Castilla y León perderá de aquí a 2037 aproximadamente 97.000 personas. O no. Las cifras dicen que hay 1.400 pueblos de Castilla y León en riesgo de desaparición. La cuestión demográfica y de la denominada España vaciada ha sido motivo de debate y estudio en los últimos veinte años en la Comunidad. Pero la realidad, es que el campo sigue perdiendo población.
La consultora de comunicación Puentia ha puesto en marcha la Fundación Habitar para conocer sobre el terreno qué piensan los habitantes de los municipios pequeños y qué habría de hacerse para revertir este abandono del medio rural.
El 97% de los municipios de Castilla y León son de menos de 5.000 habitantes y su población ha disminuido en más de 60.000 personas en los últimos siete años.
Para cambiar esta realidad, esta fundación, formada por los CEO de 12 importantes empresas de Castilla y León, pretende cambiar el relato que se da de la España rural hasta conseguir que el mix público-privado permita devolver a los pueblos de Castilla y León la capacidad de volver a convertirse en lugares de desarrollo y oportunidades donde se pueda tener un proyecto de vida a largo plazo.
Enrique Cabero, presidente del CES de Castilla y León, ha calificado el nacimiento de esta fundación como "audaz y tenaz" y se ha mostrado absolutamente convencido de que, "cambiando el relato que se da, sí es posible" mejorar esta situación rural.
El resultado del primer barómetro de Fundación Habitar deja claro que el 70% de los habitantes del entorno rural ni se plantean dejar su pueblo y el 93,5% de lo que han decidido vivir en este entorno, lo hacen por voluntad propia. Quieren vivir en su pueblo y los que se van, lo hacen porque no encuentran posibilidades de continuar en su entorno.
Este barómetro está pensado para aportar soluciones, por lo que contará, además, con un laboratorio de pensamiento a cuya cabeza se encuentra el conocido periodista castellano y leonés Ignacio Fernández Sobrino, exdirector de Antena 3 y de Onda Cero en la Comunidad.
Además, durante 2023, esta fundación impulsará lo que han denominado alianza de CEO de empresas, pionera en España, que genere una red de responsabilidad real para que estos directivos sean embajadores de este proyecto y puedan extender su viabilidad a inversiones de otras compañías.
Uno de los principales problemas con los que se encuentra esta realidad es la publicación de mensajes que no se ajustan estadísticamente a la realidad o que sólo muestran una parte de ella, generalmente la más negativa descuidando aspectos como que en los últimos seis años se ha incrementado la población en aquellos municipios de menos de 100 habitantes en Castilla y León.
Daniel Carreño, presidente de la Fundación España Habitar, ha señalado que esta fundación, sin ánimo de lucro, "buscará el compromiso de otros para conseguir acciones de calado y la filantropía de la España interior, sin ningún cariz político ni ideológico, que huye de mensajes derrotistas".
Una vez constatado que esas soluciones están siendo efectivas, se exportarán a otras comunidades autónomas con el mismo problema de despoblación rural que Castilla y León.
La idea es devolver al ciudadano la realidad de que vivir en un pueblo es "la más real de las formas de vivir, la vida en estado puro", ha asegurado Carreño. Sin embargo, hay mucho por hacer. Aunque los que viven en los pueblos quieren seguir viviendo en ellos porque es el modo de vida que más felices los hace, hay limitaciones que empujan a muchos a vender sus viviendas y comenzar una nueva vida, alejada de sus raíces, en la ciudad.
Casi el 50% de los encuestados en este primer barómetro se han asentado en estos pueblos siendo ya adultos, por lo que un primer paso para revertir esta situación pasa por conseguir que nazcan niños en este entorno.
Respecto a la vivienda, la mayoría de los encuestados reside en viviendas rurales en propiedad. Hay un mayor acceso a la vivienda en propiedad en el medio rural.
Casi el 70% de quienes decidieron abandonar su pueblo lo hicieron por motivos laborales y prácticamente el resto de los que tuvieron que irse lo hizo para continuar sus estudios, de lo que se deducen dos de los talones de Aquiles del desarrollo de la España interior.
Las principales razones que argumentan los habitantes que viven en un pueblo es la calidad de vida y el menor coste de vida. Razones que varían en función del perfil del encuestado, si bien este resultado indica dos de las principales potencialidades con las que se podría trabajar para recuperar el dinamismo en el entorno rural.
La vida en el campo se valora con un 8,33% por lo que no es el medio sino sus carencias y "el relato negativo constante al que está expuesta", lo que frena el desarrollo de estos municipios.