falsa mendiga

falsa mendiga

Región

El rentable negocio de la mendicidad en año de efeméride

29 abril, 2018 15:39

Las puertas de iglesias, bancos y supermercados se han convertido en el ‘trono’ de los reyes de la mendicidad. Ocurre en Salamanca cuando hay un periodo turístico especial, sobre todo en Semana Santa, pero este año con mayor presencia durante todos los meses al ser especial por el Octavo Centenario de la Universidad. Y es que en año de efeméride, como ya sucedió en 2002 con la Capitalidad Cultural Europea, la mendicidad es un negocio rentable para algunos.

Grupos organizados de Europa del Este se reparten puestos en las calles del centro de la capital del Tormes cual coto cerrado en busca de la mejor presa, en este caso los cientos de miles de turistas que llegan cada año a la capital charra, este 2018 más y con más dinero. A primera hora llegan en una furgoneta y van repartiendo a sus mujeres por cada rincón para que permanezcan allí durante horas y horas solicitando limosna.

“Míralas, ahí todo el día, y luego sus maridos estarán gastando el dinero en el bar”, comenta una anciana a la puerta de un supermercado a primera hora de la mañana al ver la escena. Y efectivamente, tenía razón. NOTICIASCYL pudo comprobar cómo los ‘chóferes’ se introducían minutos después en un bar cercano para tomar vino peleón. Eran las nueve y media de la mañana.

El centro de Salamanca es la zona más rentable para estas falsas mendigas. La caridad de los charros llega a proporcionarles algunos meses incluso más del salario mínimo interprofesional, en torno a los veinte euros diarios. Su ‘jornada laboral’ es superior a las ocho diarias, en turno partido, haga frío o calor, llueva o nieve. Hay puestos muy jugosos que no se pueden desaprovechar.

Más allá del casco histórico están los bancos y supermercados, lugares con constante presencia de personas entrando y saliendo, pero lo más importante, con dinero. Sobre todo en las tiendas, en busca de esa vuelta sobrante en forma de céntimos que en ocasiones estorba en los monederos. Pero céntimo a céntimo estas mujeres alcanzan una rentable suma de euros.

Concluido el día, llega el momento de recoger a las falsas mendigas y hacer recuento. La mayoría de estos grupos residen en ‘pisos pateras’, con lo cual sus gastos se reparten y son mucho menores. Así es su modo de vida, su subsistencia gracias a la solidaridad de los demás, sin oficio pero con mucho beneficio.