La Junta de Castilla y León ha desactivado en la tarde de este lunes la alerta por lluvias y tormentas, que se encontraba activa desde la mañana del domingo, pero ha advertido de la llegada de polvo africano esta semana. El final de la alerta se debe, según ha comunicado la Junta, a la desaparición de las condiciones meteorológicas adversas que obligaron a su declaración.
Durante las últimas horas, el 112 ha recibido más de 460 llamadas por la lluvia, especialmente en las provincias de Ávila, Segovia y Valladolid, con la comunicación de casi 300 incidencias a los servicios de emergencia. En concreto, se han producido 123 avisos por filtraciones de agua, cinco por techos desprendidos en viviendas de Ávila, Segovia y Valladolid, dos por desbordamiento de cauces en Ávila y en el municipio abulense de San Juan del Molinillo y nueve cortes de suministro eléctrico.
Además, se han llevado a cabo 72 avisos por inundaciones y balsas de agua, por el desbordamiento de los sumideros y alcantarillas, que se han formado principalmente en calles de Ávila, Segovia y Valladolid, y otros 64 incidentes por objetos que dificultaban la circulación.
Llegada de polvo africano
La Junta ha recomendado tomar medidas de precaución por la llegada de partículas de polvo africano en la tarde de este lunes y en los días sucesivos, especialmente en el este de Castilla y León. En concreto, se ha recomendado evitar actividades que supongan esfuerzo físico para personas de riesgo y también evitar la quema de restos vegetales al aire libre.
La predicción indica que previsiblemente se puedan alcanzar en Castilla y León valores por encima de 50 microgramos de ozono como media móvil de 24 horas. La normativa española y europea no establece un umbral, pero la Consejería de Medio Ambiente ha optado por intentar minimizar el impacto de estas partículas por medio de estas recomendaciones y ha recomendado vigilar posibles síntomas como irritación de garganta, tos, falta de aire, palpitaciones o fatiga excesiva.
A los grupos de riesgo y personas sensibles, por padecer enfermedades cardiorrespiratorias o alergias graves, la Junta les ha recomendado considerar reducir las actividades prolongadas y enérgicas al aire libre. Además, las personas con asma o enfermedades respiratorias deben seguir de forma cuidadosa su plan de medicación. Por último, las personas que padezcan problemas del corazón podrían experimentar palpitaciones, además de dificultad en la respiración o fatiga inusual.