercana a los 750.000 euros, por lo que habrá devolver su nombre a la actualidad blanquivioleta.

Cabe destacar también el nombre de Gianniotas. El griego empezó como un tiro en el Real Valladolid, ilusionó con apenas unos minutos a la grada de Zorrilla y se le señaló como uno de los elegidos del Pucela. Sin embargo, las convocatorias con su selección nacional le han impedido tener continuidad, y en las últimas fechas ha quedado relegado a un segundo escalón, más como elemento efervescente desde el banquillo que como titular indiscutible. A pesar de ello, no se piensa en una salida, ya que es uno de esos jugadores diferentes de Segunda División que todo equipo que aspira a las posiciones cabeceras necesita.

En definitiva, un mercado invernal que se presupone con cambios, con muchas opciones y con alguna que otra decisión de vital importancia para el futuro próximo de un Real Valladolid que quiere volver a dar que hablar en esta apasionante Segunda División. El tiempo dirá después si los movimientos fueron acertados, por el momento solo queda esperar la sucesión de acontecimientos.