El 1 de mayo de 1978, hace 45 años, las ciudades de Castilla y León fueron testigo de las primeras manifestaciones legales del Día del Trabajador. A pesar de que los sindicatos llevaban más de un año legalizados, la convocatoria de 1977 se celebró aún de manera ilegal, siendo reprimida, y hubo que esperar al año constituyente para poder participar en una concentración legal y masiva. Una movilización impulsada por los dos grandes sindicatos, las Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT).
Especial afluencia tuvo la movilización convocada en Valladolid, que congregó a más de 20.000 personas que hicieron un recorrido desde la Plaza de Colón hasta la de Madrid, atravesando la Acera de Recoletos. Después, los participantes recorrieron la calle de Santiago y la de la Constitución, entonces del General Mola, para terminar en la Plaza de España. A las 13:30 horas de aquel 1 de mayo finalizó la movilización, con los asistentes entonando enfervorizados La Internacional.
Javier Fernández, secretario general de CCOO Castilla y León entre 1978 y 2000, recuerda, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, que aquella primera manifestación legal en Valladolid fue "muy grande" y que "fue todo el mundo", desde partidos políticos a sindicatos, pasando por asociaciones de vecinos. El exdirigente del sindicato comenta que en aquel momento los sindicatos "se habían consolidado", con la reciente firma de los Pactos de la Moncloa y el proceso de elaboración de la Constitución en marcha.
"Había conflictividad social, con problemas de convenios colectivos, de salarios y los problemas derivados de la crisis del petróleo, pero el camino político estaba más encarrilado y la nueva Constitución reconocía ya un papel a los sindicatos", señala Fernández. El exdirigente sindical recuerda que a aquella manifestación de 1978 asistió "todo el mundo que se había movilizado durante los años anteriores". "Fue muy tranquila, con mucha normalidad y demostrando la fuerza que se tenía en la calle pero sin plantear ningún problema. Fue todo muy cívico y muy participativo", recalca.
El secretario general de UGT, Faustino Temprano, asegura a EL ESPAÑOL de Castilla y León que fue una manifestación tan masiva porque "la gente estaba esperando tirarse a la calle". "En aquellos años lo que se reclamaba fundamentalmente era la Constitución y la llegada de las libertades a nuestro país", recuerda, afirmando que a parte de reivindicaciones sindicales y laborales "hubo reivindicaciones políticas" y que fueron "manifestaciones masivas por parte del conjunto de los ciudadanos" en toda la Comunidad.
Temprano asegura que los ciudadanos tenían una especial "ilusión" por demostrar su sentir en la calle, con la "esperanza de entrar en un periodo de democracia y de libertades". La manifestación contó con el apoyo, además de CCOO y UGT, de la Confederación de Sindicatos Unitarios de Trabajadores (CSUT) y del Sindicato Unitario (SU), aunque la anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo (CNT) se negó a participar en la manifestación y convocó un acto ilegal paralelo en la Plaza de la Circular que fue reprimido por la policía, con 18 personas detenidas, algunas de ellas con armas y explosivos.
La represión de la convocatoria de 1977
Muy distinta fue la situación en la manifestación, aún ilegal, celebrada solo un año antes en Valladolid, el 1 de mayo de 1977. A pesar de que los sindicatos habían sido legalizados a finales del mes de abril, esta concentración, que se celebró en los alrededores del Viejo Estadio José Zorrilla, en el Paseo de Zorrilla, fue reprimida a porrazos por los grises dejando varios heridos. "Se convocó con la idea de que habría tolerancia al estar los sindicatos legalizados, pero sin embargo fue una de las cargas más brutales que hubo en Valladolid", recuerda Javier Fernández.
Una actuación policial que dejó varios heridos y que, según palabras del exsecretario general de CCOO, se llevó a cabo sin miramientos. "Recuerdo a una sindicalista muy importante que estaba embarazada de ocho meses y la pegaron, la arrastraron y se la llevaron. La actuación policial fue sin miramientos", asegura. A juicio de Fernández, la manifestación se prohibió por el "miedo" del poder a que hubiera una gran movilización en todo el país y que "aquello modificara los criterios que ellos tenían para impulsar la reforma".
"Se venía de un proceso muy largo de huelgas y manifestaciones durante 1976 y 1977, y se fue abriendo camino a que llegaran las libertades y a que Suárez planteara la reforma política. Sin embargo, la sensación era de que el movimiento sindical era el que tenía más fuerza, porque estaba presente en las fábricas y era el que movilizaba a la gente, y se le tenía temor", señala, achacando a este motivo la tardía legalización de los sindicatos, después de la de todos los partidos políticos, incluso la del Partido Comunista de España (PCE).
Para el exdirigente de CCOO, esa "demostración de la participación del pueblo" y el apoyo a la Constitución y a las reformas por parte de CCOO fue "consolidando el proceso" hasta llegar a "una democracia homologable". "Con todo, hubo retrocesos, la ultraderecha seguía moviéndose, atacando a los sindicatos, y aún estaba presente el problema del País Vasco, con el terrorismo de ETA que intentó quebrar el proceso", señala.
Una situación actual muy diferente pero con "retrocesos"
Fernández asegura que el momento actual "no tiene nada que ver" con el de aquella primera manifestación legal de 1978. "El tiempo es otro muy diferente, muy distinto y por supuesto mejor. La sociedad española tiene muchos problemas pero la situación no es comparable para nada", asegura, recalcando que nos encontramos en un régimen de democracia y de libertades donde "la gente se puede afiliar libremente a los sindicatos y a los partidos y hay libertad de expresión", algo que aún no sucedía en aquellos años. "Otra cosa es que haya dificultades y situaciones duras para mucha gente, pero la situación no es comparable para nada", afirma.
En el mismo sentido se pronuncia el dirigente de UGT, Faustino Temprano, que asegura que durante todos estos años "se ha avanzado considerablemente" aunque alerta de que en lo relativo a las conquistas que se han conseguido en Castilla y León "se está retrocediendo". El secretario general de CCOO, Vicente Andrés, asegura que aquel momento era "un momento de esperanza e ilusión hacia conquistar espacios de libertad".
"Ahora hay muchos más espacios de libertad que en aquel momento pero lo que vemos es que vamos hacia atrás", señala, y denuncia que Vox, que forma parte del Gobierno de Castilla y León, intenta "no reconocer al sindicalismo". "Si no hay sindicalismo libre no hay democracia ni libertad en un país, es una involución democrática. Se están quitando los resortes de la democracia y estamos retrocediendo", zanja. 45 años de la primera manifestación legal en la que los trabajadores de Castilla y León pudieron reivindicar sus derechos y sus ansias de libertad y democracia.