Todos los secretos de la comunicación algorítmica
Los principales partidos políticos españoles utilizan la comunicación algorítmica. Esta se utiliza, por ejemplo, en chats automatizados para informar a los usuarios sobre actos del partido, programas, etc., o para automatizar discursos, si bien su grado de desarrollo es irregular. Así lo apunta un estudio llevado a cabo por Eva Campos Domínguez, investigadora de la Universidad de Valladolid (UVa), y Berta García Orosa, investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela, a partir de los resultados de las investigaciones del grupo Mediaflows y la Red Xescom.
Mientras que la comunidad científica ya conocía que el uso de big data e incluso de bots (aféresis de robots) es habitual en diferentes contextos políticos, la influencia de los algoritmos automatizados en las estrategias de los partidos empezó a ser estimada por José Luis Dader, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, y sus colegas en estas redes, en las que se integran las investigadoras.
Como explican, los algoritmos “examinan los sentimientos y opiniones de los receptores a partir de sus identidades virtuales y, de modo automatizado, construyen informaciones u opiniones que satisfagan sus necesidades”.
El objetivo fundamental del trabajo fue analizar la comunicación política algorítmica, su alcance, fortalezas, debilidades e implicaciones en la democracia. Para realizar este estudio exploratorio, las investigadoras plantearon un análisis cualitativo, fundamentado en entrevistas en profundidad semiestructuradas.
En una primera fase, entrevistaron a los responsables de la campaña electoral de los partidos políticos de las elecciones generales de 2015 y 2016 en España con el fin de conocer el uso real de la automatización y su percepción. Fueron 11 entrevistas, dos por cada una de las formaciones principales que concurrían a las elecciones con candidaturas en toda España, una antes y otra después de la celebración de los comicios.
En una segunda fase, se realizó otro conjunto de entrevistas a consultores y asesores externos vinculados a la Asociación de Comunicación Política (ACOP), con el objetivo de indagar, a través de la experiencia de estos profesionales, en el alcance de la comunicación política algorítmica, sus fortalezas, debilidades e implicaciones.
Un uso generalizado
La investigación previa permitió confirmar el uso generalizado de la comunicación política algorítmica. “Esta forma parte de la estrategia de todos los partidos con representación parlamentaria en España, su crecimiento es continuo y creciente y las ventajas para las formaciones muy relevantes. Sin embargo su implementación en las diferentes fases de la estrategia comunicativa es irregular y depende fundamentalmente del presupuesto y de las características de cada partido político”, confirman a DiCYT Campos Domínguez y García Orosa.
No obstante, esta comunicación robotizada se encuentra en una fase incipiente, similar a los países del entorno, aunque con menor influencia que en Estados Unidos. Convive con técnicas tradicionales y los objetivos más perseguidos por los partidos son los de segmentación, medición de estados de opinión, seguimiento de otros partidos políticos y el envío personalizado de mensajes.
Llegar a millones de personas con pocos recursos humanos
La principal ventaja de la comunicación política algorítmica, tal y como indicaba uno de los entrevistados, “es la posibilidad de llegar a millones de personas con pocos recursos humanos”. Tal y como señalan los entrevistados, los algoritmos se usan en chats automatizados para informar a los usuarios sobre actos del partido o el programa electoral. También para automatizar discursos, introduciendo unos mensajes principales, varias líneas argumentales y a partir de ellas el programa plantea los discursos, ordena ideas y construye un texto, con el fin de generar marcos y argumentarios a bajo coste y de manera masiva y entrar en los medios de comunicación, que reproducen estos marcos.
No obstante, esa producción deshumanizada puede conllevar algunos problemas, como una pérdida de emoción, ya que las máquinas no transmiten matices y se pierde la frescura y empatía de la comunicación entre personas.
Pero los expertos consultados consideran que este es solo el inicio de una actividad que crece en cada campaña electoral, y que está empezando a llegar también a gobiernos y administraciones públicas. A su juicio, en el próximo ciclo electoral, a partir de este año, se producirá un importante avance en la implementación de la comunicación algorítmica.