El 23 de julio Pedro Sánchez ha decidido que todos los españoles acudan en chanclas y con toalla a votar. Una fecha inaudita en España y que parecía intocable pero que el presidente del Gobierno ha elegido para acudir a las urnas. Serán unas elecciones atípicas para todos y para los partidos políticos también. El Partido Popular de Castilla y León se encuentra diseñando una campaña “algo más novedosa” donde se cumple con “estar cercanos a los ciudadanos”, pero también sabiendo que las previsiones meteorológicas pueden modificarlo todo.
Según ha apuntado el coordinador de campaña del PP, Ángel Ibáñez, la idea es realizar muy pocos mítines masivos, y aunque no se descartan sobre todo cuando venga una “presencia relevante”, la idea es realizar otro tipo de actos huyendo del “formato tradicional”, es decir, de recintos con muchas personas y con temperaturas elevadas. Por la mañana se convocarán actos de “parte propositiva”, es decir, “para trasladar nuestros mensajes” a los ciudadanos a través de los medios de comunicación y además, encuentros sectoriales. Mientras que en la vespertina será el momento de interactuar con los posibles votantes, pero “formatos más novedosos”.
Lo que ya adelantan es que sus candidatos al Congreso o Senado “no realizarán entrevistas masajes” en alusión a las últimas a las que se ha sometido Pedro Sánchez en televisión, ni habrá un ‘Telesánchez’ en alusión a las últimas entrevistas que el presidente ha realizado a sus propios ministros para ensalzar las gestas del Gobierno central. “Queremos hacer los debates en la calle con la gente y huyendo del ruido y la descalificación”, ha asegurado el secretario general del PPCyL, Francisco Vázquez.
De momento solo se sabe que Feijóo estará el próximo domingo en Salamanca, para más fechas habrá que esperar a los calendarios y a que la dirección nacional “encaje sus piezas”.