El Ayuntamiento de Alba de Tormes continúa este fin de semana con la tradicional Feria de San Antonio. Tras la celebración de la Feria Agro-Ganadera, es el turno para la artesana y alimentaria.

Tiene lugar este sábado, 16 de junio, y el domingo, 17, a desarrollar en la Plaza Mayor -la artesanía-, y en la Plaza del Grano -la alimentaria- con especial presencia de Tierra de Sabor y la alimentación local. En total, unos cuarenta expositores.

Dos días, según explica la concejala Sonia Sánchez, con múltiples actividades tales como tallados, atracciones infantiles en el parque de El Espolón, actuación musical de folk el sábado por la noche, 21:00 horas, y boleros el domingo. Así como concursos y degustación de Arroz con leche.

Conviene destacar, que estos dos días, serán unos doce talleres los que acercarán la artesanía a los visitantes, como un taller de tatuaje sin dolor para los niños a cargo de Chus Sánchez Cotobal.

En la inauguración estuvieron presentes, acompañando al alcalde de la villa ducal, Jesús Blázquez, y miembros de la Corporación, el diputado provincial de Agricultura, Ganadería y Mercado de Ganados, Román Hernández, así como el socialista José Lucas y los dos de Ciudadanos, Manuel Hernández y Jesús de San Antonio.

Todos respaldando una feria que conjuga tradición y turismo. Porque si hay dos cosas de las que puede presumir Alba de Tormes es de una artesanía única y sobre todo una singular gastronomía. La popular chanfaina, elaborada con arroz y menudos de cordero, da buena cuenta de ello. De hecho, en la programación se incluía un concurso acerca de su preparación.

Asemismo, destacan otros platos típicos como las sopas de ajo con torreznos y tacos de jamón o las judías blancas con chorizo y oreja. También populares y ricos son los peces de Alba, bien frititos en abundante aceite. Con ellos compiten las perdices guisadas estofadas o en escabeche. En cuanto a carnes destacan los asados de cordero, tostón o cochinillo lechal, así como la ternera de la tierra que se prepara asada. Y atrás no se queda la repostería albense, con natillas, flanes y arroz con leche, artesanales, pero también las típicas almendras garrapiñadas y por supuesto las yemas de Santa Teresa.