Paulino Gil es toda una institución en nuestra ciudad y no hay celebración que se precie que no cuente con sus actuaciones. Desde hace más de 25 años dirige el Festival Internacional de Magia que se celebra puntualmente cada año en Zamora pero su última aventura es mezclar magia y ópera, un experimento del que el público podrá disfrutar hoy, a las 12.00h. en el auditorio de Caja España, con su espectáculo Ariakadabra para Little Ópera 2018.

Resulta curiosa la unión de ópera y magia, ¿cómo surgió la idea de participar en el festival?

De una buena amistad con Conchi Moyano ya que desde hace muchos años ella siempre me ha dicho que hiciéramos algo juntos y yo no lo tenía claro hasta que vi un espectáculo de unos amigos, Brando y Silvana, que presentan el repertorio de ópera en el Liceu de Barcelona. Me gustó tanto que pensé que podríamos hacer algo similar con las arias más conocidas de todas las óperas, que muchas veces no sabemos que son ópera. Te suenan pero no lo ubicas en este estilo. Lo que hemos hecho con Brando y Silvan, Julito Rapado y yo uniéndonos a la cantante de ópera Laila Camps y el pianista Pablo Florez es crear una obra que recorre todas esas arias con un guión argumental y mucho humor para que sea mejor llevado por el público.

¿Qué te gustaría que dijera el público al salir de la sala, cuando vean tu espectáculo?

Que se lo han pasado bien, que se han divertido mucho porque es lo fundamental y lo que yo siempre busco en el público. Lo que pretendemos sobre todo es que se diviertan con la ópera a través de la magia y el humor.

¿Qué tiene de mágica la ópera y qué aporta musicalmente la ópera a la magia?

Son dos disciplinas muy compatibles porque nos trasladan a momentos, sobre todo emotivos. Cuando escuchas un aria, tu ánimo y tu espíritu influyen en cómo lo percibes y cómo te llega, cosa que sucede también en la magia porque tratamos de crear ilusiones y que el público se sorprenda. Ambas son muy compatibles en ese sentido.

Parece que la magia está ahora muy de moda con programas como Pura Magia, colaboradores en televisión, hace poco estuvo Anthony Blake
en las Noches de Toro, ¿qué deseo tienes para el futuro de la magia?

Yo siempre digo que ya era hora de que, después de años en el mundo de la magia, se empieza a conocer como un arte. Que haya programas en televisión, espectáculos de hora y pico en Gran Vía, espectáculos en gira... Yo acabo de llegar del Congreso Mundial de Magia, que se ha celebrado en Corea, y ha habido ocho magos españoles que se han llevado premios mundiales de magia. Somos el país que más premios ha obtenido y de más categorías, y el gran premio mundial también se lo ha llevado un español. Eso quiero decir algo. Eso quiere decir que, no solo a nivel de público la magia está popularizándose, sino que a nivel mundial está habiendo una apuesta de artistas. La magia no es una moda, los magos estamos apostando para que a la gente le interese vernos y poco a poco, gracias a cada grano de arena de cada mago, cada programador, cada festival, lo estamos consiguiendo. Antes no se consideraba la magia digna o apta para ser programada en teatros y ahora mismo, se programa en muchísimos lugares. Ahora recogemos los frutos de la siempre de muchos años y de unos pocos cabezotas que nos empeñamos en poner la magia en el lugar en el que debe estar.