Solidaridad sin límites contra el hambre en Valladolid
La solidaridad es ese sentimiento de unidad que nos mueve a dar sin esperar nada a cambio. Es la base de valores humanos tales como la lealtad, el compañerismo, la amistad que se ponen de relieve en un periodo tan bello como es una Navidad que mañana espera con la Nochebuena que ya acecha.
De solidaridad sabe mucho Trinitario Herrera, un voluntario del Banco de Alimentos de Valladolid que con su trabajo, altruista y sin recibir remuneración económica alguna, busca hacer más llevadero este periodo frío del año en el que muchas personas lo pasan francamente mal.
En palabras del presidente del Banco de Alimentos, Jesús Mediavilla, la institución “ha apoyado a 16.000 familias” en este año 2018 que está a punto de finalizar y ha logrado obtener 260.000 kilos de alimentos en ‘La Gran Recogida’, que se desarrolló los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, en otro éxito que pone de relieve la solidaridad de la capital del Pisuerga.
El placer de ayudar
“Sumo tres años y medio como voluntario del Banco de Alimentos. Me decidí a entrar cuando acabé en mi trabajo. Pensé que era una buena época para hacer algo por los demás y me lancé a hacerlo”, asegura Trinitario Herrera, cántabro de nacimiento pero residente en Valladolid y voluntario de una institución que continúa ayudando a los que más lo necesitan.
Nuestro entrevistado nos confiesa que acude “todos los días de 9:00 a 14:00 horas para realizar este trabajo de manera altruista y sin cobrar un euro”, como lo hacen los otros 72 voluntarios a diario y que conforman un plantel en el que el trabajo en equipo es clave y también las buenas relaciones personales existentes.
Este voluntario no duda en asegurar, mirando ya a 2019, que su deseo pasa por “conseguir que muchos salgan de la espiral de pobreza existente” con el fin de reducir ese número de 16.000 familias, como ha informado el presidente del Banco de Alimentos Jesús Mediavilla a este periódico, que han sido ayudadas en este 2018 por la institución.
Navidad y ‘Gran Recogida’, trabajo y éxito
“Desde el Banco de Alimentos realizamos Operaciones Kilo y muchos eventos a lo largo del año. En este 2018 habremos hecho un total de 400 entre unas y otras. Es especialmente importante la labor en Navidad porque es la época del año más importante para atender a todas las familias y lograr que a ninguna les falten estos alimentos”, asegura Mediavilla.
‘La Gran Recogida’, que se celebró los días 30 de noviembre y 1 de diciembre, volvió a “demostrar que Valladolid es una ciudad muy solidaria”, como nos cuenta Trinitario, con una suma de 260.000 kilos de alimentos para los que más lo necesitan, batiendo todas las previsiones que se cifraban en 240.000 kilos antes del evento.
“Para nosotros, ‘La Gran Recogida empieza más de 15 días antes con la preparación de todo el material que tenemos que llevar y repartir en los supermercados. Después todos los productos pasan una primera clasificación por alimento y más tarde otra por fecha de consumo preferente. Más tarde se pasa a las ubicaciones y se les da de alta en una aplicación informática. Se los ubica hasta darles salida, bien para pedidos o para envío a otros bancos”, añade nuestro voluntario explicándonos al dedillo todo el proceder de un trabajo arduo que no se ve pero que ahí está.
Contra el despilfarro en Navidad
“El objetivo principal del Banco de Alimentos es evitar el despilfarro”, nos cuenta Jesús Mediavilla en unas fechas tan señaladas en las que muchos tirarán tras la cena de Nochebuena muchos alimentos a la basura, de esos que les sobran tras un copioso banquete, sin acordarse de que habrá otros tantos que no podrán llevarse nada a la boca.
Nuestro solidario entrevistado coincide plenamente con su presidente afirmando que “el despilfarro no le parece bien” y añadiendo que “la vida es así” porque “al que tiene mucho le va a dar igual tirar a la basura dos que cuarenta” y aseverando que “espera que se tire lo menos posible este año”, en un llamamiento a la sociedad que realizan desde el Banco de Alimentos vallisoletano.
La Navidad es un periodo mágico y bonito para reunirnos con nuestros seres queridos y celebrar en torno a una mesa pero merece la pena acordarse, a la hora de tirar alimentos en perfecto estado, de los que peor lo pasan, aquellos a los que la vida peor ha tratado y que no tienen nada para llevarse a la boca, tampoco en estas fechas tan señaladas.