Castilla y León

Castilla y León

Región

Salamanca criminal: las adulteradas drogas devoradoras de carne

8 julio, 2018 04:33

La crónica de sucesos está impregnada cada vez más con hechos delictivos hasta no hace mucho tiempo más propios de grandes urbes, de otras latitudes donde la delincuencia está a la orden del día. Pero la globalización también conlleva la expansión del delito y sus nuevas vertientes, que NOTICIASCYL les detalla cada domingo en una serie, acercándoles los detalles sobre prácticas cada vez más comunes en Salamanca.

Es el caso de la droga adulterada que cada semana se vende en la provincia charra. Sustancias estupefacientes en algunos casos tan perjudiciales para el ser humano que son consideradas como devoradoras de carne. Así ocurre con la cocaína. Los análisis realizados a la droga incautada en Salamanca han detectado que la pureza es mínima cuando llega al consumidor después de haberse cortado la droga con productos insospechados.

Uno de los adulterantes más tóxicos que se han encontrado es el levamisol, un medicamento utilizado en veterinaria como antiparasitario, que puede producir mareos, náuseas y diarreas. Incluso, el consumo prolongado en el tiempo, reduce el número de glóbulos blancos de la sangre, lo que provoca una mayor facilidad para las infecciones. También se ha encontrado en la cocaína la fenacetina, utilizado como analgésico pero retirado del mercado español porque provocaba incontinencia urinaria y dolores de espalda, destruyendo poco a poco a los riñones.

Los trucos para adulterar la droga son variados, también los motivos, no sólo para aumentar la mercancía. Por ejemplo, los hay que intentan camuflar una mayor pureza. Se considera que si las bolsas con sustancias estupefacientes huelen a petróleo eso es señal de una mayor pureza, pero hay quienes consiguen este efecto frotando el envoltorio con una toalla que había estado sumergida en una botella de gasolina de cinco litros. Otra forma de simular pureza es mostrar la cocaína como una roca, algo que se puede conseguir esparciendo la sustancia y mezclándola con espray para el cabello.

La cocaína que llega a los consumidores a través del menudeo apenas tiene un 20% de la pureza original. Una vez que la droga ha pasado de los grandes narcotraficantes a una menor escala comienza el proceso de adulteración para lograr una mayor cantidad. Anfetaminas, ciclofalina (medicamento usado para estimular la actividad cerebral) paracetamol y cafeína es lo más utilizado, pero también cal, yeso y hasta sosa cáustica o estricnina (usados como matarratas).

Estas últimas sustancias también se han encontrado en la heroína, que suele ser adulterada además con fármacos depresores y sedantes. En el caso de las anfetaminas, se suelen adulterar con resina de cannabis y aspirinas, sobre todo el MDMA, buscando potenciar sus efectos en la mezcla con medicamentos. Pero es que hasta drogas consideradas blancas cuyo consumo incluso se debate y promueve, como el hachís, en ocasiones llevan además ceniza y desechos de animales.

Los últimos estudios realizados por diversas instituciones y fundaciones detectan una mayor tolerancia de los jóvenes hacia las drogas, en el sentido de que se asocia su consumo con la diversión y desciende la sensación de peligro, de las consecuencias negativas que conllevan las sustancias estupefacientes. Los servicios de urgencias detectan cada semana algún caso de policonsumo que deriva en otras consecuencias. Y es que, detrás de la muerte a dosis se esconden otros riesgos para el organismo.