Quince días ha tardado la Junta de Castilla y León en reconocer que en la denominada granja del terror en Quintanilla del Coco (Burgos) se han producido irregularidades. Hoy, en el pleno de las Cortes, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, ha reconocido que tras las investigaciones de los veterinarios “podría haber ciertas irregularidades”, sobre todo en cuanto a la eliminación de cadáveres de los cerdos,  ubicado en un depósito a unos "800 metros".

Una afirmación que ha llegado desde la Consejería después de que el PSOE lo haya llevado a pleno y donde haya hecho público un informe del Seprona que para Dueñas, el socialista lo había comentado de manera "interesada y parcial". El procurador y portavoz de Agricultura y Ganadería, Juan Luis Cepa, ha reprochado que haya tardado dos semanas en reconocer algo que "era una realidad", después del informe del Seprona.

Dueñas ha asegurado que en cuanto se resuelva el proceso judicial, la Junta tomará medidas contra esta explotación, pues "desde esta consejería no le temblará el pulso para iniciar el procedimiento sancionador"; de momento ha insistido en que la Junta mantiene su colaboración con la justicia en torno a la denuncia se que formuló por un presunto caso de maltrato animal en esta explotación. Además, ha informado que la Fiscalía ha reclamado a la inspección que verifique si "algunos vídeos" que forman parte de la investigación  "mostraban indicios de incumplimiento de las normativas vigentes".

Por su parte, el portavoz de Agricultura y Ganadería del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla y León, Juan Luis Cepa, ha acusado hoy a Mañueco de “hacer demagogia con la sanidad animal” y por haber hecho promesas en su día a los ganaderos “que no se pueden cumplir”. Cepa lamentó que al conocerse las imágenes denunciadas por la ONG Observatorio de Sanidad Animal ambos consejeros dijeran que no eran de esa granja y acusarán a los ecologistas, mientras que valoró que hoy Dueñas reconozca posibles irregularidades.

Lo hizo durante su debate con el consejero de Agricultura y Ganadería al que pidió explicaciones por dudar de la veracidad de unas imágenes “que nos han sobrecogido a todos” en una granja de porcino en Quintanilla de Coco (Burgos) que han supuesto una denuncia en los juzgados por maltrato animal.

Esas “espeluznantes” imágenes han sido ratificadas por el Seprona, pero tanto el consejero del ramo como el de Industria, ambos de Vox, insistieron en que eran “falsas y manipuladas”. Por eso, Cepa sostuvo que hubiera sido más fácil decir que “la gran mayoría de nuestros ganaderos son escrupulosos” o que “se investigaría el caso”. “Pero no, había que negar la mayor para hacer política de la mala, para echar culpas a ecologistas extremistas, a veganos irracionales, y de paso meterse con el Gobierno de España”.

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