Detalles de Talavante y poco más en Zamora
La empresa Circuitos Taurinos buscó confeccionar un buen cartel, atractivo, interesante y, además, con las primeras figuras. Lo consiguió con la suma de los toros de El Pilar. El esfuerzo de la empresa casi se vio recompensado por la asistencia de aficionados. Cerca de media entrada, con una sombra llena y un sol así así, pero es que hacía mucho calor.
Pero nunca llueve a gusto de todos. O, mejor ese dicho, de corrida de expectación, corrida de decepción. Decepción a medias la que transmitió el desarrollo de este interesante festejo porque los matadores pusieron todo de su parte para triunfar y ofrecer una buena tarde de toros. Pero el ganado, un desigual corrida de El Pilar, no lo permitió. Los toros, salvo el tercero que se dejó más y tuvo más transmisión, no permitieron el lucimiento. Faltos de fuerza, noblotes pero sin emoción. Los muletazos, en muchos momentos, parecían moqueros que quitaban las babas. Así de simple.
Tres orejas. Tres. Una por coleta. Es un decir. Porque el público iba dispuesto a tirar la casa por la ventana. Más a favor del joven limeño Roca Rey. Al que aplaudían hasta cuando había algún enganchón. Cosas de estos tiempos. Hasta tal punto que si no hubiese dado un petardo con la espada en el tercero, quizás hablaríamos de Puerta Grande. ¿Méritos? Los justos. Su toreo conocido. Estatuarios en el centro del ruedo. Quietud. Muletazos largos, muy largos y, eso sí, algún buen natural. Pero poco más.
Empiezo por el peruano porque era el favorito del respetable. Porque lo mejor lo hizo Alejandro Talavante en el segundo. Allí se vieron naturales de mucho interés. Ligazón en las series y continuidad. Gusto. Ese gustillo especial que desprende este torero. Y personalidad. Qué faltos de personalidad estos toreros de ahora, ay!
El Juli, sobrado, como siempre. Buscó el triunfo como un buen matador poderoso. Oreja en el primero por unas tandas de muletazos de interés. Y ahí terminó la corrida. Podemos desarrollar las series, narrar el número de muletazos. Podemos anunciar cuando cambian de mano. Cuando citan o cuando rematan, pero no cambiará para nada la realidad de una corrida que pudo ser y, por desgracia, no fue. Nada que objetar al empresario. Nada que objetar a los matadores que pusieron todo de su parte. Lo demás, deduzcánlo ustedes.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Zamora. Primera de la Feria de San Pedro. Cerca de tres cuartos de entrada. Toros de El Pilar, desiguales de presentación y de juego dispar. El mejor el 3º.
El Juli, palmas y oreja.
Alejandro Talavante, oreja y ovación tras aviso.
Roca Rey, palmas tras aviso y oreja.
GALERÍA FOTOGRAFÍA J. J. JUANES