La campaña electoral en Castilla y León entra en su recta final. Las urnas se colocarán el próximo día 13. Sin embargo, este domingo, los grandes asuntos nacionales de la semana que termina han eclipsado a los estrictamente autonómicos. Especialmente, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arropado al candidato socialista, Luis Tudanca, en León y Pablo Casado ha hecho lo propio con el suyo, Alfonso Fernández Mañueco, en Palencia.
En el mitin del PSOE también ha intervenido el exlíder del Ejecutivo José Luis Rodríguez Zapatero, quien, desde su ciudad natal, ha arremetido contra el Partido Popular a cuenta de la reforma laboral.
"Los goles en propia meta también suben al marcador", ha indicado Zapatero sobre el error a la hora de votar del diputado popular Alberto Casero, decisivo para que el Ejecutivo pudiera sacar adelante su norma en el Congreso.
"Ahora, [el PP] está por ahí, llorando por las esquinas... Que tengan pudor, querían ganar una votación por atrás, con dos tránsfugas", ha indicado el expresidente sobre los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN) que dieron un no a la reforma laboral, rompiendo la disciplina de voto de su partido, cuya dirección había pactado un sí con los socialistas.
Ambos parlamentarios, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, deberán abandonar UPN, después de que el Comité Ejecutivo decidiese este sábado exigirles sus actas de diputado bajo amenaza de expulsión. Y los dos, tal y como han confirmado a EL ESPAÑOL, no están por la labor y creen que no les costará defender su decisión ante sus votantes.
El mismo término —tránsfugas— ha sido el empleado por Pedro Sánchez en sus críticas a la estrategia del PP contra la reforma laboral, a la que el presidente del Gobierno ha calificado como "un canto al crecimiento y al acuerdo". Y también acusa a la formación conservadora de "deslegitimar el voto democrático en el Parlamento".
"[El Partido Popular] incluso ha utilizado a tránsfugas (...) contra un acuerdo entre distintos partidos que se unen a trabajadores y empresarios para hacer avanzar en derechos a nuestro país", ha indicado el líder del Ejecutivo, tras agradecer a "todos los partidos" que dieron su apoyo a lo que ha considerado "un éxito colectivo de todo el país".
Mientras que algunos de los socios parlamentarios habituales del PSOE se negaron a avalar la reforma laboral —ERC, Bildu o PNV—, otras formaciones ajenas al llamado bloque de investidura, como Ciudadanos, dieron su sí al decreto.
"El patriotismo se demuestra en la oposición y la derecha pasará a la historia por no haber arrimado el hombro una sola vez", ha indicado, por su parte, Zapatero. "Hubo justicia poética, ganaron los trabajadores, ganó España y perdió el PP", ha concluido el expresidente del Gobierno sobre la reforma laboral, tras mostrar su "alegría" por su aprobación y resaltar el "compromiso cumplido" del PSOE al aprobarla.
Asimismo, en la misma clave nacional que ha marcado la jornada de este domingo, Pedro Sánchez ha reivindicado los logros de su Gobierno contra la pandemia: desde la estrategia de vacunación a los resultados en el empleo, pasando por los ERTEs, los datos de afiliación femenina a la Seguridad Social o los créditos ICO.
Todo ello, para enfrentarlo a la "derrota" de una "oposición negacionista" a la que, según ha dicho Zapatero, "le molesta que España pueda avanzar".
Sánchez también ha reivindicado los próximos proyectos del Ejecutivo, como la Ley de Libertad Sexual o la tramitación parlamentaria de la Ley de Vivienda, que el PP llevará al Tribunal Constitucional y cuyos gobiernos autonómicos se negarán a aplicar.
De nuevo, para compararlo con los noes del PP a otras normas que su Gobierno sí ha conseguido sacar adelante, como la de eutanasia o la de Formación Profesional.
"Trampas en el Parlamento"
En respuesta, el presidente del PP, Pablo Casado, ha acusado este domingo al Duque del Falcon —así ha denominado a Pedro Sánchez durante su mitin en Palencia— de haber "hecho trampas en el Parlamento" para convalidar el decreto sobre la reforma laboral.
Sobre los "goles en propia puerta" a los que se había referido unas horas antes Zapatero —al que Casado ha llamado Duque de Maduro—, el líder del Partido Popular ha criticado que, en este caso, "el juez de línea [estaba] a favor del Partido Socialista", en relación con la actuación de Meritxell Batet, como presidenta de la Cámara Baja, durante la votación.
Los populares creen que Batet pudo prevaricar al no convocar a la Mesa del Congreso para estudiar este supuesto "error informático" que, tal y como le comunicaron los populares antes del recuento, había impedido votar correctamente a Alberto Casero.
Todo ello, a ojos de Casado, supone otro "síntoma" de la "destrucción institucional por culpa de Sánchez", a quien acusa de ser un "trilero" en las negociaciones con los grupos parlamentarios para aprobar su reforma laboral.
"Iremos hasta el final en el Tribunal Constitucional y a reclamar responsabilidades por posible prevaricación de la presidenta del Congreso al mandado de Pedro Sánchez", ha indicado Casado en Palencia.
De nuevo, en la misma clave nacional que ha marcado la jornada de este domingo en Castilla y León, el líder del PP ha recordado los pactos del presidente del Gobierno con Bildu, Podemos y Esquerra Republicana, así como la designación de un "comisario político al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas". Todo ello, ha expuesto Casado, forma parte de la "abrasión institucional" de la que el Partido Popular acusa a Pedro Sánchez.