Y ahora la purga tras el congreso del PP
La lucha por liderar el Partido Popular entre castellanos y leoneses ha finalizado con la holgada victoria del palentino Pablo Casado frente a la derrota de la vallisoletana Soraya Sáenz de Santamaría. Un duelo que traía en jaque a todo un Partido Popular ante sus primeras y disputadísimas elecciones internas. Y vaya si ha funcionado.
Y ahora viene la purga. Una vallisoletana y un leonés ya forman parte del aparato del nuevo PP: Isabel García Tejerina y Antonio Silván. Ellos, junto a otros fieles que confiaron en Casado, ya tienen sus primeras rentas. Mientras que los que apoyaron a Soraya se quedan en el limbo político tras ocupar cargos ministeriales y otras prebendas que ofrecieron un poder omnímodo durante un largo tiempo. Pero la política es así de cruel. “No desgasta el poder; lo que desgasta es no tenerlo”. Andreoti.
Este congreso de los peperos ha sido, ni más ni menos, que como cualquier convocatoria de elecciones, aunque a menor escala pero con el mismo fin, donde los electores se decantan por quienes consideran que es el mejor candidato. Para ello estudian su pasado, sus acciones políticas, sus gestos, sus virtudes y sus defectos… y sus discursos. Incluso su calidad humana.
Y en este caso el joven palentino Pablo Casado ha convencido a más del cincuenta por ciento de los compromisarios con un discurso moderno, atractivo y sincero. Su agenda política está cargada de esperanza para recuperar a un partido cuyos vaivenes y traspiés lo llevaban directamente al precipicio. “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. George C. Lichtenberg.
Y un discurso con alternativas, (cambios en la Ley Electoral y firmeza en Cataluña) lleno de pragmatismo, ideología y patriotismo ¿Qué es un partido político sin ideología?
¿O es que todo lo político, cuando se está en el Gobierno, se soluciona con hacer los deberes económicos?
Para eso no hacen falta políticos, se buscan a los mejores técnicos en burocracia y gestión y resuelto el enigma!
Eso es lo que han pensado los votantes del PP y por ello le han dado la espalda a Soraya. La vallisoletana, - sucesora de un Rajoy que ha practicado el tancredismo a ultranza- ha seguido el mismo camino que su protector y solo ha ofrecido a sus correligionarios más de lo mismo: gestión, gestión y gestión. Olvidándose por completo de la ideología del partido y de los cambios futuros.
Casado, curtido en los platós de las televisiones y educado políticamente con Aznar, ha roto la disciplina de la jerarquía de su partido y, aprovechando la rivalidad entre sorayos y cospedales, ha logrado convencer a la mayoría imponiéndose y ofreciendo renovación sin el apoyo directo de Génova.
Por cierto que María Dolores de Cospedal ha dado muestras ejemplares de saber estar en política dando un paso al costado. Creo que con esa postura ha facilitado las cosas al nuevo presidente. “No hay que apagar la luz del otro para lograr que brille la nuestra”. Ghandi.
Ahora a esperar expectantes de lo que vaya ocurriendo en cada autonomía, en cada capital y localidad, para conocer los movimientos que se darán y vendrá aquello de: ¿Qué hay de lo mío?
Y mientras Sánchez, con su esposa, de “viaje oficial” en avión presidencial para presenciar el concierto musical de Benicásim. ¡Viva el derroche político!
“El abuso del poder es una enfermedad, al parecer incurable del ser humano y, claro, que produce desorden.” Salvador de Madariaga.