El conductor del remolque que volcó en Tordesillas y causó la muerte de dos peñistas culpa a éstos del siniestro
El vecino de Tordesillas (Valladolid) acusado de la muerte de dos peñistas y las lesiones de otros 18 como consecuencia del vuelco del remolque que arrastraba con su tractor, en el marco de las fiestas de la Virgen de la Peña de la localidad el 10 de septiembre de 2017, ha responsabilizado del siniestro a las propias víctimas, que "iban brincando y bailando y se colocaron todas en el mismo lado" del arrastre.
El encausado, Luis B.H, de 63 años, durante la primera sesión del juicio iniciado en el Juzgado de lo Penal número 2, ha negado que el accidente se produjera por un exceso de velocidad, ya que, como así ha asegurado, no iba a más de 10 ó 12 kilómetros por hora, ni tampoco por su ingesta de alcohol--dio 0,55 y 0,64 miligramos por litro de aire espirado--, sino que, tal y como ha insistido en distintas ocasiones, supone que la carga que llevaba, compuesta por una veintena de peñistas, ocupó un mismo lateral del remolque. "¡El 99,9 por ciento de ellos había tomado alcohol!", ha rematado.
"¡Veinte personas brincando y bailando hicieron volcar el remolque porque supongo que se pusieron todos en el mismo lado!", ha incidido Luis B.H, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha recordado que conduce tractores "de toda la vida" y que siempre participa en el desfile de las peñas hacia la ermita llevando en su remolque a sus integrantes.
En la edición de 2017, recibió el encargo de llevar a los peñistas de 'El Infierno', de ahí que sobre las 16.00 horas del 10 de septiembre se acercara con su vehículo agrícola al bar 'La Estrella', donde, según mantiene, se tomó solo un chupito. Declara que por la mañana había tomado unos vermús y unos vinos, pero en la comida no había ingerido nada de alcohol, por lo que se encontraba "perfectamente para conducir".
En el bar cogió a cuatro o cinco personas, entre ellas un adulto y una niña que viajaban con él en la cabina del tractor, y de camino a la ermita imagina, pues no podía ver lo que ocurría a sus espaldas, que se subieron otras muchas personas sin su permiso y sin saber el número, circunstancia en la que se escuda para explicar que el fatal accidente registrado al entrar en una rotonda de la Avenida de Zamora y hacer un giro hacia la izquierda pudo ocasionarse al encontrarse la mayoría de los peñistas en el lado opuesto del remolque, con una capacidad de carga de 6.000 kilos.
Fruto del vuelco, dos de los peñistas, una mujer con iniciales M.P.F.F, de 54 años, perdió la vida allí mismo y la otra víctima mortal, Pablo S.B, de 40, casi dos meses después tras permanecer en coma a causa de las graves lesiones sufridas, mientras que otras 18 quedaron malheridas.
En su declaración, el acusado ha negado que la persona que le acompañaba en la cabina le dijera "afloja, afloja" antes de encarar la rotonda ante un supuesto exceso de velocidad que ha rechazado durante todo el interrogatorio.
Posible velocidad inadecuada
Dos agentes de la Policía Local de Tordesillas que acudieron al escenario del siniestro han coincidido al señalar que todos los indicios, tanto por lo declarado por dos guardias civiles de servicio que habían presenciado lo ocurrido como por el testimonio de testigos y heridos, apuntan que el vuelco se produjo por una combinación de ingesta y "velocidad inadecuada" del acusado.
Han explicado que el conductor no presentaba síntomas de encontrarse bebido, circunstancia que sí pudieron comprobar con un primer test que practicaron ellos mismos, en el que dio 0,55 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, y uno posterior, realizado a los 13 minutos por la Guardia Civil, que arrojó un resultado de 0,64.
Testigos presenciales, según han mantenido, aseguraron que el tractor circulaba "demasiado deprisa" y que la persona que le acompañaba en la cabina ya le había prevenido con gritos de "¡afloja, afloja!".
Uno de los policías municipales y uno de los guardia civiles que presenció el accidente no han llegado a descartar que el mismo pudiera haberse producido al encontrarse todos los ocupantes del remolque en el mismo lado. El agente de la Benemérita ha añadido que no le dio la sensación de que el tractor llevara una velocidad excesiva.
El juicio, en principio, continuará este jueves y los días 10, 12 y 19 del presente mes.
Peticiones de hasta 5 años
Con carácter provisional, Fiscalía de Valladolid imputa al procesado un delito contra la seguridad vial (art. 379.2 del C.P)--conducción bajo los efectos del alcohol--en concurso con dos delitos de homicidio por imprudencia grave (art. 142.1) y dieciocho delitos de lesiones por imprudencia grave.
En concepto de pena, el acusador público interesa una condena de cuatro años de cárcel, la máxima contemplada, y la privación de carné de conducir por espacio de seis años, así como el pago, en concepto de responsabilidad civil, de indemnizaciones para los familiares de las dos víctimas mortales que globalmente superan los 270.000 euros, con responsabilidad civil directa de Mapfre, al margen del resto de indemnizaciones para la casi veintena de lesionados.
Por su parte, el letrado de Pablo S.B. y su esposa, Karina C.F, el primero fallecido tras el siniestro y la segunda herida en el mismo, solicita para el conductor cinco años de prisión por un delito de homicidio imprudente con empleo de vehículo de motor, otro de lesiones imprudente y un tercero de conducción temeraria, a pesar de que una hipotética condena no podría exceder de los cuatro años.
Así, el acusador particular pide la retirada del permiso de conducir del investigado por espacio de doce años, junto con el pago de indemnizaciones en favor de la viuda y sus dos hijas que globalmente se elevan a casi 250.000 euros, con responsabilidad civil directa de la aseguradora Mapfre.
Otra de las acusaciones particulares, en representación de la mujer fallecida, pide cuatro años de privación de libertad, privación del carné por seis años y las correspondientes indemnizaciones, mientras que las defensas del procesado y de la compañía Mapfre interesan un fallo absolutorio, en el caso de la aseguradora al observar la concurrencia de culpas.