En un mundo tan célere y alocado como el actual apenas sobreviven los recuerdos que van más allá de un lustro. Ésa es la barrera que marca la pervivencia de la información en Internet, pero hay otra mucho más valiosa que aún se atesora en álbumes de fotos escondidos en recónditos cajones, esos que ya apenas casi se ven en familia, y sobre todo, una información guardada a fuego en la memoria de quienes vivieron cada momento. NOTICIASCYL tiene en marcha una serie dominical que repasa la evolución de los barrios de Salamanca a través de los recuerdos de niñez de sus habitantes.

Hoy es el turno para Los Alcaldes, una zona de reciente construcción ubicada entre Los Alambres, Chamberí y Tejares. Es un barrio construido a partir de una glorieta, en forma de semicircunferencia, que surgió en los albores del siglo XXI al hilo del ‘boom’ de la construcción y la expansión urbanística de la ciudad más allá del río Tormes. Así, las primeras licencias se concedieron en el año 2000 para seis promociones de viviendas. Desde entonces su fisonomía apenas ha cambiado, tan sólo algunos detalles de zonas verdes y la culminación del cercano cementerio.

Fue el alcalde Julián Lanzarote quien decidió que las calles de este barrio fueran un homenaje a los regidores del siglo XX, con dos curiosidades. La primera, que él mismo no se puso una calle, y la segunda, que uno de los alcaldes está en otro barrio, Garrido, donde ya existía la calle Marcelo Fernández Nieto, padre del actual primer edil de la capital del Tormes, Alfonso Fernández Mañueco. Las principales avenidas son para los dos primeros alcaldes democráticos, el socialista Jesús Málaga Guerrero y el popular Fernando Fernández de Trocóniz, resto para regidores durante la Segunda República y el franquismo.

Al tratarse de un barrio de nueva construcción es más bien una zona residencial, con escasa presencia del comercio salvo tiendas de primera necesidad. La vida vecinal se desarrolla principalmente al llegar el verano, cuando se comparten más las zonas verdes y los espacios comunes dentro de los edificios, sobre todo las piscinas. Porque el conjunto del barrio apenas comprende unas hectáreas de terreno.

Por tanto, al contrario que otras zonas de Salamanca, no goza de una historia que refleje la evolución social de Salamanca, aunque sí es ejemplo de algunos de sus problemas actuales. Principalmente la vivienda. Algunos bloques de edificios permanecen vacíos, consecuencia de promociones que se vieron afectadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Pisos en ocasiones okupados por personas que generaron puntuales problemas de convivencia. Hechos ya superados que los vecinos de Los Alcaldes esperan no volver a revivir y, como los regidores que dan nombre a sus calles, avanzar en proyectos conjuntos para una vida más próspera de toda la comunidad.