El 7 de marzo de 2003 no es una fecha más en el calendario de Castilla y León. Ese día, mientras en España gobernaba José María Aznar, el rapero Eminen triunfaba en la música y Operación Triunfo era el programa más seguido en televisión, en la Comunidad se puso en marcha, y de manera pionera en España y en Europa, la ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. Un marco jurídico hasta entonces inédito y que englobaba, por primera vez en el país, todas aquellas actuaciones relacionadas con la mujer en torno a dos ejes básicos: la promoción de la igualdad y la asistencia a la mujer.

20 años después El Español-Noticias de Castilla y León recuerda ese momento con la figura más importante de esa ley, la entonces directora general de la Mujer, Ana Parra (actual ténica asesora en Acción Exterior de la Junta), que con tesón, ilusión y ganas logró sacar adelante una norma que marcó el camino a otras comunidades. Una ley que nació el 3 de marzo fruto del consenso, pero que no entró en vigor en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) hasta el 7 de marzo. No fue una casualidad. Parra luchó porque fuera así como “gesto” con el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. “Un día de mucha emoción, de una ilusión grande y de la culminación de algo que había comenzado muchos años antes”.

"Fue un día de mucha emoción, de una ilusión grande y la culminación de algo que había comenzado muchos años antes”

En concreto se refiere a 1995, cuando llegó el “germen” de esta ley con el consejero de Sanidad y Bienestar Social, José Manuel Fernández de Santiago. Fue el inicio de la Secretaría General de la Mujer, un órgano especial para tratar temas de la mujer que se puso en marcha desde la Junta. Era la primera vez que en la agenda política se introducía el tema de la igualdad de la mujer. Posteriormente, en 1999 con Carlos Fernández Carriedo, la Junta establece la Dirección General de la Mujer y fue en ese momento cuando tuvo el “honor” de ser la primera directora. “Siempre se lo agradeceré”, apunta. “Era el sueño ponerlo en marcha. Tenía el botón, pero quería que estallara todo y así se hizo”. Parra, apasionada del trabajo en equipo, recuerda al "gran grupo" que se formó “con experiencia e ilusión”. Gloria, Toñi, Raquel, Marta, Jaime, Nacho, Ada…son nombres que le vienen a la cabeza.

Ana Parra, actual ténica asesora en Acción Exterior de la Junta, posa en su despacho durante la entrevista

Una ley propiciada por el PP que como ocurría en esas épocas, gobernaba con mayoría absoluta. Sin embargo, fue algo que no se utilizó para pasar como una apisonadora ya que cree que en estos asuntos tan importantes el “consenso” es esencial. “No queríamos que fuera una ley del PP, ni tampoco una ley de mujeres contra hombres. Queríamos una ley integradora, que favoreciera al hombre y a la mujer, a la familia y a la sociedad”, afirma. Y es aquí donde destaca el “trabajo exhausto, pero emocionante” porque participaron todos los partidos políticos que en esa legislatura estaban en el hemiciclo. Es decir, PP, PSOE, Izquierda Unida, Tierra Comunera y UPL. 75 votos emitidos, 74 a favor, solo una abstención de TC, el del procurador Rad Moradillo.

"La nuestra no era una ley partidista, excluyente o sectaria como las que hacen ahora contra los hombres, era una ley para todos, buscando lo mejor para toda una sociedad"

Parra marca distancia, y mucha, con las políticas de igualdad que se ejercen actualmente en España. “La nuestra no era una ley partidista, excluyente o sectaria, era una ley para todos”. En la mesa de reunión, además de los partidos políticos también estuvieron sindicatos, (recuerda la gran ayuda de las secretarias de la Mujer de CCOO y UGT), patronal y asociaciones de mujeres “de todo tipo, color e ideología”. Nadie se levantó de la mesa. También recuerda la ayuda desde el hemiciclo que le brindaron Arenales Serrano y Ángeles Armisel, la encargada de defenderlo en Cortes. El 7 de marzo “me sentí feliz”. “Éramos mujeres que queríamos cambiar las cosas, pero contando con los hombres” y recuerda que los políticos las miraban cómo diciendo “¿lo sacarán adelante?”. Pues sí, lo hicieron.

¿Qué supuso esta ley para Castilla y León?

La que fuera directora de la Mujer cree que esta ley autonómica puso en marcha dos instrumentos “fundamentales”: la trasversalidad y la participación. En este caso, las políticas de igualdad de oportunidad no eran exclusivas de una dirección general, para ello se creó la Comisión de Interconserjerías donde estaba representado todo el Gobierno. Un consejo con todas las consejerías y presidido por el entonces presidente Juan Vicente Herrera. Posteriormente la teoría se puso en marcha con la práctica. Para ello se creó el Consejo Regional de la Mujer con cabida de todos los agentes sociales que habían participado.

Así surgieron las primeras políticas para ayudar a las mujeres en aspectos económicos, porque para Parra "una persona no es libre hasta que no te pagas la facturas”, para ello fue importante la promoción laboral de las mujeres. También se trabajó con los medios de comunicación para hacer visibles los problemas de las mujeres de la época. “Pero no eran campañas de eslóganes, como ahora, eran campañas de información útil”, matiza.

Ana Parra durante su comparecencia en las Cortes

Y por supuesto, esta nueva ley apoyó la hasta entonces desaparecida asistencia a la mujer. Para ello se creó una red de asistencia de casas para mujeres maltratadas con una estructura en todas las capitales. Además, se iniciaron los centros de intervención rápida para dar solución a situaciones de emergencia. Años después llegó en Castilla y León la Ley de Violencia de Género, todavía hoy vigente, pero que desarrolló más en potencia estos aspectos, pero Parra vuelve a recordar que el “germen” es de 2003, ya que se “cimentó sobre lo que había”.

Esta ley de hace 20 años también sirvió para poner en valor a la mujer rural. Aquí fueron protagonistas Juana Borrego y Ángela de Miguel, “mujeres líderes” que han marcado el camino y que posteriormente otros han bebido de algunos puntos de sus artículos. Todo esto ha servido para marcar un camino en el que “si haces a una mujer autónoma y competente, será más complicado que abusen de ella”.

Como curiosidad ya se hablaba de usar un lenguaje no sexista en los escritos administrativos, de una educación en las aulas fomentando la igualdad y de difundir las oportunidades entre mujeres y hombres como progreso social y bien común.

Reunión de la Comisión de Interconsejerías para la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres en 2003

Asegura que se ha avanzado “mucho” en estos años en políticas a favor de la mujer, aunque en el debe siempre queda la conciliación. “Es el problema básico, la asignatura pendiente desde siempre”, añade. Parra cree que actualmente se quiere tener hijos, pero es complicado, pero tiene claro que la solución se hace con dinero. “Desde los gobiernos tenemos que propiciar que haya igualdad En todos los lugares de trabajo hay igualdad hasta que se plantea ser madre. Ella hace un parón, sus compañeros no, ella elige ser madre antes de ser una superprofesional, a los hombres no se les pide eso. Por eso hay desbarajustes de sueldos. Cobra menos porque no está en esa carrera”, matiza para explicar las desigualdades de sueldos. Tampoco cree en las cuotas femeninas en el trabajo. “En el 2003 sí fueron necesarias para visibilizar, pero ahora mismo no  hacen falta”, apunta rotunda.

"Feminismo es la libertad para hacer de nuestra vida lo que queramos, incluso con la posibilidad de equivocarnos y de cometer errores"

Es obligatorio preguntar por la situación que vive ahora Castilla y León, ahora con el PP sin mayoría absoluta y gobernando con Vox. Con la oposición con el cuchillo en los dientes y afirmando que en este territorio se están recortando los derechos de las mujeres. “¿Que me digan uno”, se pregunta. “Está claro que quien dice eso no ha seguido la trayectoria de Castilla y León en estos últimos años, siendo pioneros en muchos aspectos de derechos, no solo en Igualdad, también en Medio Ambiente o en Educación”. “Nosotros hicimos una Dirección General de la Mujer de verdad, para ayudar, no de eslóganes como hacen ahora”. “Ahora parece que solo la izquierda se preocupa de las mujeres, pero nosotros fuimos los primeros, lo hemos sido en muchas cosas y podemos seguir siéndolo. Nadie nos puede dar lecciones con políticas de pancartas”, aventura.

Feminismo

¿Qué es feminismo para Ana Parra? Para explicarlo recuerda que a comienzos de siglo, en su cargo como política, siempre aseguraba que su objetivo era que la Dirección General de la Mujer desapareciera y ella abandonar el cargo. Los periodistas se quedaban asombrados. “Ojalá no se necesitaran estas asociaciones porque no fueran necesarias. Por desgracia no lo conseguí”, lamenta. Y para ella feminismo no es querer ser igual que los hombres “porque no lo somos”. "Feminismo es la libertad para hacer de nuestra vida lo que queramos, incluso con la posibilidad de equivocarnos y de cometer errores. Querer poder elegir ser madre, elegir nuestra profesión, elegir quedarnos en casa, casarnos o quedarnos solteras”, argumenta.

8M contra los hombres

Este 8 de marzo el movimiento feminista saldrá de nuevo a la calle, aunque en este caso a Parra le da “pena” comprobar cómo los grupos feministas “están divididos” aunque lo que más le duele es ver “pancartas en contra de los hombres”, días como estos son para “reivindicar todos juntos, no contra ellos”.

“Hay que estar orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos ¿Alguien se acuerda de esto? Quizás ni los propios del PP”

Dos décadas después algunas cuestiones han cambiado, “casi siempre a mejor”, apunta, pero quiere que se reconozca que la raíz de las hoy esenciales, y en algunos casos utilizadas, políticas de igualdad tuvieron su puesta en marcha en Castila y León y por “el Partido Popular”, añade. “Hay que estar orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos ¿Alguien se acuerda de esto? Quizás ni los propios del PP”, concluye.

 

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