Amenábar recupera el desafío de Unamuno: "Problema con la identidad y los símbolos"
El director de cine Alejandro Amenábar ha sido uno de los grandes protagonistas de la segunda jornada del Festival de San Sebastián, en la que ha presentado la película 'Mientras dure la guerra', candidata a la Concha de Oro, en la que recupera el desafío dialéctico de Miguel de Unamuno ante los militares en la Universidad de Salamanca en 1936, a comienzos de la Guerra Civil.
"Tenemos un problema con nuestra identidad y con nuestros símbolos", ha afirmado el cineasta este sábado durante la presentación ante la prensa de esta película, protagonizada por Karra Elejalde y que, tal y como ha admitido, es una "alusión al presente" y llama la atención sobre el "repunte del fascismo" con la famosa frase de Unamuno: "Venceréis, pero no convenceréis".
"No nos hemos puesto de acuerdo ni para cantar la misma canción", ha resaltado sobre el himno de España el cineasta, quien hace referencia a Franco, quien reinstauró la bandera monárquica bicolor, como responsable de los problemas de la "identidad" en la actualidad.
"Vivimos en un estado democrático, es nuestro hábitat y nuestra comunidad de vecinos, es lo que tenemos que gestionar, y el resto está implícito en la propia película", ha señalado el director, en respuesta a la pertinencia de la película, que se estrena el próximo viernes 27 de septiembre, ante el panorama político, a pesar de que, tal y como ha indicado, el proyecto llevaba en un "cajón" desde hace tres años.
La Guerra Civil es contexto también de la cinta española 'La trinchera infinita', también en competición en Sección Oficial. En este sentido, Amenábar ha señalado que la generación actual de directores creció "en plena transición" - "yo en los 80 era un crío aún, ha dicho-- y en su caso se dio cuenta de que la gente de su edad "ha pasado por la Guerra Civil de puntillas", por lo que reivindica conocer la Historia y crear "conexiones" con lo que pueda pasar.
"UNAMUNO LA LIÓ PARDA"
Amenábar se enfrentó a la "difícil" tarea de acotar lo que se dijo y lo que ocurrió en Salamanca, para lo que se leyó todos los testimonios existentes. Aunque el detonante de las famosas palabras del general Millán-Astray (a quien interpreta Eduard Fernández) fue otro que el que se muestra en la película, explicarlo "no era oportuno". Sin embargo, ha sido "fiel" a lo que uno y otro dijeron, sobre lo que hay "libros enteros" que lo explican. "Lo claro es que el señor Unamuno la lió parda", ha dicho.
Amenábar considera que el riesgo de esta película no es diferente a otros proyectos, pero ha admitido que se le pasó por la cabeza una pregunta: "¿Hay necesidad de meterme en esto?". "Pensé que si Unamuno se levantó, qué menos que hacer esta película", ha resaltado.
Para el cineasta, Unamuno fue "un gran pensador que cuestionaba todo lo que veía" y a quien describe como una "mosca cojonera brillante" y "siempre inconformista". A su juicio, es "conmovedor" que eligiera el "momento más inoportuno" para poner "coherencia en su vida", con la que sabía que no era "consecuente".
Karra Elejalde, encargado de dar vida al escritor y filósofo vasco, ha señalado que lo que le sirvió para dar vida al personaje fue "lo que decían de él". En este sentido, ha bromeado al señalar que su cerebro es de "izquierdas" pero su cuerpo es "de derechas", por lo que es "vago" y se dejó asesorar. "No me he preocupado de las equidistancias" ha señalado el actor, quien afirma que el proyecto ha sido "muy trabajoso".
FRANCO, "MOSQUITA MUERTA" Y "TESÓN"
Amenábar juega en esta película con "todos los elementos de Franco aparentemente ridículos", porque "forman parte del personaje". Por un lado, muestra su hipotética incapacidad de "mando" y su apariencia de "mosquita muerta", pero también refleja el "tesón" que tenía para "sobreponerse a esa vocecita" y esa visión que había de él.
Precisamente, tal y como ha señalado el actor que se mete en el papel de Franco, Santiago Prego, el equipo dedicó seis meses a trabajar sobre la voz, algo "muy inteligente" porque en ella estaba "la máscara del personaje". "Una vez que pillas eso, el resto es jugar", ha dicho.
Por su parte, Eduard Fernández da vida al general José Millán Astray, un personaje "muy extremo" e "histriónico" a quien había que llegar "sin pasarse", en palabras del actor. Aunque está "muy alejado" de su ideología, el intérprete ha señalado que si lo juzga no puede llegar a él. Además, han sido importantes las horas de "maquillaje" para parecerse al militar sublevado y fundador de la Legion, quien había perdido un ojo en combate.