¿Qué fue del perro más conocido de Valladolid?
“Perro Lámpara, Perro Lámpara, no se puede arrascar la cara…”. Melodía pegadiza, video curioso y mucho pero que mucho trabajo por detrás con una técnica laboriosa y para la que hay que emplear el dote de la paciencia. Éxito que ha llegado a las casi 32.000 visitas en Youtube y que tiene con artífice a un joven vallisoletano amante del mundo audiovisual.
Alejandro Hernández Salgado es, a sus 26 años, un amante de la fotografía, del cine, de la papiroflexia y de coleccionar cámaras, como él mismo nos confiesa. Técnico Superior en Realización de Audiovisuales y Espectáculos y en Iluminación, Captación y Tratamiento de la Imagen, este profesor en Cinema Camp y encargado de la comunicación en Andén47 nos habla de todos los detalles del perro vallisoletano más conocido y asevera que muchos le han pedido una secuela e incluso una saga tras el éxito inicial.
Pregunta. La primera pregunta es el eje de la entrevista, ¿Dónde quedó ‘Perro Lámpara’? ¿No se ha planteado realizar otro vídeo después del éxito del primero que ha llegado a las casi 32.000 visualizaciones?
Respuesta. Perro Lámpara sigue vivo. De hecho este año me lo he llevado a una proyección de cortometrajes del Festival de Rodinia en el pueblo de San Pelayo, y al turno del campamento de cine (Cinema Camp) que hemos hecho en Zamora.
Tras Perro Lámpara (2013), he realizado otro videoclip, “En cierto modo, te quiero” de Raúl Melero y los Cuerpos Incandescentes, que también gustó mucho, especialmente en el campamento. Estoy más contento con la ejecución del segundo, porque pese a no ser tan conocido, la técnica me quedó más depurada mezclando animación con plastilina y cut out (animación con recortes).
P. Y lo de la segunda versión…
R. El grupo para el que hice el videoclip de Perro Lámpara, Las Tocayas, ahora está en solitario. Por lo tanto no me han planteado ningún proyecto nuevo. Sin embargo, la gente de Cinema Camp, donde imparto un taller de stop motion desde hace 5 años, son fieles seguidores del perro que no se puede “arrascar” la cara, y más de una vez me han pedido hacer secuela o incluso una saga.
P. ¿Cómo surgió la idea?
R. A través del Festival de Cortometrajes Rodinia, organizado por Antonio Macías, el grupo Las Tocayas vieron uno de mis cortometrajes más laureados, “Leo & Nora”. Les gustó tanto que quisieron proponerme una colaboración. Me dejaron una maqueta de su disco, y de ahí, a partir de la letra de Perro Lámpara, quise contar una historia en la que un perro sufría por llevar ese incómodo collar, y que ante ciertas injusticias, decide tomarse la venganza por su mano.
P. ¿Cuánto tiempo le costó realizar las figuras, darles vida y finalmente grabar el vídeo?
R. Es difícil acordarse de esto pasado ya tanto tiempo. Este videoclip fue mi proyecto final para el grado superior en realización que estaba cursando en 2013. Aproximadamente fueron 2 semanas de planificación y construcción de personajes y escenarios, y otra semana de animación y edición, durmiendo bastante poco, todo hay que decirlo.
P. ¿En qué consiste la técnica del STOP-MOTION con la que está realizado este ‘Perro Lámpara’?
R. El vídeo que conocemos capta normalmente 24 fotogramas por segundo y consigue capturar cualquier movimiento que hagamos delante de la cámara. El stop motion viene precisamente de que la cámara se para, capta un fotograma, el animador mueve el muñeco concienzudamente y toma el siguiente fotograma. De esa manera se consigue dar vida a personajes y objetos que a nuestros ojos realmente son inmóviles.
P. Ha conseguido varios premios por el vídeo, háblame un poco de ello.
R. En su estreno, el videoclip fue destacado por varias revistas del panorama musical. "Perro Lámpara" también ha recibido una mención de Miradas Sonoras en el 5º Festival de Cortos Rodinia (2013).
P. También ha llevado el vídeo lejos de España, ¿Qué lugares ha visitado el ‘Perro Lámpara’?
R. En el Festival Cortos Rodinia ganó en la sección, Festival of Festivals del Festival Internacional Video Imperia (Italia), con el videoclip "Perro Lámpara", digamos que ese ha sido su premio más internacional. Pero no he llegado a viajar con Perro Lámpara.
Con “Teardrop Story”, una historia muy breve sobre una lágrima, y con otro cortometraje de mi amigo y director del Cinema Camp, Álvaro Martín, fuimos al Open-Air Filmfest Weiterstadt, en Alemania, a presentar sendos cortometrajes.
P. ¿Quién es Alejandro Hernández Salgado?
R. Cuesta siempre hablar de uno mismo, la verdad. En los últimos años, sí que he notado que tengo menos tiempo para creaciones propias, desde que estoy metido en el mundo laboral. Tengo muchas ganas de hacer un nuevo cortometraje. Aun así, toda esta originalidad y esfuerzo que dedicaba en mis cortos, la aplico de igual manera en mi trabajo diario. Quiero seguir haciendo las cosas a mi manera, mientras me lo pueda permitir.
P. ¿De dónde nace su amor y su gusto por lo audiovisual, ya sea fotografía o video?
R. Recuerdo que toda esta pasión que siento por el cine me entró a raíz de que mi madre me comprase una revista de cine cuando tenía yo 10 años. De pequeño ya me gustaba hacer mis propias grabaciones, como programas televisivos, en los que ponía la voz a mis muñecos y peluches. También parodiaba grandes clásicos del cine, en vídeos de andar por casa protagonizados, dirigidos y montados por mí. Quizás por mi personalidad introvertida, es por lo que me sienta a gusto contando historias a través de una cámara.
P. ¿En qué proyectos se encuentra embarcado?
R. Recientemente hemos terminado el 3º turno de Cinema Camp, un campamento que hemos realizado en julio durante 3 semanas (hemos estado entre Zamora y Ávila). La profesión de docente es muy enriquecedora, porque conoces a gente con las mismas inquietudes, compartes conocimientos, y además de enseñar, a lo largo del año participamos con los alumnos en proyectos cinematográficos propios.
P. ¿Con qué es con lo que más disfruta dentro del mundo audiovisual?
R. Lo más gratificante que puedes encontrar en esta profesión es ver cómo la gente llega a emocionarse por lo que haces. Provocar risas, evocar alguna lágrima con tus propias historias. Es lo que más me llena.
P. Un objetivo que se marca.
R. Me gustaría seguirme formando en el ámbito de la animación. Todo lo que sé lo he aprendido de forma autodidáctica, y cuanto más veo, sé que me queda muchísimo por aprender y mejorar. No descarto realizar algún máster específico de stop motion que ya he visto en alguna escuela de Barcelona, aunque para eso aún tengo que ahorrar.
P. Y un deseo mirando al futuro.
R. No lo veo como un deseo, porque sé que estaré disfrutando de ello igual. Siga o no dedicándome laboralmente al mundo audiovisual en el futuro, continuaré fotografiando y contando historias a través de la plastilina. O simplemente acudir al cine y ver una buena película, eso ya es lo suficientemente gratificante, y eso no me lo puede impedir nadie.