Vox mantiene el hermetismo sobre sus candidatos a las municipales en CyL: "Está todo en construcción"

Mientras PSOE y PP engrasan la maquinaria de cara a configurar las listas para la próxima gran cita electoral de Castilla y León, las elecciones municipales del 28 de mayo de 2023, Vox mantiene el hermetismo con respecto a sus posibles postulantes a unos comicios en los que la formación podría ser determinante para la formación de gobierno en muchos ayuntamientos de la región. "Todavía es pronto para dar nombres. Está todo en construcción", aseguran fuentes del partido con respecto a los primeros comicios municipales que irán por separado de los autonómicos en la historia de la Comunidad.

Unas elecciones para las que no se conoce aún el nombre de ningún candidato de la formación dirigida en la región por Juan García-Gallardo, en contraposición a PSOE y PP, que ya han dejado entrever que sus actuales regidores en la Comunidad repetirán como candidatos y, en el caso de los socialistas, han anticipado también que algunos postulantes que no consiguieron la alcaldía en los pasados comicios, como Miriam Andrés en Palencia, gozarán de una segunda oportunidad para lograrlo encabezando sus listas.

Desde Vox, aseguran que la elección de los candidatos municipales depende de la dirección nacional del partido –al carecer la formación de una estructura autonómica por su visión centralista del Estado– y que, por ahora, prefieren no dar información con respecto a los procesos internos que concluirán con la proclamación de los postulantes del partido para estos comicios. Unas elecciones en las que los de García-Gallardo podrían ser determinantes, a tenor de los resultados de las elecciones autonómicas de febrero y de la tendencia en las encuestas, para facilitar que el PP accediese a varias alcaldías y repetir la coalición del Ejecutivo autonómico a nivel municipal.

Las primeras municipales desde el Gobierno autonómico

Las elecciones municipales de mayo de 2023 serán las primeras en las que Vox salte al ruedo político en Castilla y León desde su incorporación al Ejecutivo autonómico el pasado mes de marzo, en virtud del acuerdo firmado con el Partido Popular. Es previsible que la formación trate de utilizar en campaña su legado de gestión durante estos meses –especialmente algunas de sus medidas estrella como el recorte de subvenciones a sindicatos y patronal, la normativa de concordia o la Ley de violencia intrafamiliar, ambas aún en tramitación– para impulsarse de cara a estos comicios. Pero las elecciones municipales tienen un cariz distinto al de las autonómicas.

La importancia de los nombres propios es determinante en las elecciones más pegadas a la calle, a los problemas del día a día y más alejadas de los grandes programas de partido y de la alta política. Y en este terreno Vox, al igual que otros partidos de nuevo cuño como Podemos o Ciudadanos, tiene un problema: carece de una estructura territorial asentada en Castilla y León. 

La falta de implantación en los territorios y el hecho de no contar con grandes nombres a nivel municipal puede ser un hándicap para la formación, que se encuentra ante la disyuntiva de optar por candidatos desconocidos o por usar la fórmula de traer a 'paracaidistas' conocidos de otras partes de España. La primera opción, utilizada en las elecciones autonómicas del pasado 13 de febrero –en las que las listas de Vox las encabezó un hasta entonces desconocido Juan García-Gallardo– dio sus frutos al partido que por primera vez pudo formar parte de un Ejecutivo en sus ocho años de historia.

Por el contrario, la segunda posibilidad, utilizada el pasado mes de junio en las elecciones andaluzas –en las que el partido hizo aterrizar desde Madrid a la conocida diputada Macarena Olona– no dio los resultados esperados y ha terminado por abrir una profunda herida en Vox tras la salida de Olona de la formación y sus críticas a la dirección del partido. Es, por tanto, previsible que el partido haya aprendido de esa lección y opte más por 'gallardos' que por 'olonas' de cara a las municipales de mayo de 2023.

2019: unos resultados escuetos antes de la eclosión

Las últimas elecciones municipales en Castilla y León, en mayo de 2019, pillaron con el pie cambiado a Vox. No hacía ni seis meses desde la eclosión del partido a nivel nacional, tras obtener 12 escaños en las elecciones andaluzas de diciembre de 2018, y la formación tuvo que poner en marcha la maquinaria electoral a toda prisa, obteniendo unos resultados muy modestos tanto en las elecciones municipales como en las autonómicas, en las que lograron solo un procurador frente a los 13 actuales.

A nivel municipal, Vox solo logró concejalías en Burgos, Valladolid y Palencia, y tan solo fueron determinantes en la capital palentina para investir a Mario Simón, de Ciudadanos, en virtud de un pacto con la formación liberal y con el PP.

En Burgos, Vox logró dos concejales, su mejor resultado en esos comicios, con una lista encabezada por Ángel Martín. El Ayuntamiento de Burgos fue testigo de la primera gran polémica del partido en Castilla y León después de que sus dos concejales, el propio Martín y Fernando Martínez-Acítores, decidiesen no apoyar el acuerdo entre PP y Ciudadanos, permitiendo que el socialista Daniel de la Rosa fuera investido alcalde.

La provincia burgalesa es un feudo del partido, de hecho es el lugarde nacimiento de Juan García-Gallardo y de otros referentes de la formación como José Antonio Ortega Lara, y es factible que Vox pueda configurar un Ejecutivo de coalición con el PP tras los próximos comicios.

En Palencia, la concejal Sonia Lalanda fue decisiva para que Mario Simón, de Ciudadanos, accediese a la alcaldía, en virtud de un pacto con el PP. La concejal dimitió el pasado mes de julio de 2022 como presidenta de la gestora de Vox Palencia y es previsible, por tanto, que la formación busque otra opción para encabezar su lista en la localidad palentina.

A tenor de los resultados de las autonómicas en la provincia, Vox podría ser también determinante en Palencia para devolver el bastón de mando municipal a los populares.

El otro concejal que logró la formación en las elecciones de mayo de 2019 fue Javier García Bartolomé en Valladolid. García ha tenido un papel irrelevante durante esta legislatura ante la mayoría absoluta de la que gozan PSOE y Valladolid Toma la Palabra (VTLP) en la ciudad del Pisuerga y en los últimos meses su imagen se ha visto empañada por la polémica. 

Su denuncia en el Ayuntamiento de los cursos de igualdad que, como se supo después, impartía el entonces gerente del Ecyl, Javier Moreno –nombrado por Vox–, y su posterior dimisión, han hecho sembrar las dudas de que García vaya a repetir como candidato en unos comicios en los que la formación podría ser determinante para devolver la alcaldía al PP después de ocho años de Gobierno socialista.

Posible influencia en Salamanca, dificultades en el resto

En el resto de provincias de Castilla y León, en las que Vox no obtuvo ninguna concejalía en mayo de 2019, la formación lo tiene difícil para ser decisiva. La única excepción podría ser Salamanca, donde Vox quedó a unos pocos cientos de votos de obtener concejalía en los últimos comicios.

En la capital charra la dirección del Ayuntamiento la ostenta el PP en virtud de un pacto con Ciudadanos, un socio al que podría sustituir Vox ante la previsible debacle de la formación liberal, en la tónica de lo acontecido en otros territorios. En esas municipales, la candidata fue Eva María Pérez Bartol y contó con un número dos que ha despuntado en el partido en los últimos meses: el actual portavoz en las Cortes, Carlos Menéndez. 

Está por ver si la formación optará por repetir candidata, por 'pescar' a Menéndez de la Cámara autonómica o por desvelar un candidato hasta ahora desconocido.

En el resto de capitales de provincia, Vox lo tiene complicado. En León no cuentan con ningún concejal y el impulso del leonesismo y de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), unido a la fuerza de su actual alcalde, el socialista José Antonio Diez, reforzado tras su victoria en las primarias del PSOE local, hacen prever que Vox lo tendrá difícil para hacer calar su mensaje en ese territorio.

En Ávila, la gran competencia en el ámbito del centroderecha, al entrar en la ecuación Por Ávila, escisión del PP en 2019 y que ostenta desde entonces la alcaldía, también plantea un escenario complicado para Vox en una localidad conservadora en la que, en otras circunstancias, podrían tener mayor implantación.

Zamora, Segovia y Soria son las tres capitales de provincia donde más complicado lo tendrá Vox para ser determinante. En la capital zamorana, desde 2015 gobierna con amplia mayoría Francisco Guarido, de Izquierda Unida, mientras que en Segovia el PSOE tiene el control del Consistorio desde hace más de una década.

En Soria, a la pujanza de su alcalde, el socialista Carlos Martínez, que podría iniciar su quinta legislatura de mandato, se suma el auge de Soria Ya, la formación provincialista que se impuso como primera fuerza en las pasadas autonómicas tanto en la provincia como en la capital. Unas elecciones municipales, por tanto, en las que Vox tendrá que acelerar la puesta en marcha de la maquinaria electoral, a solo ocho meses de unos comicios en los que podría contribuir a devolver al menos tres alcaldías al PP: Valladolid, Burgos y Palencia, y ser decisivo en una cuarta, Salamanca. Su primera cita electoral en la Comunidad desde que entraron a formar parte del Gobierno autonómico.