hurto supermercado

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Los hurtos más llamativos en supermercados de Salamanca

28 abril, 2018 08:23

Los supermercados de toda España padecen hurtos cada día. Los hay de todo tipo, con diversos métodos para intentar burlar la seguridad del establecimiento comercial, con singulares artimañas para lograr el objetivo, pero hay quienes sorprenden por su ingenio para el delito. El vídeo de la ex presidenta madrileña Cristina Cifuentes intentándose llevar sin pagar dos tarros de crema ha propiciado que se rescaten de la memoria estrambóticos sucesos. Éstos son los hurtos más llamativos en supermercados de Salamanca, recuperados de la hemeroteca charra y la memoria de policías y guardias civiles consultados por NOTICIASCYL.

Introducir productos entre la ropa siempre ha sido lo más común, pero no tanto cuando se trata de una colección entera de Tente (cuando entonces no prevalecía la marca Lego). Una mujer llevaba una caja para montar un barco pirata y otras cinco o seis de menor tamaño con diversos accesorios, como la isla del tesoro. Hubiera logrado su objetivo, porque entonces no había barras de detección en cada caja, de no ser porque al vigilante de seguridad le llamó la atención que llevara un plumífero en mayo. La prenda cantó demasiado y la delató.

Entre la ropa, pero debajo de una falda larga, llegó una mujer a guardar una paleta de jamón para querer llevársela sin pagar. Disponía de un cinturón con ganchos para sujetar la pieza y llavarla colgando entre las piernas, pasando desapercibida para la vista bajo una falda. Pero no para el olor que el embutido generaba al pasar por caja, y mucho menos para las cámaras de seguridad, que la vieron en un rincón pergeñando el delito.

También es muy común intentar hurtar productos dentro de bolsos forrados con papel albal para intentar que no piten los arcos de seguridad a la salida del supermercado. Así lo intentó una pareja con una televisión pequeña, pero no coló. Tampoco logró su cometido otra pareja que hizo lo mismo con una televisión de más pulgadas, pero la colocaron dentro de un carrito de bebé, con el niño sobre el producto, que a su vez estaba bajo una manta que cubría una bolsa forrada con papel albal. Las cámaras de seguridad impidieron el robo.

Pero entre los hurtos más sorprendentes en la provincia de Salamanca llama la atención una mujer que cogió una cámara fotográfica de gran valor, la llevó a la zona de limpieza, abrió un paquete grande de detergente y la introdujo dentro. Pagó su compra pero al salir le estaba esperando el vigilante de seguridad. La habían visto cometiendo el delito. Cogieron el paquete de detergente, lo abrieron y… premio. Allí estaba la cámara. Precisamente esa es la excusa que puso la mujer. Qué suerte, me ha tocado una cámara de regalo, gritaba para intentar justificarse. No coló su ingenio.