Ascienden a cinco los casos de tularemia en la provincia de Palencia
La Red de Vigilancia Epidemiología de la Junta de Castilla y León ha elevado a cinco el número de casos confirmados de tularemia a fecha de 23 de julio en la provincia de Palencia, mientras otros 16 en se encuentran en estudio.
Según ha informado la Delegación Territorial de la Junta en Palencia a través de un comunicado remitido a Europa Press, son tres los nuevos casos que se unen a los dos primeros, confirmados los días 3 y 4 de julio en Fuentes y Paredes de Nava.
Así, de los tres nuevos casos, dos se confirmaron el 8 de julio, también en Paredes de Nava, y el tercero el día 12 en Villarramiel. En los cinco casos se trata de contagios por exposición medioambiental sin que ninguno de los cinco haya requerido hospitalización.
La tularemia es una enfermedad que puede cursar con distintas formas de presentación en humanos en relación con la exposición y el mecanismo de contagio, ya que pueden aparecer síntomas semejantes a los de un proceso infeccioso (aparición brusca de fiebre alta, malestar general) y, en ocasiones, con lesiones en los dedos y ganglios axilares, alguna vez ulcerados.
La tularemia es endémica en Castilla y León con brotes cíclicos, sin que sea contagiosa entre personas, tratable mediante antibióticos siempre prescritos por facultativos.
Para evitar el contagio, se aconseja evitar el contacto con animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales y el consumo de aguas no controladas sanitariamente.
Además de protegerse de las nubes de polvo en aquellos lugares donde proliferen animales susceptibles de la transmisión de la tularemia y utilizar ropas protectoras y productos repelentes, para evitar picaduras de insectos o garrapatas.
Asimismo, se recomienda utilizar guantes y mascarillas cuando se capturen animales, se manipulen o éstos se retiren, en la pesca y manipulación de cangrejos y no permitir que los niños toquen animales muertos.
Por otra parte, se recuerda que la carne de los animales silvestres ha de consumirse perfectamente cocinada, porque la congelación no inactiva el agente responsable de la enfermedad.